El primer ministro británico, David Cameron, recomendará a los británicos votar a favor de la permanencia en la Unión Europea tras conseguir este viernes un acuerdo que da a su país un "estatus especial" dentro del bloque.
Sus socios, por su parte, defendieron las concesiones hechas a Londres y negaron que rompan la unidad de la UE.
"Este acuerdo está a la altura de las promesas que hice al principio del proceso de renegociación. El Reino Unido estará permanentemente fuera de una unión más estrecha, y nunca formará parte de un superestado europeo", dijo en conferencia de prensa en Bruselas.
"Creo que es suficiente para recomendar que el Reino Unido siga en la UE", destacó Cameron.
"He negociado un acuerdo para dar al Reino Unido un estatus especial en la UE", añadió.
El primer ministro presentará el texto el sábado a su Gobierno en Londres y el lunes al Parlamento, antes de anunciar la fecha del referéndum.
La campaña que arrancará entonces promete abrir heridas en la política británica, porque dividirá al Gobierno de Cameron y a los partidos, entre europeístas y antieuropeos.
Cameron explicó algunas de las ventajas del acuerdo. El Reino Unido no tendrá que financiar a los países de la Eurozona que atraviesen problemas; sus empresas no serán discriminadas por no usar el euro, tendrán nuevos poderes para deportar a delincuentes europeos que lleguen al país, y podrán limitar durante siete años algunas ayudas sociales a los inmigrantes.
Merkel y Hollande defienden el acuerdo
Los socios europeos de Londres también se felicitaron por el desenlance de esta cumbre.
"Acuerdo. Hay apoyo unánime", anunció el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk. "Estoy muy feliz. Es justo con el Reino Unido, justo con los otros 27 Estados", escribió por su parte el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker.
La presidenta lituana Dalia Grybauskaite fue la que dio la primicia: "se acabó el drama", sentenció.
La canciller alemana, Angela Merkel, calificó este viernes de "compromiso justo" el acuerdo alcanzado con el Reino Unido para que siga en la UE.
"Es un compromiso justo que no fue fácil", dijo Merkel en Bruselas, al término de la cumbre en que se negociaron la concesiones al primer ministro David Cameron. "No creo que le hayamos dado mucho al Reino Unido".
Cameron llegó a Bruselas con la intención de poder limitar las ayudas sociales a los imigrantes europeos -la cuestión más espinosa-, quedar al margen de los próximos pasos a una mayor integración europea y que el mercado único mejorara su competitividad.
Además, Cameron reclamó proteger a las plazas financieras que no usan el euro, como la City de Londres, de las decisiones que tomen los 19 países que sí utilizan la moneda única, algo que Francia y otros países veían como una maniobra para dejarla a salvo de las regulaciones europeas.
El presidente francés François Hollande y el de la Comision Europea, Jean-Claude Juncker, negaron que Londres se haya ganado el privilegio de frenar la mayor integración de la Eurozona.
"Hoy, el Reino Unido tiene un lugar particular en Europa pero no se han vulnerado las reglas del mercado único, no hay revisión prevista de los tratados ni derecho a veto a la Eurozona", dijo Hollande en conferencia de prensa en Bruselas.
"No habrá derecho a veto" a las decisiones de la Eurozona, los países que usan el euro, "y el texto lo dice claramente", explicó por su parte Juncker.
"El Reino Unido tiene que formar parte de Europa", expresó Rajoy en conferencia de prensa al término de la cumbre europea de Bruselas, en la que se llegó al acuerdo con el primer ministro británico David Cameron.
"Lo que hemos hecho los dirigentes políticos es un esfuerzo, no para decirle a Cameron que le ayudamos en el referéndum, que también, sino para decirles a los británicos 'quédense'", declaró Rajoy.
"Para los españoles no hay en juego intereses de ningún tipo, sólo una relación que no podía acabar", agregó.