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Carlos Felipe Arturo Jorge, mejor conocido como el rey Carlos III, nació el 14 de noviembre de 1948. Estaba destinado a reinar, pero su camino no sería fácil ni corto.
En 1958 heredó el título de príncipe de Gales, reservado solo a los herederos, pero fue solo hasta 1969 que fue investido por su madre, la reina Isabel II, quien le entregó los símbolos: espada, anillo, cetro, capa y corona.
"Yo, Carlos, príncipe de Gales, me convierto en tu señor, hombre de vida y cuerpo, y de culto terrenal, fe y verdad te llevaré, para vivir y morir, contra todo tipo de gente", fueron las palabras pronunciadas por Carlos III en 1969.
Carlos es el único monarca británico que ha asistido a instituciones educativas. Todos sus predecesores fueron instruidos por tutores privados. Aún muy joven fue separado de las comodidades familiares y enviado a un internado en Escocia, el mismo al que había asistido su padre.
En 1970, se convirtió en el primer heredero de la corona británica con un diploma: estudió arqueología y antropología en la Universidad de Cambridge. Además, fue un príncipe deportista. Le encantaba esquiar, surfear y bucear. Pero fue, sobre todo, un entusiasta jugador de polo durante más de cuatro décadas.
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Carlos III llegó a los 30 años soltero, enamorado de la persona incorrecta. Y entonces, las presiones para encontrar una esposa con cualidades de reina lo llevaron a pedir en matrimonio, en 1981, a la aristócrata Diana Spencer, de solo 19 años.
En julio de ese mismo año protagonizaron una boda de cuento de hadas. Pronto llegaron los hijos: William y Harry.
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Pero las cosas no eran color de rosa. Ahora se sabe que desde el inicio el matrimonio estaba destinado al fracaso. Las apariencias terminaron en 1992; después de once años tortuosos, los príncipes de Gales se separaron. Cuatro años después llegó el divorcio.
La muerte trágica de Lady Di y el impacto que causó en los británicos pospuso aún más el largo anhelo del heredero de hacer pública su relación con Camila Parker Bowles, ya para entonces divorciada.
Finalmente, en 2005, obtuvo el visto bueno de Isabel II para casarse con Camila.
En los últimos años del reinado de su madre y a medida que la salud y vitalidad de la longeva monarca se apagaban, Carlos III fue asumiendo cada vez más funciones monárquicas.
Se convirtió, con creces, en el heredero que más tiempo había esperado llegar a ser rey.
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El 8 de septiembre de 2022, con 73 años, Carlos recibió este título. Ocho meses después, ya con 74, finalmente portará la corona de San Eduardo.
Ahora, quizá, se conozca mejor con la corona y se acentúen rasgos notables de su personalidad, como su amor por la naturaleza y su compromiso medioambiental.
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"Como he tratado de indicar durante bastante tiempo, la crisis climática realmente es una emergencia genuina y abordarla es absolutamente esencial", dijo Carlos III en su momento.
Su imagen se renueva y se refresca en esos temas, en los que coincide además con su hijo William, el heredero.
El reinado de Carlos III empieza ya con el sol a sus espaldas, y le han dejado la vara muy alta. El monarca es mucho menos popular que Isabel II; sin embargo, ha logrado subir su favorabilidad en las encuestas.
Pero las cifras muestran el que es, de lejos, su gran desafío: la población joven, que no siente ninguna conexión con la monarquía.
Como príncipe, Carlos promovía cambios, modernidad y apertura en esa institución milenaria.
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Ahora tiene la oportunidad y la urgencia de concretarlos, pero carga también con el peso de la defensa de la corona y de la tradición, la brújula que guió hasta el último respiro a Isabel II.
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