Al menos 59 personas han fallecido tras la explosión de unas instalaciones mineras rudimentarias de lavado de oro en Gbomblora, al suroeste de Uagadugú, la capital de Burkina Faso, según informaciones de las autoridades regionales recogidas por la agencia local AIB.Vea también: Vladimir Putin firmó un decreto en el que ordena enviar tropas a territorios separatistas de UcraniaLa explosión se produjo al mediodía de este lunes, 21 de febrero de 2022, y causó además numerosos heridos, que fueron evacuados al Hospital Regional de Gaoua, así como cuantiosos daños materiales.Al parecer, las causas se debieron a la detonación de explosivos en un sitio de lavado de oro que alcanzaron materiales inflamables de las inmediaciones y provocaron un incendio.Le puede interesar: Encuentran más de 1.100 ratas en reconocido almacén de cadena
Dos periodistas españoles y uno irlandés que estaban desaparecidos en Burkina Faso fueron asesinados por hombres armados que los habían secuestrado en una zona con intensa actividad de caza furtiva, informaron fuentes oficiales."Se confirma la peor de las noticias", aseguró el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, al informar por Twitter del asesinato de los periodistas españoles David Beriain y Roberto Fraile.En Dublín, el Ministerio de Relaciones Exteriores dijo estar "al tanto" de la desaparición de un ciudadano irlandés, pero se negó "a comentar los detalles de un caso en particular". Reporteros Sin Fronteras (RSF) precisó que también era periodista."Es muy lamentable, los tres occidentales fueron ejecutados por terroristas", declaró un alto responsable de los servicios de seguridad en Burkina Faso.Los dos españoles y el irlandés acompañaban una patrulla contra la caza furtiva cuando fue atacada el lunes en el área de Fada N'Gourma-Pama, en el este del país africano.Según testigos, los tres europeos y un burkinés -quien sigue desaparecido- fueron secuestrados y eran buscados intensamente desde este martes temprano por las fuerzas de seguridad de Burkina Faso.Los occidentales desaparecidos eran "periodistas-instructores que trabajan para una oenegé de protección del medio ambiente", según una fuente de seguridad burkinesa.El ataque, que dejó también tres personas heridas, fue obra de hombres armados que circulaban en dos camionetas y una decena de motos, según fuentes de seguridad, que precisaron que los atacantes se llevaron armas y material, incluidas dos camionetas y un dron.Documental de la lucha contra la caza furtivaLa ministra de Asuntos Exteriores española, Arancha González Laya, explicó en conferencia de prensa que los dos periodistas españoles estaban "trabajando en un documental sobre los operativos que organiza Burkina Faso para proteger los parques nacionales" y "sus recursos naturales contra la caza furtiva".González Laya precisó que Beriain era originario de Pamplona en Navarra (norte) y Fraile de Baracaldo en el País Vasco (norte).Beriain, experiodista de guerra de la CNN+ (la rama española de CNN que dejó de operar en 2010), había fundado la casa de producción ‘93metros’ especializada en "grandes formatos documentales que dan acceso a mundos clandestinos", según su cuenta Linkedin.Fraile, quien según medios de comunicación españoles había resultado herido en 2012 en Siria, trabajaba "hace poco" para el canal de televisión CyLTV (canal de Catille et Léon), según un tweet del medio que muestra fotos del periodista detrás de una cámara.El presidente del gobierno español expresó en Twitter su "reconocimiento a quienes, como ellos, realizan a diario un periodismo valiente y esencial desde las zonas de conflicto"."Esta tragedia confirma los grandes peligros a los que se enfrentan los reporteros en el Sahel", dijo en París Christophe Deloire, secretario general de la oenegé Reporteros sin Fronteras (RSF).Ataques yihadistas frecuentesEn los últimos años se han producido varios secuestros de extranjeros en Burkina Faso.Una pareja de australianos fue secuestrada en Djibo, en la frontera con Malí y Níger, en la noche del 15 de enero de 2016 durante una acción aparentemente coordinada con atentados en Uagadugú.Esa noche, los yihadistas abrieron fuego en cafeterías, restaurantes y hoteles de la avenida Kwame-Nkrumah, el centro de la vida nocturna de Uagadugú, con un saldo de 30 muertos y 71 heridos.Los secuestradores entregaron a la mujer, Jocelyn Elliot, a las autoridades nigerinas aproximadamente un mes después. El hombre sigue desaparecido.En diciembre de 2018, una pareja ítalo-canadiense desapareció en la carretera entre Bobo-Dioulasso y Uagadugú. Fue liberada en la vecina Mali, después de más de un año de cautiverio.Desde 2015, los ataques yihadistas son cada vez más frecuentes en el país.Al principio los ataques atribuidos a grupos yihadistas -como el Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes (GSIM) afiliado a Al Qaida y el Estado Islámico en el Gran Sáhara (EIGS)- tuvieron como escenario el norte del país, en la frontera con Malí.Pero, con el tiempo, se extendieron a la capital y a otras regiones, principalmente del este y el noroeste.Desde 2015, las acciones violentas de los yihadistas causaron más de 1.200 muertos y más de un millón de desplazados.
