Practicantes del SENA en México sirven como voluntarios en medio de la tragedia

“Somos la misma Latinoamérica, somos el mundo planeta y desde que uno pueda ayudar lo vamos hacer de todo corazón”, dijo Víctor Pineda.
“Se ve demasiada solidaridad, de verdad que es muy bonito ver el apoyo de la gente, cómo se hace la unidad. Están dando comidas en las calles, todo el mundo está comprando lámparas, linternas y agua”, narró el joven.
Y es que después de la emergencia, se han multiplicado las manos en México para escarbar entre escombros, mientras que comida, agua y medicamentos corren en abundancia. La misma ciudadanía es el principal protagonista del rescate.
Rescates contra el reloj
Las labores se aceleran cuando está a punto de cumplirse dos días de la tragedia. Los expertos dan 72 horas en promedio para que sobreviva una persona en los escombros, aunque en México, en el devastador sismo de 1985, la resistencia humana rompió expectativas.
La atención principal está en torno al colegio privado Enrique Rebsamen, en el sur de la capital mexicana y donde fallecieron 21 niños. Allí se encuentra, según socorristas, una niña que ha sido llamada Frida Sofía en redes sociales y algunos medios, pero cuyo nombre real aún es un misterio.
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