El general retirado Miguel Maza Márquez, director del DAS entre 1985 y 1991, llegó a ser uno de los hombres más poderosos de Colombia a finales del siglo pasado. Hoy está preso, purgando una condena a 30 años impuesta por la Corte Suprema de Justicia por su participación en el magnicidio de Luis Carlos Galán, pero también responde ante la JEP, donde atiende los llamados por las investigaciones sobre el exterminio de la Unión Patriótica.En otros temas: Nuevo motín en una cárcel de Ecuador deja 12 muertosEntre las deudas con la justicia, Maza Márquez también tiene el pago de 1.500 millones de pesos de los tres mil millones con los que el Consejo de Estado condenó a la nación por el injusto encarcelamiento de Alberto Júbiz Házbun, Héctor Cepeda y Norberto Hernández. Ellos estuvieron presos durante más de tres años, señalados falsamente por la Policía y el DAS que Maza Márquez dirigía de haber asesinado a Galán. Ese dinero se debe pagar a las familias de las víctimas. Y aunque Maza Márquez contaba con los recursos para pagar la indemnización, las cosas cambiaron repentinamente.La unidad investigativa de Noticias Caracol accedió a las declaraciones de renta de Maza Márquez durante los últimos 20 años. Los registros de la DIAN muestran que el exdirector del DAS pasó de tener un capital de 2019 millones de pesos en 2015, a 159 millones en 2016. En apenas un año, la fortuna de Maza Márquez se redujo a una doceava parte. Esa disminución abrupta de su patrimonio se dio justo después de la condena del Consejo de Estado que ocurrió en el 2014. Es decir, Maza Márquez se quedó sin plata justo cuando tenía que indemnizar a los inocentes por la injusta privación de la libertad.“A mi tío lo tomaron como chivo expiatorio en una redada porque había que buscarle un culpable a esto. Y lo tuvieron preso 42 meses. A raíz de eso se decidió presentarle una demanda al Estado”, dice Nellib Júbiz, sobrino de Júbiz Házbun, quien murió en 1998, cuando empezaba el tortuoso proceso de reparación por su encarcelamiento.Su familia hoy completa ocho años a la espera de la indemnización. Pero ni el Estado le ha pagado a la familia, ni Maza al Estado. “Se muere mi tío primero, después se muere mi abuelo, el padre de él. Después se muere mi abuela, la madre de él. Después se muere un tío médico, hermano de él. Después se muere mi hermano mayor. Después de muere mi padre, también esperanzado en esto. Mi pregunta es esta: ¿Cuántos más tenemos que enterrar en la familia para que el Estado por lo menos se pellizque y nos diga sí señores, hay que pagarles?”, se pregunta Nellib Júbiz.Maza Márquez le dijo a Noticias Caracol que él no tuvo nada que ver con el injusto encarcelamiento de Júbiz Házbun y los demás, y que espera que así lo confirme el Consejo de Estado, que actualmente estudia un recurso extraordinario que el general retirado interpuso contra la condena.“Eso no se ha definido. Yo tengo un abogado que presentó los respectivos alegatos en el consejo de Estado, el Consejo de Estado no se ha pronunciado, pero vuelvo y le digo, no tuve nada que ver con Júbiz Hazbún, se comprobó que fue el general Peláez. Ahí hubo un error procesal, que es lo que hay que corregir”, afirmó el general retirado.Según las declaraciones de renta de Maza, su patrimonio creció sostenidamente durante 15 años. En 2001 era de 534 millones de pesos y llegó a más de 2.000 millones en 2015. La caída repentina obedece en buena medida a la repartición de bienes tras el divorcio con su esposa Isolda Álvarez. Lo llamativo es que la demanda de divorcio fue radicada el 11 de junio de 2014, como muestran los