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Griselda Blanco, una periodista argentina reconocida principalmente por sus investigaciones sobre violencia judicial, fue hallada muerta en el interior de su casa, con signos de estrangulamiento. Días previos a su asesinato, la mujer denunció ser victima de múltiples amenazas en su contra.
Los hechos se presentaron en una vivienda ubicada en la ciudad de Curuzú Cuatiá, en la provincia de Corrientes, Argentina, donde residía Griselda Blanco. Según las autoridades, el cuerpo de la periodista de 45 años presentaba signos de estrangulamiento y golpes en el rostro. Asimismo, se descubrió un rastro de sangre en el lugar, lejos de donde fue hallado el cadáver, por lo que se investiga si la mujer fue torturada.
Griselda Blanco era reconocida por su trabajo periodístico sobre la violencia policial. Sus artículos permitieron revelar algunos abusos cometidos por las fuerzas de seguridad en Corrientes, por lo que se había convertido en un referente de lucha por la justicia dentro de su comunidad.
El día de su muerte, el sábado 20 de mayo de 2023, la víctima había hecho una denuncia pública en relación al caso de Débora Serrano, una mujer que murió en el Hospital Civil Fernando Irastorza, al parecer, por una mala práctica de los médicos.
“Justicia por Débora Serrano. Murió en el hospital civil de Curuzú Cuatiá por mala praxis, los culpables que vayan presos, inclusive los directores del hospital. Juntos, unidos, todo el pueblo en busca de justicia y haremos una protesta fuera del hospital de la muerte. Si te sumas, comunícate. Todos por Débora Serrano”, decía su última publicación realizada en su cuenta de Facebook.
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Al caso fue vinculado el también periodista Armando Jara, expareja sentimental de Griselda Blanco, ya que las cámaras de seguridad cerca de su casa registraron el momento en el que ingresó, 20 minutos después de que se hubiera cometido el asesinato. Sin embargo, esto no es evidencia suficiente para las autoridades y poco a poco se han ido disipando las sospechas de que se trate de un feminicidio.
Por otro lado, los hijos de Griselda Blanco sostuvieron en medios locales que dudan de que Jara haya sido el criminal, y apuntan a otro vínculo, relacionado con el trabajo. “A nuestra madre la mataron. La querían ver callada y no pudieron”, escribió por medio de Facebook Lautaro Cesani, uno de los hijos de la periodista.
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Cesani confirmó que, en los últimos días, su madre le había pedido que en caso de que le ocurriera algo se comunicara con su abogada Silvia Carrubia, vinculando el hecho a la cobertura de presuntos abusos de la Policía, en los que denunció a un comisario. “De esta persona recibió amenazas para que no hablara, para que no dijera nada”, aseguró.
En las manos de Griselda Blanco se encontraron cabellos del presunto asesino, lo que apunta que la comunicadora social peleó con su atacante. Asimismo, en el lugar de los hechos se encontró un cuchillo y la soga con la que la víctima fue estrangulada. Se espera que con este material probatorio se pueda identificar al responsable del crimen.
De acuerdo con las versiones preliminares, el agresor podría ser un conocido de la periodista, ya que las cerraduras de las puertas y las ventanas no fueron forzadas. Por ahora, el caso es investigado por la Unidad Fiscal de Recepción y Análisis de Casos (UFRAC) y la Policía Federal Argentina.
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