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En Colombia, el número de una placa vehicular puede convertirse en una verdadera pesadilla. Cientos de ciudadanos enfrentan deudas millonarias, procesos judiciales y embargos por infracciones que aseguran nunca haber cometido. Todo por culpa de quienes copian la identidad de un vehículo legítimo y la usan en otro, muchas veces en distintas regiones del país.
Séptimo Día conoció el caso de Jhon Elvis Díaz, un farmacéutico de 37 años residente en Bogotá, quien fue víctima de esta modalidad delictiva conocida popularmente como “gemeleo de placas”.
Este delito, denominado legalmente falsedad marcaria, está dejando a conductores inocentes atrapados en un complejo laberinto judicial. De acuerdo con las autoridades, las penas por este crimen pueden alcanzar hasta 12 años de prisión.
En mayo de 2024, Jhon Elvis quiso cambiar su motocicleta, de placas, pero al iniciar el proceso de traspaso de documentos, se enteró de una mala noticia: tenía una fotomulta en Itagüí, Antioquia. Esto lo desconcertó, pues él aseguró que "nunca he ido a Medellín, ni a Itagüí, ni a Rionegro".
El problema escaló rápidamente, en pocos meses acumuló 10 fotomultas en esos municipios, por un valor que superaba los $7 millones. Aunque denunció el hecho ante la Fiscalía por falsedad marcaria, las fotomultas siguieron apareciendo. “Uno vive con miedo. Pensé: ¿y si esa moto la usan para un robo o un homicidio? ¿Cómo demuestro que no soy yo?”.
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Aunque la angustia lo llevó a considerar pagar y vender la moto. “He pensado eso, pero es entregarle el problema a otra persona. Entonces, no. Mejor digo: "Hasta donde me llegue tengo que solucionar esto”.
Ante la falta de respuesta, Jhon decidió instalar un GPS en su moto para poder probar su ubicación si llegaba otro comparendo. La Fiscalía actuó con mayor rapidez y en julio de 2025, un perito desde Antioquia viajó a Bogotá y certificó: "La moto que está en Bogotá es la original".
Gracias a que se comprobó que la motocicleta de Bogotá era la original, la Fiscalía de Rionegro emitió una alerta nacional para ubicar la moto con “placas gemeleadas”.
Durante casi un mes, la orden de búsqueda permaneció vigente sin resultados. Por eso, en septiembre, un equipo de Séptimo Día viajó hasta Rionegro, Antioquia, para acompañar el operativo de localización.
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Los procedimientos policiales se centraron en la verificación de los sistemas de identificación, como el número de chasis y el de motor, elementos clave para determinar si un vehículo ha sido robado o alterado. En menos de 24 horas, la motocicleta clonada fue ubicada e incautada por las autoridades y trasladada a una estación de policía del municipio.
La motocicleta incautada tenía las mismas características que la de Jhon: misma marca, mismo modelo y la misma placa. Durante el operativo, las autoridades hallaron al conductor, identificado como Osvaldo Palacio, junto al vehículo. “Yo estoy sin palabras. Yo soy neutro... En este momento estoy frustrado”, dijo visiblemente afectado, al asegurar que había comprado la moto de buena fe a un comerciante y que desconocía que el vehículo era robado.
Además, afirmó estar dispuesto a colaborar con Jhon y este hecho: “Estoy dispuesto a darle cara a que nos veamos y entre los dos ayúdanos verdaderamente a solucionar el problema, porque como él está perjudicado, yo también lo estoy". La motocicleta fue enviada a la Sijín para un análisis técnico, y Osvaldo quedó vinculado a una investigación por falsedad marcaria. Aunque fue dejado en libertad, el proceso continúa.
El subintendente Erick León, perito de la Dijín, explica cómo operan las redes detrás de estos delitos: “Buscan un vehículo del mismo modelo y marca, duplican la placa, el número de chasis y motor. Incluso falsifican la licencia de tránsito”.
El proceso de falsificación es un engranaje en el que participan varios intermediarios. Son ellos quienes solicitan a los fabricantes ilegales la producción de las placas, especificando el número, el lugar de origen y el color.
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Un tramitador anónimo consultado por Séptimo Día aseguró que muchas personas buscan placas falsas para cubrir “muchos tipos de delitos”. Sin embargo, también hay quienes buscan placas ilegales para evadir deudas, impuestos o comparendos.
Según expertos en movilidad, el “gemeleo de placas” se facilita por las fallas en los sistemas de control de tránsito, la falta de articulación e intercambio de información entre los municipios y la existencia de un mercado negro de autopartes y placas falsas que opera en distintas regiones del país.
Según Fasecolda (Federación de Aseguradores de Colombia), para evitar caer en infracciones o ser víctima de esta modalidad, es fundamental conocer y aplicar seis puntos clave para la validación de las matrículas vehiculares.
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Además, las autoridades recomiendan verificar periódicamente la información de su vehículo en los portales del SIMIT y el RUNT, y denunciar de inmediato ante la Fiscalía por falsedad marcaria si sospecha que su placa ha sido duplicada. También aconsejan solicitar una revisión pericial ante la DIJÍN o la SIJÍN para comprobar la autenticidad del vehículo.
Es importante que los ciudadanos eviten publicar en redes sociales imágenes o información de su vehículo donde sea visible la placa, y que antes de comprar un vehículo usado verifiquen su historial legal, técnico y de tránsito con las autoridades competentes.