Cerca de 30 hombres armados ingresaron al centro religioso y abrieron fuego contra los feligreses presentes. Seis personas, entre ellas el cura que oficiaba misa, murieron este domingo por la mañana en un atentado contra una Iglesia católica de Dablo, en el norte de Burkina Faso, informaron fuentes locales y de las fuerzas de seguridad. "Hacia las 9:00 a.m. (hora local), durante la misa, unos hombres armados irrumpieron en la Iglesia católica. Empezaron a disparar cuando los fieles trataban de huir", declaró el alcalde de Dablo, Usmane Zongo. Los atacantes "pudieron inmovilizar a algunos fieles. Mataron a cinco personas. El sacerdote que celebraba la misa también murió, elevando a seis el número de muertos", agregó. Según una fuente de seguridad, el ataque fue llevado a cabo por "un grupo de hombres armados estimando entre veinte y treinta". "Incendiaron la iglesia, luego comercios y un maquis (pequeño restaurant o bar), antes de dirigirse al centro de salud donde requisaron el local e incendiaron el vehículo de la enfermera jefa del puesto", agregó Zongo. Este ataque tiene lugar dos días después de la liberación en el norte de Burkina Faso de cuatro rehenes por parte de fuerza especiales francesas que perdieron dos hombres. Burkina Faso se enfrenta desde hace cuatro años a ataques cada vez más sangrientos y frecuentes, atribuidos a grupos yihadistas, entre ellos Ansarul Islam, el Grupo de Apoyo al Islam y a los Musulmanes (GSIM) y la Organización Estado Islámico del Gran Sahara (EIGS).
Se trató de un atentado combinado, que uso un carro bomba y disparos contra el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de ese país y la embajada de Francia. El asalto comenzó en la mañana del viernes, cuando varios grupos de hombres armados atacaron diferentes lugares del centro de la capital burkinesa. De momento, el ataque no había sido reivindicado. Burkina Faso ha sido blanco de varios ataques yihadistas desde 2015, pero nunca con tal nivel de organización. "Nuestro país volvió a ser blanco este viernes de las fuerzas oscurantistas", denunció la noche del viernes el presidente burkinés, Roch Marc Christian Kaboré, en un comunicado. Previamente, el gobierno burkinés había hablado de "un ataque terrorista perpetrado por hombres fuertemente armados no identificados". Ocho miembros de las fuerzas de seguridad murieron y más de 80 resultaron heridos, según un balance proporcionado la tarde del viernes por el ministro de Seguridad burkinés, Clément Sawadogo, quien precisó que ocho asaltantes fueron liquidados. Pero de acuerdo con varias fuentes de seguridad, al menos 28 personas murieron en el ataque contra el Estado Mayor. En el asalto a la embajada francesa no se registró ninguna víctima de esa nacionalidad, según fuentes diplomáticas. El presidente francés, Emmanuel Macron, reafirmó "la determinación y el compromiso pleno de Francia junto a sus partidarios del G5 Sahel en la lucha contra los movimientos terroristas". El presidente de Níger y líder de la fuerza regional antiyihadista G5 Sahel --compuesta por cinco naciones--, Mahamadou Issoufou, aseguró por su parte que los ataques "solo conseguirán reforzar la determinación del G5-Sahel y de sus aliados en la lucha contra el terrorismo". Primer coche bomba "Alrededor de las 10:00 a.m. hora local, unos asaltantes comenzaron a disparar contra la embajada de Francia y casi al mismo momento otro grupo, de forma coordinada, atacó el Estado Mayor general de las Fuerzas Armadas", detalló en una conferencia de prensa el ministro de Seguridad. A continuación, explotó un coche bomba cerca del Estado Mayor burkinés, un modus operandi inédito en Burkina Faso. "Los asaltantes emplearon un vehículo lleno de explosivos, con una enorme carga", subrayó Clément Sawadogo. En imágenes publicadas por los habitantes de Uagadugú en Twitter podían verse espesas columnas de humo negro elevándose sobre varios edificios. Hacia las 3:00 p.m. hora local, las autoridades lograron controlar la situación. El balance, según voceros gubernamentales, podría haber sido mucho mayor pues antes se pospuso una reunión prevista entre el jefe del Estado Mayor y militares. "La sala designada inicialmente [para la reunión], que quizás era el objetivo, quedó literalmente destruida por la explosión", explicó el ministro. A alrededor de un kilómetro del lugar, cinco hombres armados salieron de un vehículo y abrieron fuego contra unos viandantes antes de dirigirse hacia la embajada de Francia, según testigos. Una fuente en el interior de la delegación diplomática contó que cinco hombres armados habrían intentado entrar en el edificio, pero no lo lograron. Según las autoridades burkinesas, fueron "neutralizados". "Las fuerzas francesas en Burkina intervinieron en apoyo a la acción del ejército burkinés", afirmó el portavoz del Estado Mayor del Ejército francés, el coronel Patrick Steiger. La fiscalía de París abrió una investigación por intento de asesinato terrorista.
