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El proceso que durante años fue presentado como uno de los más avanzados para la liberación de un oso andino en Colombia terminó de forma inesperada y dolorosa. Tamá, el oso que permaneció 11 años bajo cuidado humano tras ser rescatado en condiciones de orfandad, murió este miércoles 17 de diciembre de 2025 durante el traslado aéreo que lo llevaría de regreso a su hábitat natural, en el Parque Nacional Natural Tamá, en el departamento de Norte de Santander.
La información fue confirmada por Parques Nacionales Naturales de Colombia (PNNC) y la Fundación Parque Jaime Duque, entidades responsables del proceso de rehabilitación y liberación, que confirmaron que Tamá "no alcanzó a conocer la libertad". De acuerdo con el reporte oficial, el fallecimiento ocurrió en horas de la tarde, mientras el animal era transportado en una aeronave que había partido desde Cúcuta hacia el área protegida donde se tenía prevista su liberación.
Según explicaron las autoridades, durante el vuelo se presentaron condiciones meteorológicas adversas que impidieron el aterrizaje en el punto definido previamente. Ante el riesgo que representaba continuar la operación, la tripulación decidió regresar al aeropuerto Camilo Daza, en Cúcuta, con el objetivo de proteger tanto la vida del animal como la del equipo humano que lo acompañaba.
Fue durante este trayecto de retorno cuando Tamá comenzó a presentar signos de dificultad respiratoria. El oso viajaba con personal médico especializado y bajo monitoreo permanente. De acuerdo con el comunicado, la atención fue inmediata y se aplicaron los protocolos médicos establecidos, incluyendo maniobras de reanimación. Sin embargo, el animal no respondió a los procedimientos y su muerte fue confirmada antes del aterrizaje.
Una vez en tierra, las entidades responsables informaron que se realizaron los acercamientos con las autoridades ambientales competentes para definir el procedimiento a seguir y adelantar las investigaciones que permitan esclarecer las causas exactas del deceso. Estas deberán ser determinadas por equipos científicos y técnicos especializados.
Tamá había iniciado formalmente su proceso de liberación el martes 16 de diciembre, cuando fue trasladado desde el Santuario del Oso de Anteojos, ubicado en Guasca (Cundinamarca), hasta el Parque Jaime Duque, donde pasó la noche como parte de la logística del viaje. Durante ese recorrido, según los reportes oficiales, no se registraron alteraciones clínicas ni señales de alerta en su estado de salud.
Previo al traslado, el oso fue sometido a múltiples evaluaciones médicas y comportamentales, en cumplimiento de los protocolos nacionales e internacionales para la rehabilitación y liberación de fauna silvestre. Las entidades involucradas señalaron que Tamá cumplía con las condiciones necesarias para regresar a la vida en libertad y que su proceso había sido acompañado durante tres años por equipos técnicos especializados.
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El plan contemplaba su liberación en el Parque Nacional Natural Tamá, un área protegida ubicada en zona de frontera entre Colombia y Venezuela, considerada estratégica para la conservación del oso andino por la extensión de sus ecosistemas, la disponibilidad de alimento y el buen estado de sus coberturas naturales. Como parte del seguimiento posterior, Tamá portaba un collar de telemetría satelital que permitiría monitorear su adaptación y desplazamientos tras la liberación.
El proceso contó con la participación de múltiples instituciones, entre ellas Parques Nacionales Naturales de Colombia, la Fundación Parque Jaime Duque, el Santuario del Oso de Anteojos, la Fundación Wii, la CAR Cundinamarca, Corpoguavio, Corponor e Inparques Venezuela, además de apoyo logístico de una empresa privada de aviación. "Para PNNC y Fundación Parque Jaime Duque, cada vida es valiosa y este desenlace ocasiona profunda tristeza al equipo de las entidades, las organizaciones comprometidas en su rehabilitación, traslado, liberación que genera reflexiones y aprendizajes", indicó Parques Nacionales en un comunicado.
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El oso andino, también conocido como oso de anteojos, es el único oso nativo de Sudamérica y se encuentra clasificado como Vulnerable en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Entre las principales amenazas que enfrenta se encuentran la pérdida y fragmentación de su hábitat, la expansión de la frontera agrícola y los conflictos con comunidades humanas.
VALENTINA GÓMEZ GÓMEZ
NOTICIAS CARACOL
vgomezgo@caracoltv.com.co