registros del juzgado 20 de familia de Bogotá, apenas cinco meses después de que Maza fue condenado a pagar la indemnización.La sentencia que ordenó la partición de los bienes fue emitida en octubre de 2015, y dejó la mayor parte del patrimonio de ese matrimonio en manos de Isolda Álvarez. Lo que le quitó a Maza Márquez la capacidad de responder económicamente ante las víctima. De hecho, hoy el general apenas tiene a su nombre dos lotes tumbas en un cementerio. Él, por su parte, dice que no está escondiendo su patrimonio, y que el dinero se le agotó pagando a los abogados que lo han defendido.Dos años después de la condena del Consejo de Estado, en noviembre de 2016, el general Maza perdió otra batalla judicial. La Corte Suprema lo condenó a 30 años por el crimen de Luis Carlos Galán. Según el alto tribunal, el general retirado habría debilitado intencionadamente el esquema de seguridad del precandidato liberal, que fue baleado por sicarios en agosto 1989.Maza Márquez y su familia dijeron públicamente que esa sentencia, para un hombre sobre los 80 años, equivalía a cadena perpetua. Entonces Maza Márquez se jugó su última carta: se sometió ante la JEP esperando que, a cambio de colaboración, le otorgaran la libertad. En su postulación a la JEP, en 2018, Maza hizo énfasis en su insolvencia económica para responderle a las víctimas del caso Galán.JEP vinculó formalmente a Miguel Maza Márquez al caso por exterminio de la UPEn el documento de la justicia especial, Maza dijo: “Infortunadamente, tras un proceso penal que se ha extendió por más de diez años, en los cuales he sufrido tragedias personales que superan por mucho el dolor y la angustia que me ha generado esta actuación, como lo fue el homicidio de mi hijo mayor, no me queda fuente alguna de recursos distinta de mi asignación de retiro como oficial de la Policía Nacional. Por lo demás, estoy seguro que para los familiares de quienes fallecieron el 18 de agosto de 1989, conocer la verdad de los hechos será una medida de satisfacción mucho mayor que la obtención de una indemnización económica”.Pero los Júbiz siguen firmes en recibir la indemnización que ordenó la justicia. “El mensaje que yo les mando es hombre, reconozcan lo que es, ya están cogidos, qué van a seguir defendiéndose, están defendiendo lo indefendible. Vamos a pagar, ya, paguen, no hay ningún problema, y se acabó. Yo los invito a ellos a que lo hagan”, dice Nellib Júbiz.Hoy Maza Márquez no solo purga la condena por el magnicidio de Galán, sino que la JEP lo ha llamado a declarar en las investigaciones por el exterminio de los miembros de la Unión Patriótica, crímenes en los que estarían involucrados varios agentes del DAS, y en los que también hay miles de víctimas que no solo esperan la verdad, sino una justa reparación económica por sus padecimientos.
La Nación, el Ministerio de Defensa y la Policía Nacional recibieron una nueva condena, esta vez por la muerte de un concejal de Soacha durante el atentado a Luis Carlos Galán.Ladrón armado irrumpió en un salón de clases y le apuntó a profesora para robarle el celularLa víctima fue Julio César Peñaloza Sánchez, quien era el maestro de ceremonias del evento y candidato al Concejo por el partido de Galán.La decisión se fundamenta en la tesis de que hubo fallas en el servicio del extinto DAS, reflejadas en el cambio de escoltas que no eran idóneos, lo que facilitó el atentado.Caen 24 hombres del Clan del Golfo: uno intentó huir por el techo y otro lanzándose al marLa esposa y las dos hijas de Peñaloza podrían recibir 300 salarios mínimos cada una por daños y perjuicios.
