En un pequeño pueblo de Connecticut, Estados Unidos, la colombiana Nathalie Jacob y su esposo Simon Gilbert reconstruyeron su vida tras una experiencia que los cambió para siempre. Ella, una colombiana exitosa, políglota, con una maestría en Administración de Empresas y una carrera brillante en diferentes multinacionales, pasó de liderar equipos y manejar finanzas a no poder escribir su nombre ni reconocer los números. Todo comenzó con un accidente aparentemente inofensivo mientras esquiaba, pero terminó revelando un diagnóstico que cambiaría su vida para siempre: un tumor cerebral.“Iba bien rápido, sin casco, no me pasó nada, pero por si acaso cuando regresé a Miami me fui a revisar el dedo porque el dedo lo tenía morado”, relató Nathalie a Los Informantes en el 2023. Lo que parecía una simple revisión médica terminó en una noticia inesperada: “tienes un meningioma intraventricular, recomendamos que te lo quites lo más rápido posible porque está creciendo”, recordó.La cirugía fue programada con rapidez. El pronóstico era optimista: recuperación en tres semanas, bajo riesgo de complicaciones. Pero la realidad fue otra. “Entré esa cirugía y cuando me desperté no podía leer, no podía escribir, no podía sumar dos más dos, no podía parar de reírme porque yo estaba yo ahí sentada en la cama y no podía ni siquiera escribir mi nombre”, contó.En el cerebro de una niña de ocho añosLa operación, que debía ser un procedimiento sin mayores complicaciones, le dejó secuelas profundas. Nathalie despertó con una desconexión total de sus habilidades cognitivas. “Me dan un lápiz y me dicen que escriba mi nombre y yo dibujo un círculo”, recordó. Su percepción del mundo se alteró por completo: “me dicen ‘¿qué número tiene esa puerta?’ y yo ‘ocho’, entonces me llevan al siguiente cuarto y me dicen ‘¿y ese?’ y yo ‘ocho’”.Ese número, el ocho, se convirtió en símbolo de su nueva vida. “Por eso el título de mi libro es 8: redescubriendo la vida después de un tumor cerebral”, explicó. En numerología, el ocho representa nuevos comienzos, y para Nathalie, fue exactamente eso: un renacer.“El cerebro se convirtió en cerebro de una niña de dos años y fue espectacular porque era ver la vida como una niña de dos años, yo lo único que quería era que me dieran libros para colorear y durante horas yo coloreaba feliz”, relató.La vida después de la cirugíaSimon, su esposo, quedó en shock al verla salir del quirófano. Ella, una mujer que hablaba tres idiomas, tenía una maestría y había vivido en más de cinco países ahora no podía reconocer su entorno ni caminar sin tropezarse. “Recién llegaba a la casa me estrellaba con todas las paredes, no podía servir una taza de agua, me caía en un escaloncito”, recordó Nathalie.Además de perder habilidades cognitivas, perdió parte de su visión. “Los ojos están perfectos, es el cerebro que no reconoce que ve, entonces yo no veo nada con los dos ojos hacia la derecha”, explicó. Esta condición, conocida como hemianopsia, la dejó con una discapacidad invisible pero profundamente limitante.El síndrome raro y la lucha por reaprenderLo que Nathalie experimentó fue un síndrome neurológico extremadamente raro. “Es como un síndrome que pasó después de la cirugía y es algo extremadamente raro o exótico que pase”, afirmó. Este trastorno afectó su lenguaje, su capacidad para hacer cálculos simples y hasta su orientación espacial.Pero Nathalie no se rindió. Se obsesionó con reaprender, letra por letra, lo que su cerebro había olvidado. “Con mucho esfuerzo logré volver a escribir y a leer otra vez, pero después llega un tiempo donde uno tiene una curva de recuperación, pero llega a un techo que ya no recuperas más”, explicó. Aunque logró sumar, nunca pudo volver a multiplicar ni dividir.De la independencia a la dependenciaLa pérdida de sus habilidades cognitivas también significó un cambio radical en su vida profesional y personal. “Perder mi cerebro era perder esa independencia”, confesó. De ser la principal proveedora del hogar, pasó a