Estos feligreses se sobreponen al dolor y mantienen viva una tradición de 200 años. Algunos lo hacen en agradecimiento y otros en busca de favores divinos.
Ramón Navarro es acusado de enriquecimiento ilícito, administración desleal y falsedad en documento privado. Otro contrato de $237.000 millones está en la mira.
“¿Otra vez usted acá?”, le dijo un funcionario de la URI en Barranquilla cuando lo vio llegar, acusado de aterrorizar a más de 100 amas de casa durante un año.