Juan Manuel Galán, precandidato presidencial de la coalición Centro Esperanza por el Nuevo Liberalismo, visitará la plaza pública del municipio de Soacha, lugar donde fue asesinado su padre, Luis Carlos Galán, en 1989.Jurados de votación: ¿a qué hora deben llegar a las urnas?El evento se llevará a cabo este domingo, 6 de marzo, para continuar con su campaña de cara a las consultas interpartidistas que definirán los candidatos presidenciales.En medio de la convocatoria surgieron algunas versiones que hablan de presuntos pagos para quienes asistan al acto político.Ante la polémica que causaron las acusaciones, Juan Manuel Galán optó por pedirle explicaciones a la agencia logística que fue contratada para el evento. Invitó a verificar que ni el Nuevo Liberalismo ni su equipo de campaña “han realizado una solicitud tan absurda”.El precandidato fue enfático en que “no pagamos para llenar plazas”.¿Por qué sería mejor presidente que sus compañeros?: candidatos de Centro Esperanza responden
La última vez que el Nuevo Liberalismo logró representación en el Congreso antes de su desaparición fue en 1986. Luego de una larga lucha, obtuvo de regreso la personería jurídica y la encargada de liderar la maratónica labor de revivir las banderas en el Legislativo es la periodista Mábel Lara, que desde ya tiene claro lo que busca en el Congreso.“Mientras el centro está enredado en la mecánica electoral, los extremos se fortalecen”: Mábel Lara“Poder llevar renovación al Congreso un poco, reconocer que la gente ha hecho de lo público un oficio cuando debería ser un servicio. Se han quedado aquí como si esto fuera una monarquía”, dice Mábel Lara.Evocando a Luis Carlos Galán, explica por qué cambió los micrófonos y las cámaras de televisión por los atriles y el proselitismo.“Yo lo que creo es que Luis Carlos Galán invitaba a quienes no hemos hecho política a que nos metiéramos en este ejercicio de lo público y, además, si hay un partido para los periodistas debería ser el Nuevo Liberalismo, de un hombre que además fue periodista”, agrega Lara.“Queremos ser el primer partido de mujeres feministas de la historia”: Elizabeth GiraldoQue hoy Mábel Lara y los otros integrantes de la lista del partido puedan aparecer en el tarjetón al Senado y Cámara es gracias a un largo proceso jurídico en parte liderado por los hijos de Galán, a quienes los más críticos les cuestionan no defender las ideas de su padre.“Es un reto inmenso, porque muchísima gente se frustró por la desaparición del Nuevo Liberalismo en los años 80 y que la corte haya devuelto la personería y permita que este partido vuelva a participar en la política pues es una noticia muy positiva. Pero también un reto inmenso defender aquellas ideas que defendió el nuevo liberalismo en los años 80”, indica Carlos Fernando Galán.Juan Manuel Galán y Carlos Amaya: el nuevo enfrentamiento en la Coalición de la EsperanzaEn las listas se ven además caras nuevas como la de la Yolanda Perea, víctima del conflicto y lideresa social del Chocó. También la integran viejos conocidos y coequiperos de Luis Carlos Galán como Guillermo Pérez, Hugo Velásquez y Bernardo Ordóñez.
Carlos Fernando Galán renunció al Concejo de Bogotá para enlistar el partido de su padre, el Nuevo Liberalismo, que recientemente fue revivido por la Corte Constitucional.“Creo que tengo una responsabilidad de contribuir para que ese partido tenga un resultado positivo e inicie una nueva etapa que lo lleve a representar y a interpretar a los colombianos como hoy no se sienten representados, entonces esa responsabilidad me hace sentirme obligado a dedicarme exclusivamente al partido en este momento”, señaló el hijo del desaparecido líder político Luis Carlos Galán.Reversazo: Iván Marulanda ya no se irá para el Nuevo Liberalismo y seguirá en la Alianza VerdeLa tarea de Carlos Fernando Galán sería comenzar a organizar las listas al Senado y a la Cámara de Representantes.
Este martes se cumplen 32 años del magnicidio de Luis Carlos Galán, uno de los líderes políticos más importantes de la historia del país. El 18 de agosto de 1989, en la plaza central de Soacha, ocurrió el crimen que marcó una época en la historia de Colombia. Uno de sus herederos políticos es Carlos Fernando Galán, concejal de Bogotá, quien dio su visión del proyecto político del asesinado candidato en la Colombia de hoy.Le puede interesar: Hernández, Galán y la caída de Petro: análisis de los resultados de la encuesta Invamer¿Cómo ve Carlos Fernando Galán el futuro del país? Vea aquí la entrevista completa.