depender económicamente de su esposo. Su rol en la familia cambió, y con ello, su identidad.Aunque físicamente parece recuperada, su cerebro se fatiga con facilidad. Tareas simples pueden convertirse en desafíos abrumadores. Aunque se le vea moverse de un lado al otro, su cerebro se fatiga con facilidad y algo muy sencillo se le convierte en una tormenta.La maternidad, un nuevo motor de su vidaEn medio de la adversidad, Nathalie encontró una nueva motivación: su hija. La maternidad, lejos de ser un obstáculo, se convirtió en un nuevo e inspirador propósito. Natalie convirtió su discapacidad en una oportunidad para tener más tiempo con su hija y también para ayudar a otros.Nathalie decidió compartir su historia, sin miedo a mostrar sus debilidades. Creó grupos de apoyo en Facebook que hoy reúnen a más de 10.000 personas. También da charlas y entrevistas, y escribió un libro para que su hija, algún día, entienda todo lo que vivió.“Haber pasado por una experiencia así es tremenda lección de humildad, entonces descubrí que lo que me gusta y lo que me hace feliz hoy en día es ayudar a las otras personas”, concluyó.La historia de Nathalie Jacob es recordatorio de que, incluso cuando la vida se vuelve un ocho, siempre hay una forma de volver a empezar.
La desaparición de Tatiana Hernández, estudiante de Medicina de 23 años, sigue siendo un misterio que conmueve a Cartagena y al país entero. Desde el 13 de abril, cuando fue vista por última vez saliendo del Hospital Naval en el barrio Bocagrande, su familia no ha dejado de buscarla. Ahora, más de un mes después, la Fiscalía ha entregado a sus familiares los dispositivos electrónicos que fueron sometidos a análisis forense en Bogotá: dos celulares, un computador portátil y una tablet.Según informó el diario El Tiempo, los equipos permanecieron durante semanas en un laboratorio del CTI, donde expertos en informática forense extrajeron una cantidad considerable de información: una tera en total. Sin embargo, hasta el momento, los resultados de ese análisis no han sido compartidos con la familia.“Solo sabemos que en el laboratorio dicen que encontraron en total una tera de información. Aún no nos han entregado los resultados, se supone que tienen que enviar esos hallazgos devuelta a la Fiscalía de Cartagena”, dijo Lucy Díaz, madre de Tatiana, al periódico.¿Qué contiene ese tera de información?De acuerdo con los investigadores citados por El Tiempo, en la copia forense de los dispositivos hay mensajes, chats, fotos y contactos que están siendo revisados cuidadosamente. La búsqueda se ha centrado especialmente en las últimas llamadas y comunicaciones que Tatiana pudo haber tenido antes de desaparecer.Los dispositivos fueron trasladados a Bogotá con el objetivo de cruzar la información digital con los testimonios recogidos por las autoridades. La esperanza es que entre esos datos pueda haber alguna pista que permita reconstruir los últimos movimientos de la joven o identificar a personas clave en su entorno.El hallazgo del segundo celularUno de los elementos que más llamó la atención en el proceso de recolección de pruebas en este caso fue el hallazgo de un segundo celular en la habitación de Tatiana Hernández tras una inspección luego de su desaparición. La existencia de este dispositivo fue confirmada por su madre a Los Informantes, quien explicó que se trataba de un aparato sin tarjeta SIM, que ella misma le había entregado a su hija tras un robo ocurrido en Bogotá.“Entonces es cuando el señor me dice que esa misma noche fueron a la habitación donde estaba Tatiana a revisar qué encontraban y encontraron su computador, su tablet. Se sorprenden porque encuentran un segundo celular. El investigador me dice, ‘¿Tiene conocimiento de que su hija utilizaba dos celulares?’ Yo le digo, ‘Sí, señor’”, relató Lucy Díaz en entrevista con la Nena Arrázola en el informativo de Caracol Televisión.Este segundo celular, aunque aparentemente no estaba en uso activo, también fue incluido en el análisis forense. Lo hallado, al igual que en el resto de los dispositivos, permanece bajo reserva.Una desaparición sin pistas clarasTatiana Hernández desapareció el domingo 13 de abril. Ese día, su madre le llevó el almuerzo al hospital donde hacía su internado. “Ella salió corriendo, me recibió el paquete y fue de afán”, contó Lucy. Horas más tarde, el novio de Tatiana, David Espitia, al no recibir respuesta a unos mensajes que le había enviado horas tardes decidió comunicarse con Sara, una compañera de ella, quien le comentó que Tatiana había salido, pero que iría a buscarla.Más tarde, David recibió una llamada de Sara quien le contaba que habían encontrado las sandalias y celular de la joven médica en los espolones, una zona costera de Cartagena donde solía caminar con sus colegas, pero no había rastro de ella, por lo cual decidió alertar a los padres de Tatiana.Desde entonces, no se ha sabido nada más de ella. La familia ha recorrido barrios, pegado volantes, organizado marchas y hablado con medios de comunicación. La angustia no ha disminuido, pero tampoco la esperanza.“Tatiana está viva, está en un lugar oculto. Tengo la esperanza y la ilusión que de pronto esté también ayudando a la gente en su estado de médico”, dijo su madre.¿Quién es el novio de Tatiana Hernández?David Espitia, abogado de 26 años, ha estado presente desde el primer momento. Al día siguiente de la desaparición, tomó un vuelo desde Bogotá y se unió a la búsqueda. “Ella va a volver y todo esto va a ser un capítulo que es una pesadilla, pero que vamos a superar todo esto”, dijo en entrevista con Los Informantes.David relató que ese día hablaron al mediodía. Tatiana le dijo que iba a estudiar y luego almorzar. Después, no volvió a responder. “Tata es una persona que es muy responsable. Si ella salía, les avisaba a las amigas o a la señora Lucy. En su defecto, también me decía a mí ‘voy a ir a tal lado’”, explicó.La Fiscalía no ha emitido comunicados oficiales sobre los avances de la investigación. La familia, por su parte, sigue aferrada a la posibilidad de encontrarla con vida.
Lucy Díaz no imaginó que aquel domingo, cuando llevó el almuerzo al Hospital Naval de Cartagena, sería la última vez que vería a su hija Tatiana Hernández. “Ella salió corriendo, me recibió el paquete y fue de afán”, le contó a la periodista la Nena Arrázola de Los Informantes. Era 13 de abril. Tatiana, estudiante de Medicina de 23 años, estaba en su internado. Nada parecía fuera de lo común.Horas después, en la noche, una llamada desde Bogotá cambió todo. David Espitia, el novio de Tatiana, preguntó si estaba con ellos. No lo estaba. “Me dijo ‘no, es que acabo de hablar con una compañera de ella y Tatiana está extraviada, me acaban de decir que encuentran sus sandalias y su celular en un lugar de la playa, pero ella no está’”, relató Lucy.El primer hallazgo: sandalias y un celular junto al marTatiana solía caminar por los espolones, una zona costera donde ella y sus compañeros iban a despejarse tras largas jornadas médicas. Allí fue vista por última vez. En el lugar encontraron sus sandalias y su celular. Pero no había rastro de ella.“Era un domingo, ya no había mucho turista, ya eran las 9, 10 de la noche, nos dieron las 2 de la mañana y nos fuimos al parque de la Marina y al son de hoy no tenemos información del paradero de Tatiana”, contó su madre.Desde entonces, la búsqueda ha sido incansable. Lucy y toda la familia de la joven médica Tatiana Hernández reparte volantes, organiza marchas y recorre barrios de Cartagena. La incertidumbre la acompaña, pero también la esperanza.El hallazgo del segundo celularTras el reporte de la desaparición, la Fiscalía revisó la habitación de Tatiana. Allí encontraron su computador, su tablet y un segundo celular. El hallazgo sorprendió a los investigadores, quienes preguntaron a Lucy: “¿Tiene conocimiento de que su hija utilizaba dos celulares?”. Su respuesta fue que sí.