Las manos se han multiplicado para recoger y llevar provisiones. Contra el reloj y el cansancio, rescatistas continúan buscando sobrevivientes bajo los escombros.
Los expertos dan 72 horas promedio para que una persona atrapada en escombros tenga mayores oportunidades de sobrevivir, pero en otras tragedias, como en el terremoto de 8,1 del 19 de septiembre de 1985, que dejó más de 10.000 muertos en la capital, la resistencia humana superó expectativas.
De los casi 40 edificios colapsados en la capital, al menos en cuatro ya había entrado la maquinaria pesada a remover escombros tras localizarse a los últimos ocupantes, la mayoría sin vida, que eran reportados en el sitio.
Se reportan más de 2,000 viviendas dañadas, muchas de las cuales han sido desalojadas por orden de las autoridades o por temor de sus habitantes, que ahora tienen ante sí un futuro incierto.
"Esperamos que Protección Civil me diga si es que podemos estar ahí en casa y si no, lo que sigue es buscar otra vez. No tenemos dinero, vivimos al día, al ser comerciante (de frutas en la calle) ahorita mi venta no es buena", dice Érika Albarrán, de 33 años, madre de una bebé y que se ha refugiado en un albergue.
Tras los rescates, el gobierno hará un recuento de daños para luego iniciar la reconstrucción de las zonas afectadas en el centro del país.
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Updated: septiembre 22, 2017 09:53 a. m.