El movimiento político del inmolado candidato presidencial Luis Carlos Galán, el Nuevo Liberalismo, obtuvo nuevamente la personería jurídica por decisión de la Corte Constitucional.La sala plena de esa alta corporación dio una votación de 8 a 0 a una ponencia del magistrado Jorge Enrique Ibáñez, que buscaba revivir al Nuevo Liberalismo.Vea además: La cruzada de la familia de Luis Carlos Galán por revivir el Nuevo LiberalismoEl movimiento quedaría bajo la batuta de los hermanos Carlos Fernando y Juan Manuel Galán, hijos de Luis Carlos Galán.Los líderes del movimiento, abanderados por Gloria Pachón de Galán, viuda del inmolado líder del Nuevo Liberalismo, habían emprendido una batalla jurídica para revivir el partido de su padre y señalaron que en los acuerdos de paz se abría la puerta para que los movimientos políticos desaparecidos a causa del conflicto armado tenían derecho al restablecimiento de su personería jurídica para alcanzar una democracia participativa.Por medio de un comunicado, los líderes del Nuevo Liberalismo celebraron la decisión de la Corte Constitucional. "Celebramos la decisión de la Honorable Corte Constitucional de reconocer la Personería Jurídica del Nuevo Liberalismo, porque responde a la aspiración de millones de ciudadanos que durante muchos años, inspirados en sus principios de democracia, han querido expresarse y participar en la construcción de una nueva sociedad".El escrito fue firmado por un grupo de seis ciudadanos, entre quienes se destaca Gloria Pachón de Galán.
El entrevista con Noticias Caracol Ahora, el hijo de Luis Carlos Galán, candidato presidencial asesinado el 18 de agosto de 1989, dijo es el momento de una profunda reflexión para quienes como él, han sido parte del poder y el establecimiento.Carlos Fernando Galán, dijo que es claro que en Colombia hay víctimas de primera y segunda clase. Estas últimas luchando contra la violencia y desigualdad en el país. Estas declaraciones se producen en medio de duras protestas en el país, que hacen parte del Paro Nacional, que está por cumplir un mes. Aquí la entrevista con el Concejal Galán.
El exsenador Juan Manuel Galán y su familia andan en la cruzada por revivir el Nuevo Liberalismo, la plataforma política que fundó Luis Carlos Galán y que constituyó un baluarte de esperanza en la Colombia rota de los años ochenta, gobernada entonces en la tras escena por los sicarios y las mafias.“Hubo un exterminio de los integrantes del movimiento. Más de 50 líderes, militantes, exalcaldes, exconcejales del Magdalena Medio, de Puerto Boyacá y del Urabá antioqueño, junto con Rodrigo Lara, Luis Carlos Galán, Jorge Enrique Pulido, Guillermo Cano, que eran militantes del Nuevo Liberalismo, fueron asesinados y sus crímenes han venido siendo declarados de lesa humanidad por la justicia. Ese exterminio fue perpetrado por los mismos exterminadores de la Unión Patriótica”, aseveró Juan Manuel, hijo del asesinado líder del movimiento, Luis Carlos Galán.Narco-micoDesde noviembre de 2017, la familia Galán emprendió esta batalla jurídica bajo dos tesis: primero, que el narcoparamilitarismo ejecutó un plan criminal sistemático para silenciar a líderes y militantes del Nuevo Liberalismo, desde el exministro Rodrigo Lara Bonilla (asesinado el 30 de abril de 1984) y los periodistas Guillermo Cano (asesinado el 17 de diciembre de 1986) y Jorge Enrique Pulido (asesinado en noviembre de 1989), entre muchos otros, hasta el magnicidio del propio Luis Carlos Galán, ocurrido el 18 de agosto de 1989.El segundo reclamo es que el Estado le hizo trampa al Nuevo Liberalismo porque en 1988, en virtud de un pacto político con el Partido Liberal, Luis Carlos Galán canceló la personería de esa colectividad.Pero lo hizo