“A ella me la robaron en Bogotá, un mismo celular del que ella tiene en este momento y para que no volviera a pasar ese susto, yo le di una carcasa que no tiene ni siquiera SIM card”, explicó la madre.Ese segundo celular, sin tarjeta SIM, también lo tiene en su poder las autoridades.El primer celular fue entregado por Lucy a los investigadores. Aunque no conocía la clave, sus compañeras sí. “Yo tengo la clave. Yo tengo la clave”, dijeron. ¿Por qué sabían la contraseña? Lucy no lo sabe, según relató en Los Informantes.“Nos preguntan, ‘¿Quién de ustedes tiene el celular de Tatiana?’ Y las dos me señalan: ‘ella’. Y yo le dije, ‘Ah, sí, claro. Sí, señora, aquí está. No conozco su clave, no tengo nada, entonces no sé cómo pueden revisarlo’”, relató.Ambos celulares están ahora en manos de la Fiscalía. Aunque no se ha revelado qué información contienen.Lucy Díaz no ha parado de buscar a su hija. Cree firmemente que ella está viva. “Tatiana está viva, está en un lugar oculto. Tengo la esperanza y la ilusión que de pronto esté también ayudando a la gente en su estado de médico”, dice.Su teoría es que fue llevada por bandidos para atender a alguien herido.Continúa la búsqueda de Tatiana HernándezDavid Espitia, abogado de 26 años, es el novio de Tatiana. Al enterarse de su desaparición, tomó el primer vuelo a Cartagena. Desde entonces, ha caminado junto a la familia por toda la ciudad. Lo que iba a ser unos días de descanso y ayudarle a empacar sus cosas porque pronto regresaban a Bogotá se fue convirtiendo en un calvario.Él recuerda con claridad el último día que hablaron. “Ese día, nosotros hablamos sobre el mediodía tal vez y me dice, ‘amor, voy a estudiar y después voy a almorzar’”. Pasadas las horas, intentó contactarla, pero no obtuvo respuesta. Fue entonces cuando escribió a Sara, una compañera de Tatiana. “Sara me dice, ‘Ella salió, pero ya voy a buscarla’. Ya en una llamada que me hace Sara me dice ‘encontré las sandalias y encontré el celular, están aquí, están al lado del mar y me cuelga’”.David y Tatiana tenían planes. Hablaban todos los días. Ella iba a regresar a Bogotá después de Semana Santa. “Tata es una persona que es muy responsable. Si ella salía, les avisaba a las amigas o a la señora Lucy. En su efecto también me decía a mí ‘voy a ir a tal lado’”, relató.Tatiana estaba a punto de graduarse. Su pasión era la ortopedia, aunque también le interesaba la cirugía. Estaba feliz con su internado en el Hospital Naval. Tenía sueños, metas, una vida por delante.Hoy, su historia mantiene en vilo a todo un país. “Ella va a volver y todo esto va a ser un capítulo que es una pesadilla, pero que vamos a superar todo esto”, dijo David, su novio. Mientras tanto, la familia de Tatiana Hernández no se detiene en sus esfuerzos por encontrarla.
David Espitia recuerda claramente la última vez que tuvo contacto con Tatiana Hernández. Fue un domingo, 13 de abril de 2025, al mediodía. Ella, como siempre, estaba en el Hospital Naval de Cartagena, cumpliendo con su internado médico.“Amor, voy a estudiar y después voy a almorzar”, recordó que le dijo, un mensaje breve, cotidiano, como tantos otros. Lo que no sabía es que sería el último, hasta ahora.Tatiana de 23 años, estaba a punto de graduarse como médica y soñaba con especializarse en ortopedia. Vivía en Cartagena desde hacía varios meses, donde hacía sus prácticas clínicas. Su vida transcurría entre guardias, rondas médicas y caminatas al atardecer por el malecón. Era responsable, metódica, y siempre avisaba a dónde iba. Por eso, cuando dejó de responder, David supo que algo no estaba bien.“Ella se desconecta 2, 3 horas… pero ese día ya pasaban 5”, afirmo a la Nena Arrázola de Los Informantes.David, abogado de 26 años, estaba en Bogotá. La distancia no era un obstáculo para su relación: hablaban todos los días, compartían planes, se acompañaban a través de mensajes y llamadas. “Ella se desconecta 2, 3 horas, yo decía como pues eso es lo que normalmente ella hace, pero ese día ya pasaban 4 o 5 horas y yo digo igual voy a escribirle a ver si almorzó al fin, si no, le escribo a ella y no me contesta”.La preocupación creció. Intentó contactarla de nuevo. Nada. Entonces le escribió a Sara, una compañera de Tatiana. “Le digo como ‘oye, ¿tú sabes algo de Tata?’ Y Sara me dice, ‘Ella salió, pero ya voy a buscarla’”.Minutos después, Sara lo llamó. “Encontré las sandalias y encontré el celular, están aquí, están al lado del mar”, alcanzó a decir antes de colgar.La desaparición de Tatiana HernándezHoras antes, doña Lucy Díaz, madre de Tatiana, había ido al hospital a llevarle el almuerzo. “Llegué al hospital, la llamé, le dije ‘mami, estoy afuera del hospital, sales y me recibes que te traje el almuerzo’, y ella salió corriendo, me recibió el paquete y fue de afán”, contó. Esa fue la última vez que la vio.A las 8 de la noche, David llamó a la familia para preguntar si la joven médica se encontraba con ellos. La respuesta fue no. “Me dijo ‘es que acabo de hablar con una compañera de ella y Tatiana está extraviada, me acaban de decir que encuentran sus sandalias y su celular en un lugar de la playa, pero ella no está’”, relató doña Lucy.La intensa búsqueda de la familiaDavid viajó a Cartagena. Lo que iba a ser una visita para ayudarle a Tatiana a empacar sus cosas, pues su internado estaba por terminar y planeaban regresar juntos a Bogotá después de Semana Santa, se convirtió en una búsqueda desesperada.Han caminado por toda la ciudad. No hay barrio que no hayan visitado. Repartieron volantes, han hecho marchas, preguntaron a las autoridades y han contado su historia en todos los medios de comunicación, pero aún no hay rastro de ella.“Tata es muy responsable. Siempre avisa”Tatiana Hernández no era de desaparecer. “Si ella salía, les avisaba a las amigas o a la señora Lucy. En su efecto también me decía a mí ‘voy a ir a tal lado’”, explicó David. Por eso, la hipótesis de que se haya ido por voluntad propia nunca tuvo sentido para su familia.La última vez que fue vista, según testigos, fue cerca del mar. Un lugar que solía frecuentar con sus compañeros para despejarse. “Cuando están un poco congestionados de temas y cosas, iban a la playa a mirar el atardecer, tomaban fotos, respiraban y volvían al lugar”, contó su madre.Un caso sin respuestasDesde el 13 de abril, no hay rastro de Tatiana. La Policía y la Fiscalía no han dado con su paradero. La hipótesis de que está en el mar es la que tiene más fuerza. Sin embargo, son cientos de testimonios que tienen las autoridades y varias pruebas documentales que podrían inclusive abrir nuevas líneas de investigación.Mientras tanto, la familia sigue buscando. “Nos dieron las 2 de la mañana y nos fuimos al parque de la Marina”, recordó la madre sobre el primer día de búsqueda.Doña Lucy no ha parado. Va de barrio en barrio, reparte volantes, organiza marchas. La ansiedad se le nota y no la esconde. “Ella va a volver y todo esto va a ser un capítulo que es una pesadilla, pero que vamos a superar todo esto”, concluyó David.
Lyan estuvo secuestrado durante 18 días en zona rural del corregimiento de Potrerito, en el municipio de Jamundí, sur del Valle del Cauca. La operación para su liberación fue larga y con incertidumbre. Para llegar a un acuerdo con los victimarios, una comisión adelantó el contacto con los delincuentes responsables de la retención del menor de 11 años. Según pudo conocer Noticias Caracol, en la misma hubo participación de representantes de la arquidiócesis de Cali, la Defensoría del Pueblo, una misión de verificación de Naciones Unidas (Onu) y la Cruz Roja Internacional. Sin embargo, estas no serían las únicas personas claves en las charlas. De acuerdo con Sebastián Bonilla, tío del niño, en charla con la emisora La FM, el rol del padrastro del menor, Jorsuar Suárez, y de una prima fue importante en las conversaciones. Al respecto, destacó que esta última fue "valiente y negoció con ellos. Cosa que no vimos reflejado en el estado. Ella habló con ellos, pudo negociar y llegar a un acuerdo. Completamente extorsivo". El menor había sido secuestrado el pasado sábado 3 de mayo por seis hombres armados, quienes ingresaron hasta su vivienda y se lo llevaron junto con la empleada doméstica. La mujer fue liberada pocas horas después.Desde entonces, las autoridades y la familia iniciaron acciones para ubicar al niño y, finalmente, fue entregado a sus allegados y a funcionarios de la Defensoría del Pueblo este miércoles 21 de mayo sobre las 5 de la tarde a unos 19 kilómetros desde donde fue secuestrado en zona de Timba, corregimiento entre el Valle del Cauca y el norte del Cauca.