"Estamos de vuelta, oh amor mío": célebre estribillo árabe cantado por artistas que repudian que el grupo extremista prohibiera canciones y tocar instrumentos.
Unos 2.000 combatientes extremistas resisten en la ciudad, completamente rodeados. Se teme que se defiendan hasta el final multiplicando ataques suicidas.
Sus pañuelos multicolores parecen alegrar los camuflados. Están a sólo 20 kilómetros de Raqa, considerado el corazón del Estado Islámico. Con poco más de 20 años, no sólo desafían a los yihadistas, también los prejuicios de sus propias comunidades.
En Irak, en medio de la tragedia de la guerra, se produjo una historia de esperanza: la de de un niño que volvió con sus seres queridos un año y medio después de ser raptado por miembros del Estado Islámico.