Gloria Cecilia Narváez es buscada en zona fronteriza de Costa de Marfil y Burkina Faso. Como “una misionera feliz e incansable” la describen.
Disparos esporádicos y fuertes explosiones se escucharon en el centro de la ciudad, donde soldados en vehículos militares persiguen a los miembros de la oposición que intentan concentrarse para protestar en contra del pronunciamiento.A primera hora de la mañana, varios grupos de la sociedad civil y sindicatos llamaron a sus simpatizantes a movilizarse y resistir el golpe, a pocas semanas de unas elecciones llamadas a poner fin a la transición civil iniciada tras la dimisión del exdictador Blaise Compaoré.Una persona murió tras ser tiroteada en la carretera que lleva al hospital Yalgado Ouedraogo, el principal de la capital, donde también fueron atendidos varios manifestantes por heridas de bala, según fuentes sanitarias.Los sindicatos han llamado a una huelga general indefinida en todo el país para protestar por el levantamiento militar y exigir el desmantelamiento del Regimiento de Seguridad Presidencial (RSP) o guardia presidencial, cuerpo que secuestró ayer a los líderes de la transición.Dirigentes de la oposición, muchos de ellos candidatos en las elecciones previstas para el 11 de octubre, acordaron reunirse para adoptar una postura común.La nueva autoridad establecida por los golpistas, denominada Consejo Nacional para la Democracia, confirmó este jueves la disolución del Gobierno de transición y la obligada renuncia de su presidente, Michel Kafando, quien permanece desde el miércoles en "arresto domiciliario" junto al primer ministro.El Gobierno de transición se instauró en noviembre del pasado año, después de que una revuelta popular pusiera fin a los 27 años de mandato del presidente Blaise Campaoré, cuyo exjefe de Estado Mayor, el general Gilbert Diendéré ha sido proclamado líder del consejo golpista.La primera medida de Diendére ha sido cerrar las fronteras terrestres, marítimas y aéreas, así como establecer un toque de queda para la población.
El presidente de Burkina Faso, Blaise Compaoré, anunció este viernes que abandona el poder del país para permitir la organización de elecciones en el plazo de 90 días, según una declaración leída en la televisión burkinesa."Yo declaro que el poder queda vacante para permitir la organización de elecciones justas y democráticas en 90 días", afirmó Compaoré en un comunicado firmado por él mismo, tras las masivas protestas ciudadanas y de la oposición que exigieron hoy su marcha.Compaoré justificó su decisión en "la degradada situación sociopolítica y la amenaza de división dentro de nuestro Ejército". El mandatario explicó que había decidido aplicar el artículo 43 de la Constitución burkinesa, que regula la inhabilitación temporal o permanente del presidente. Según testigos, Compaoré ha abandonado el Palacio de Kosyam y viaja en un convoy militarizado en dirección a Pô, una localidad situada a unos 175 kilómetros al sur de la capital y muy próxima a la frontera con Ghana.El coronel del Régimen de Seguridad Presidencial Issaac Zida, fue el primero en anunciar la dimisión del presidente ante decenas de miles de manifestantes que reclamaban la marcha del jefe de Estado en la Plaza de la Nación en la capital, Uagadugú. Zida, sin revelar su paradero, aseguró que Compaoré se encontraba "en un lugar seguro", en declaraciones recogidas por el portal de noticias "Burkina 24"."El poder pertenece al pueblo y es él el que decidirá las acciones a seguir", manifestó el coronel, quien también aseguró que todos los cuerpos del Ejército "están del lado del pueblo".Las protestas contra Compaoré, que lleva en el poder desde 1987 tras protagonizar un golpe de Estado en el que murió su antecesor, Thomas Sankara, arrancaron hace dos días, cuando miles de personas se manifestaron en la capital al grito de "Veintisiete años es suficiente", en alusión al tiempo que lleva Compaoré en el poder.Ayer, las protestas se extendieron e intensificaron en todo el país, especialmente en Uagadugú, donde se desató el caos cuando centenares de manifestantes asaltaron e incendiaron el Parlamento de en protesta por la votación de la enmienda constitucional. Desde su independencia en 1960 hasta la llegada de Campaoré a la presidencia en 1987, la historia de Burkina Faso, antes conocido como Alto Volta, se ha caracterizado por una sucesión de golpes de estado.
El mandatario, que lleva 27 años en el poder, desafió a los manifestantes tras la reforma constitucional que impulsó para prolongar su mandato.
Hallan caja negra del avión que se estrelló en Mali
No hay sobrevivientes de avión siniestrado en Burkina Faso