bajo dos condiciones inmodificables: una reforma constitucional que incluyera las tesis que defendía su movimiento y una consulta popular para elegir al candidato del liberalismo para la presidencia.Ambos acuerdos se incumplieron a rajatabla: a la reforma le colgaron un ‘narco-mico’ a última hora y el gobierno de Virgilio Barco decidió retirar la iniciativa, y la consulta no se dio porque a Galán lo asesinaron.Uno de sus verdugos era miembro de la cúpula del poder del Partido Liberal en esa época: Alberto Santofimio Botero, condenado a 24 años de prisión por este crimen.“Agentes del liberalismo, miembros del liberalismo, hicieron parte de un complot para impedir que se realizara esa consulta y para impedir que Luis Carlos Galán llegara a la presidencia asesinándolo (...); se trata simplemente de reconocer que ahí hubo una traición en ese capítulo de la historia que llevó precisamente a la trampa de que el Nuevo Liberalismo dejara de existir y desaparecerlo”, señaló, todavía con amargura en el alma, el hoy senador Iván Marulanda.Marulanda era entonces militante del Nuevo Liberalismo y fue testigo de cómo la mafia de Los Extraditables intimidó y acorraló y asesinó a los miembros de esa colectividad. Por eso, le resulta inaudito que tanto el Consejo Nacional Electoral como el Consejo de Estado hayan impedido revivir el Nuevo Liberalismo simplemente asegurando que Galán canceló por voluntad propia la personería de su movimiento, olvidando que ello sí ocurrió pero en el marco de un acuerdo político al que le hicieron conejo.“Yo vivía prácticamente en la clandestinidad, dormía en un lugar distinto cada semana o cada dos días, cada tres días, en casas de amigos, en casas que me prestaban, en hoteles, sin poder estar con los hijos, que eran niños y corrían un riesgo enorme andando conmigo, separado de la familia. Era una vida muy azarosa y hubo una persecución obstinada y cruel contra la integridad física y moral de un grupo político, hasta que lo extinguieron”, añadió.Por su parte, Juan Manuel Galán sostuvo que los fallos del CNE y del Consejo de Estado, que negaron la personería jurídica del Nuevo Liberalismo son absurdos. “Eso niega el engaño que sufrió el Nuevo Liberalismo cuando hizo unos acuerdos con el Partido Liberal fundamentados claramente en un proyecto de reforma constitucional, en una consulta popular o elección primaria para escoger el candidato presidencial y una agenda legislativa con el gobierno Barco. Eso se frustró porque miembros del Partido Liberal en el Senado le introdujeron a la reforma constitucional un mico sobre la extradición, sobre someter la extradición a referendo y Carlos Lemmos Simmons, a finales del año 89, tuvo que hundir la reforma para evitar que pasara semejante adefesio”, explicó Juan Manuel.Galán agregó cómo fue que se buscó acabar la colectividad política que creó su padre: “El exterminio del Nuevo Liberalismo tiene cuatro grandes componentes: el primero es el narcotráfico puro y duro, el cartel de Cali, el cartel de Medellín, que se empezó a dotar de un brazo militar. Y aquí viene el segundo componente: el paramilitarismo. Los entrenamientos de Yair Klein en el Magdalena Medio con participación del DAS, de miembros de la Policía, pero, sobre todo, de miembros del Ejército del Batallón Bárbula de Puerto Boyacá. El tercer componente fueron los políticos al servicio del narcotráfico, financiados por el narcotráfico, asesores del narcotráfico, que también terminaron con nexos con miembros del paramilitarismo. Y el cuarto, los organismos de seguridad del Estado, donde en el caso del exterminio de la Unión Patriótica y del Nuevo Liberalismo participaron miembros del DAS, la Policía y el Ejército”.La última palabra sobre este caso la tiene la Corte Constitucional, que hoy estudia una tutela interpuesta por la familia Galán.Noticias Caracol conoció un auto de pruebas del magistrado Jorge Enrique Ibáñez, ponente del proceso, que busca constatar los reclamos de los Galán, si hubo similitudes entre el genocidio de la UP y los crímenes contra el Nuevo Liberalismo y determinar de una buena vez si a Luis Carlos Galán lo traicionaron, algo que no duda su esposa, Gloria Pachón.