La Tierra está constantemente expuesta a fenómenos cósmicos y uno de los más impresionantes es la tormenta solar. Este evento son eyecciones de masa coronal del Sol, pueden tener efectos significativos en los sistemas de comunicación y navegación en el planeta.
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En los últimos días, los pronosticadores del clima espacial han observado varias eyecciones de masa coronal (CME) del Sol y se espera que los impactos lleguen a la Tierra entre el 10 y el 12 de mayo.
Sin embargo, nuestro planeta cuenta con un protector natural eficaz, su campo magnético, también conocido como magnetosfera.
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¿Qué es la magnetosfera?
La magnetosfera es una región alrededor de la Tierra dominada por su campo magnético. Actúa como un escudo, desviando las partículas cargadas del viento solar y protegiendo la atmósfera de la erosión.
Durante una tormenta solar, las partículas energéticas son atrapadas por este campo magnético, lo que provoca las auroras boreales y australes.
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Además de la magnetosfera, la atmósfera terrestre también ofrece protección. La capa de ozono, ubicada en la estratosfera, absorbe la mayoría de la radiación ultravioleta del Sol, mientras que las capas superiores de la atmósfera bloquean una gran cantidad de radiación de alta energía.
Es crucial para la vida en la Tierra que este sistema de defensa natural continúe funcionando eficientemente. Los científicos monitorean constantemente la actividad solar y la salud de la magnetosfera para predecir y mitigar los efectos de las tormentas solares.
Con el avance de la tecnología, también se están desarrollando métodos artificiales para complementar esta protección natural y asegurar la continuidad de nuestras infraestructuras críticas.
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La tormenta solar del 10 de mayo
Las auroras boreales se producen cuando las partículas cargadas eléctricamente del Sol entran en la atmósfera terrestre en un viento solar. Estas partículas interactúan con los átomos de oxígeno y nitrógeno en la atmósfera, resultando en el despliegue de luces coloridas en el cielo.
Sin embargo, el 10 de mayo de 2024, una masiva tormenta solar provocó que las auroras fueran visibles mucho más allá de las regiones polares.
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Según el Centro de Predicción del Clima Espacial de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), al menos cinco eyecciones de masa coronal se dirigieron hacia la Tierra, con el impacto ocurriendo ese mismo día. La intensidad de las partículas de la tormenta solar hizo que las auroras boreales iluminaran el cielo en áreas inusuales, incluyendo países como México, donde se observaron por primera vez en más de un siglo.
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