
La denuncia de dos familias en Leeds, Inglaterra, a una directora de funeraria tras descubrir que llevaba los cuerpos de los bebés muertos a su casa y veía con ellos caricaturas conmocionó al mundo. Amie Upton, la directora de Florrie's Army, una funeraria especializada en servicios para padres que pierden a sus hijos, reveló cómo comenzó a cuidar de los niños muertos en su casa.
Su historia se conoció luego de que la BBC revelara la denuncia de una madre que descubrió a Upton "viendo caricaturas" con su bebé muerto y la de unos padres que también se enteraron que la mujer conservó el cuerpo de su hijo muerto en su casa. Ante las quejas, la mujer contó su historia a The Mirror, y relató cómo nació su idea de negocio.
¿Por qué la mujer cuida bebés muertos en su casa?
Amie Upton detalló al diario británico que su negocio inició luego de sufrir la pérdida de la bebé que estaba esperando, en medio de un violento ataque por parte de su expareja. La mujer tenía dos hijos y estaba esperando a la tercera, ya tenía 17 semanas. "Cuando perdí a Florence, casi muero. Estuve en coma después de perderla porque empecé a sangrar por todas partes. Nos dejó hechos un desastre", indicó la mujer.
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La justicia determinó que los hechos, que ocurrieron en 2017, sucedieron en la cocina de la casa de Amie Upton y su entonces pareja Shaun Birchall. En medio de una discusión, el hombre empezó a golpear repetidamente por la espalda a Upton con el coche del bebé, haciendo que su barriga se estrellara varias veces contra el congelador.
"Tenía 17 semanas de embarazo en ese momento y el impacto provocó la ruptura del saco amniótico. Es muy difícil determinar con exactitud las consecuencias de ese hecho", declaró el juez que en 2021 condenó a dos años en prisión al hombre al hallarlo culpable de lesiones corporales graves (GFC) a su esposa embarazada.
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Desde entonces, Amie luchó por crear la Ley de Florrie, una que estableciera condenas más fuertes contra personas que asesinaran fetos, pues ella considera que la bebé que estaba esperando murió a causa del ataque que sufrió por parte de su expareja, aunque la justicia no pudo determinar esto. "Es importante para mí porque sé de primera mano cómo se siente perder un hijo de esta manera, sentirse aislado y que no exista ninguna ley que proteja a las mujeres embarazadas ni a nuestros bebés no nacidos... Nuestros bebés no reciben el reconocimiento de la vida merecedora que tienen".
La ley no cambió, pero en medio de su duelo Amie encontró que hacer vestidos funerarios con vestidos de novia la ayudo a sanar y también donar artículos a otras madres que estaban en duelo. En ese momento, pensó que los servicios funerarios no podían entender a los padres que atraviesan el duelo de unos padres que pierden a sus hijos, así que creó su propia funeraria en honor a su hija Florrie's Army, especializándose en servicios para funerales de bebés.
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Según se supo, la funeraria de Upton se había hecho popular por brindar excelente servicio de acompañamiento a padres que pierden a sus hijos. Entre sus ofertas había recuerdos con huellas de manos gratuitas, fotografías, ropa de bebé y un servicio funerario dedicado. "Con el primer bebé que traje a casa, la familia no paraba de elogiarme", señaló la mujer al diario.
Upton detalló que en su casa, los bebés que ha recibido, han sido cuidados con amor. "Sus bebés solo conocían el amor. No se ven enfermeras que les lean un cuento a sus bebés. Yo sí. Sé que siempre hice lo mejor que pude". También reconoció que entiende la sorpresa que ha causado su historia a nivel internacional, pero calificó las acusaciones en su contra de "ridículas".
Desmintió que su casa estuviera sucia y que los cuerpos de los bebés olieran mal, pues señaló que siempre cumplió con las medidas de refrigeración y cuidados de los cuerpos. De hecho, la diferencia de su servició, insistió, es el trato a los cuerpos. "Cuando trabajas en la industria funeraria, estás en la morgue, sales a cierta hora y guardan al bebé en la nevera. No había nadie. Yo estaba aquí todo el tiempo y sus bebés solo conocían el amor".
Finalmente, la directora de la funeraria resaltó que sus clientes la buscaban porque "no querían que sus bebés estuvieran en una funeraria. Lo que querían era atención personalizada. Alguien que hubiera pasado por lo mismo que ellos. Alguien que comprendiera cómo se sentían" y que "solo he tenido dos quejas de esas en ocho años de todas las familias a las que he ayudado y eso también dice mucho".
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MARÍA PAULA GONZÁLEZ
PERIODISTA DIGITAL DE NOTICIAS CARACOL