Durante el proceso judicial contra Gustavo Yabrudi, detenido por este delito, se destapó el ventilador que salpica a un ejemplar investigador. Yabrudi, quien era informante del organismo, se declaró culpable y dijo estar dispuesto a cooperar. En su expediente se alude, sin nombre propio, a un agente de la DEA con quien Yabrudi se habría asociado para lavar más de 7 millones de dólares de narcotraficantes colombianos. Funcionarios policiales revelaron a la agencia de noticias AP que el agente en mención sería José Irizarry, un funcionario modelo casado en Cartagena y reconocido en la DEA por sus exitosas investigaciones. Y no sólo se habrían lucrado ellos. Se cree que también se benefició Diego Marín, señalado de ser el rey del contrabando en Colombia, quien es pariente de esposa de Irizarry. Al parecer, con el dinero de sus actividades ilegales el agente adquirió las mismas prácticas de ostentación de los narcos que debía combatir. Las polémicas declaraciones se dieron en la Corte Federal del Distrito Medio de Florida, en Tampa.