Con la excepción de Rumania, duramente golpeada en otoño por la anterior ola de COVID-19, el resto de Europa se encuentra en riesgo elevado o muy elevado, según los últimos datos actualizados por el Centro Europeo de Prevención y Control de Enfermedades (ECDC).
Dieciocho de los treinta países del Espacio Económico Europeo (EEE), entre ellos España, tienen una incidencia acumulada superior a 500 nuevos casos por 100.000 habitantes en los últimos 14 días, lo que equivale al nivel más alto, representado por el color rojo oscuro, en los mapas semanales del ECDC.
Otros ocho - Suecia, Noruega, Finlandia, Alemania, Austria, Hungría, Grecia y Polonia - tienen regiones en nivel muy elevado y otras en nivel elevado (rojo), lo que significa que la incidencia está entre 200 y 499 casos por 100.000 habitantes o entre 75 y 200, pero con una tasa de positividad en test superior al 4%.
Bulgaria y Letonia aparecen por completo en rojo en el mapa del ECDC, que recoge datos recopilados hasta el martes 28 de diciembre, mientras que Rumania, que en otoño fue muy castigada por el COVID-19, está casi toda en naranja con dos excepciones: Bucarest, en rojo; y la región sureña de Oltenia, en verde (contagio bajo).
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El mapa refleja la realidad de un continente en el que muchos países han notificado en las últimas semanas récords diarios de contagio, aunque el efecto de las vacunas ha provocado que la presión hospitalaria esté contenida y la mortalidad se mantenga en índices menores que hace un año.
Tapabocas y pasaporte COVID en Europa
El temor a la variante ómicron, más contagiosa pero aparentemente menos severa, ha llevado a la mayoría de los gobiernos a aumentar las restricciones ampliando el uso del pasaporte COVID y los tapabocas y limitando las reuniones, sobre todo con vistas al Año Nuevo.
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Así, Alemania, que mantiene contenida la incidencia de nuevos casos, no permitirá reuniones privadas de más de diez personas (sin contar a menores de 14 años) en el caso de los vacunados, mientras que para los no inmunizados el límite queda en dos.
En España, donde se superaron por primera vez los 100.000 nuevos positivos en un día, se han impulsado políticas regionales para limitar o prohibir las grandes celebraciones, mientras se reducirá al 75% el aforo en competiciones profesionales deportivas exteriores y al 50 % en recintos interiores.
Portugal decretó desde el día de Navidad el cierre del ocio nocturno y de las guarderías, así como el teletrabajo obligatorio, y en hoteles, bodas y bautizos, espectáculos culturales y recintos deportivos se exige presentar test negativo incluso para vacunados.
El test será también necesario para entrar a restaurantes en Año Nuevo, y se prohibirán las reuniones de más de 10 personas en la vía pública.
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En Francia, donde se ha roto la barrera de 200.000 casos diarios, el Gobierno anunció multas de hasta 1.000 euros por empleado contra las empresas que incumplan la imposición del teletrabajo al menos 3 días por semana y quiere imponer el pase de vacunación obligatorio para la restauración, transporte e instalaciones deportivas.
En París, con la incidencia disparada por encima de los 2.000 nuevos casos por 100.000 habitantes, será obligatorio desde el viernes 31 de diciembre llevar tapabocas en exteriores, con una multa de 135 euros para quienes no cumplan con esa orden.
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Reducción de cuarentenas en Europa
En Italia, donde los contagios subieron un 80,7% en Navidad, se han aprobado medidas urgentes ante el temor de paralización de algunas actividades: a partir del 10 de enero desaparecerá la cuarentena para los vacunados desde hace menos de cuatro meses o con la dosis de refuerzo por contacto estrecho con un positivo.
Y se ampliará el uso del certificado sanitario reforzado (que se obtiene si se está vacunado o se ha pasado el coronavirus), que será necesario, aparte de en la restauración y en actividades de ocio, en el transporte público, hoteles, ceremonias o festivales.
Con la intención de compaginar control de la pandemia y equilibrio económico, varios países, como Reino Unido o España, han reducido de diez a siete días las cuarentenas a positivos.
En el Reino Unido, también en cifras récord de contagio, se impuso ya hace días en Inglaterra el tapabocas en el transporte y lugares cerrados y es obligatorio presentar un certificado COVID para grandes eventos, mientras los gobiernos autónomos de Escocia, Gales e Irlanda del Norte han limitado reuniones y aforos en espectáculos.
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"No estamos cerca del fin de la pandemia en estos momentos", señaló en un mensaje difundido en redes sociales por la oficina europea de la Organización Mundial de la Salud (OMS) su responsable de Emergencias, Catherine Smallwood.
OMS-Europa ha reiterado estos días la necesidad de recibir la dosis de refuerzo de la vacuna y de medidas como evitar las aglomeraciones, asegurar la ventilación, mantener la distancia de seguridad, usar tapabocas cuando sea necesario, higiene de manos y permanecer en casa si se tienen síntomas.
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