El sueño de unos dientes bellos le salió bastante caro a una mujer de Reino Unido, quien después deun diseño de sonrisa desarrolló una alergia que los médicos no supieron controlar. La situación le desencadenó dolor y depresión, pero ahora es una vocera de los riesgos que tienen estos procedimientos.
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Lily Lindsay, una británica de 29 años, siempre quiso mejorar su sonrisa, especialmente sus dientes frontales, por lo cual, influenciada por las redes sociales, decidió hacerse un diseño de sonrisa con carillas de composite para mejorar su aspecto.
La mujer se realizó el procedimiento estético odontológico antes de la boda de una de sus amigas y disfrutó por un corto tiempo de los resultados del mismo. Sin embargo, a las dos semanas empezó a presentar problemas en la piel.
Según datos compartidos por el NY Post, Lindsay presentó enrojecimiento y picazón en diferentes puntos del cuerpo. Ante las señales de alerta, acudió al médico, quien determinó que estaba padeciendo de una dermatitis común.
Aunque le recetaron medicamentos, cremas e incluso cambió su dieta, el problema seguía empeorando.
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"Día a día, mi cara se ponía un poco más crujiente, con picazón y enrojecida. Me dolía mucho debajo de los brazos, ni siquiera podía bajarlos ni ducharme”, expresó la mujer.
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Además de los problemas físicos, las alergias le afectaron su salud mental, encerrándose para que ni su propia madre pudiera verla.
“Estaba tan deprimida por mi apariencia que llegué al punto en que ya no quería estar aquí más. Me sentí como un fracaso”, añadió.
Cuando empezó a tener problemas de salud relacionados con su sistema inmunológico, creyó que estos podrían estar relacionados con sus carillas de resina, porque todos habían comenzado a presentarse después del diseño de sonrisa.
Los exámenes determinaron que la inflamación estaba por dentro de su cuerpo y fue desencadenada por el material de los dientes postizos, algo que, al parecer, es más común de lo que muchos piensan.
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Aunque en muchos casos la alergia se presenta alrededor de la boca, el de ella escaló a más lugares de su rostro y cuerpo.
La solución final llegaría cuando volvió al dentista para retirarse el diseño de sonrisa ym aunque fue un proceso difícil, agradeció haber recuperado su salud.
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"Necesitamos dar a las carillas de composite y a los empastes blandos el mismo nivel de publicidad que al esmalte de uñas en gel, los dentistas deben anunciar los riesgos", expresó la joven.
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