El Día D, conocido en la historia militar como el 6 de junio de 1944, marcó el comienzo de la Operación Overlord, la invasión aliada de la Europa ocupada por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial.
Hace ocho décadas muchos hombres se preparaban para la mayor operación anfibia de todos los tiempos. Este 5 de junio varios veteranos desembarcaron sonrientes en un ferry para asistir a las ceremonias de su gesta del 6 de junio de 1944.
"No estoy especialmente orgulloso de lo que hice, pero si tuviera que volver a hacerlo, lo haría. Estoy feliz de nuestro sacrificio para que otros pudieran tener una buena vida", declaró a la AFP John Mines, veterano del Día D, de 99 años.
El hombre tenía 19 años cuando desembarcó en la primera oleada, entre los ingenieros encargados de limpiar de obstáculos Gold Beach, a orillas de la localidad normanda de Ver-sur-Mer.
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La primera misión de John Mines fue limpiar de minas una playa. "De hecho, me escogieron por mi apellido".
"Tuve mucha suerte. Un proyectil explotó a un metro de mí y si te alcanzaba una ametralladora, te partía en dos. Uno de mis compañeros murió inmediatamente tras poner un pie en la playa", concluye el veterano.
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Carlos III dio emotivo discurso por el Día D
El rey Carlos III, que continúa su tratamiento para curar un cáncer, pronunció un emotivo discurso en Portsmouth, sur de Inglaterra. El monarca de 75 años asistió a la conmemoración del 80 aniversario del Día D junto a su esposa Camila.
“Mientras damos las gracias a quienes dieron tanto para lograr la victoria que disfrutamos hoy, comprometámonos nuevamente a recordarlos y honrarlos”, dijo el rey a una multitud que ondeaba miles de pequeñas banderas británicas.
“Ocho décadas después, es casi imposible imaginar las emociones que se sintieron ese día, el orgullo de ser parte de tan gran misión, la angustia de no estar a la altura de la tarea y el miedo de que ese día fuera el último”, añadió.
Otras celebraciones en junio:
¿Qué es el Día D?
El Día D no solo es recordado por su escala masiva y su significado estratégico, sino también por el valor y sacrificio de quienes participaron en él.
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La planificación del Día D fue un esfuerzo monumental que involucró meses de preparación meticulosa. Los Aliados, bajo el mando del general Dwight D. Eisenhower, diseñaron una operación que implicaba fuerzas terrestres, navales y aéreas. El objetivo era establecer una cabeza de playa en Normandía, Francia, para abrir un nuevo frente contra las fuerzas del Eje en Europa Occidental.
La operación comenzó en la madrugada con el aterrizaje de planeadores y paracaidistas detrás de las líneas enemigas para asegurar puentes y puntos estratégicos. A medida que amanecía, miles de barcos se acercaron a las costas de Normandía, desembarcando tropas en cinco playas codificadas: Utah, Omaha, Gold, Juno y Sword.
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El Día D estuvo lleno de desafíos, desde las difíciles condiciones meteorológicas que casi retrasan la operación, hasta la feroz resistencia alemana en puntos clave como la playa Omaha. A pesar de los obstáculos, los Aliados lograron establecer posiciones firmes en la costa francesa, aunque con un alto costo en vidas humanas.
La operación también fue notable por el uso de tecnologías e innovaciones, como los tanques anfibios Duplex Drive y los puertos Mulberry, estructuras temporales que permitieron el rápido desembarco de suministros y refuerzos.
La encriptación y el engaño también jugaron un papel crucial, con los Aliados utilizando tácticas de desinformación para confundir a los alemanes sobre la ubicación y el momento del ataque.
El éxito del Día D fue un punto de inflexión en la guerra. Permitió a los Aliados ganar un punto de apoyo en Europa y comenzar la lenta y ardua tarea de liberar el continente del dominio nazi. En los meses siguientes, las fuerzas aliadas avanzaron hacia París y más allá, culminando en la rendición de Alemania en mayo de 1945.