“La recuperación del Nuevo Liberalismo sería una nueva vía de expresión para la democracia en Colombia, indudablemente, pero sobre todo para la cantidad de colombianos que no solamente acompañaron a Luis Carlos Galán en su lucha política, sino a los jóvenes que en este momento también están desencantados de la política y no encuentran el camino para expresarse democráticamente”, manifestó.En este contexto, el magistrado Ibáñez les ordenó a la Fiscalía y a la Procuraduría que le envíe cuanto antes el estado de las investigaciones penales y disciplinarias en relación con 24 víctimas del Nuevo Liberalismo, entre exministros, exconcejales, exalcaldes y exdirigentes de Córdoba, Meta, el Magdalena Medio y Puerto Boyacá.También solicitó todos los documentos que analicen las conexiones entre los crímenes de la UP y el Nuevo Liberalismo y las evidencias de las alianzas políticas que hicieron estos dos movimientos para las elecciones de 1986 en regiones como Tolima, Santander, Chocó, Caquetá y Arauca.Expediente clavePor último, pidió datos sobre un expediente clave: "Información sobre el estado de los procesos en relación con el atentado contra el avión de Avianca hk-1803, el 27 de noviembre de 1989".Ese día murieron 107 personas tras una bomba que el cartel de Medellín le puso a la aeronave. Al parecer, el objetivo era César Gaviria, quien había recogido las banderas de Luis Carlos Galán tras su asesinato.Hoy, como cosa paradójica, Juan Manuel Galán busca revivir el movimiento de su padre porque no encontró espacios en el Partido Liberal que dirige Gaviria.Galán está convencido de que tarde o temprano el Nuevo Liberalismo regresará a la arena política, pero también sabe que si la Corte Constitucional se demora mucho en definir esa tutela, aun dándoles la razón, no podría participar con sus listas en las elecciones de 2022.Fuentes enteradas del alto tribunal le dijeron a este noticiero que es muy probable que la primera semana de junio haya humo blanco en este caso.
La Fiscalía General de la Nación llamó a indagatoria a dos oficiales retirados de la Policía Nacional por el magnicidio del candidato presidencial Luis Carlos Galán.Los citados son el general Carlos Enrique Rodríguez González y el coronel Fernando Calvache Reyes.El primero se convirtió, hace apenas un año, en el cuarto general escuchado por el ente judicial en la investigación por el magnicidio perpetrado en agosto de 1989.La Fiscalía General busca que explique el operativo de captura contra varias personas que no tenían que ver con los hechos, es decir, de dónde sacó la Policía la información que llevó a las detenciones y quién dio las órdenes para las mismas.En el 2019, la Procuraduría General le había pedido al ente judicial que lo vinculara formalmente al proceso.Pero el llamado a indagatoria es también contra el coronel retirado Fernando Calvache Reyes, quien ahora trabaja en la Fiscalía y para la época del magnicidio de Galán era el jefe de la Sijín de la Policía en Cundinamarca.Un testigo lo relacionaba con ‘el Mexicano’, alias del extinto narcotraficante Gonzalo Rodríguez Gacha.En abril de 2017, la Fiscalía 39 de la dirección de contexto consideró que no había motivos para seguir las pesquisas contra Calvache Reyes, pero la investigación fue reabierta.