¿Cómo fueron las negociaciones para liberar a Lyan en Jamundí? Hubo generoso pagoConforme con la información compartida por su familiar, una vez sellado el trato, el niño fue entregado a la prima, quien actuó como intermediaria de confianza. Respecto a las actuaciones de las autoridades, policía y el ejército, Bonilla le aseguró a la La FM que se sintieron "completamente olvidados" desde la hora cero. El tío explicó que, tras el secuestro del menor de la casa, los bandidos, al parecer miembros de las disidencias de las Farc, según confirmaron las autoridades, estuvieron 40 minutos perdidos dentro del condominio y, pese a las llamadas, indicaron que "como era zona roja, no podían subir hasta donde estábamos nosotros". "En esos momentos teníamos mucha zozobra, muchas angustias porque realmente no sabíamos qué íbamos a hacer. Mi cuñado, el papá del niño, tiene una joyería que lleva aquí ya trece años y no sabemos qué pasará con la seguridad de nosotros", manifestó el familia, quien explicó que estaba dentro de la vivienda al momento de los hechos, pero que no se había percatado que Lyan también estaba hasta que su madre, la abuela del menor, empezó a preguntar dónde se encontraba. "Nosotros, al ver la poca eficiencia de la autoridad y ante la zozobra que sentíamos de que al niño le podía pasar algo, de que le podían hacer algo, nos vimos en la obligación de pagar un rescate. El valor me lo reservo por respeto y por seguridad del niño y de nosotros", confesó del tema y dijo: "Sinceramente fueron 18 días en los que no aguantábamos la zozobra, el miedo. Habían noches en las que no podíamos conciliar el sueño, eran noches en las que dormía hora y media". Del valor del pago del rescate, Bonilla no quiso precisar una cifra exacta, sin embargo, señaló que por la cantidad de dinero pedida, "nos dejaron endeudados. Pero como le indico, lo que primaba era la vida del niño y nosotros al ver la poca eficiencia del estado...". Fuentes consultadas por el medio EL TIEMPO afirmaron que, al parecer, la familia llegó a entregar un monto cercano a los 4.000 millones de pesos a sus captores para lograr su liberación.Por su parte, el padrastro del menor, en diálogo con Noticias Caracol, aclaró que "jamás en la vida" había recibido amenazas y que él es un comerciante. "Llevo ya más de 12 años en nuestra empresa legal. No tengo inconvenientes con ninguna gente que no que no tenga que ver con el comercio. Yo soy el padrastro del niño. Desde que estoy con el niño siempre le he dicho que hay que salir adelante con la frente en alto y siempre honrando".La joyería, propiedad de Suárez y su familia, también se pronunció a través de un comunicado, y agradeció a las autoridades "por el acompañamiento espiritual y humano el cual fue fundamental en este proceso"."Durante el tiempo que Lyan estuvo en cautiverio, no ofrecimos entrevistas ni declaraciones públicas. Esta decisión fue tomada tras recibir un mensaje claro por parte de los captores: 'Mantenerse alejados de los medios de comunicación'. Por encima de todo, como padres de Lyan, priorizamos su seguridad y atendimos esta advertencia con el único propósito de proteger su vida", puntualizaron en la publicación. Bonilla reiteró desde la emisora citada que su familia no tiene nexos con el narcotráficos o deudas anteriores. "Nosotros somos personas de bien. Yo soy médico. No somos personas, como se ha hecho creer, que tenemos nexos con el narcotráfico, deudas", aseveró. El familiar, finalmente, agradeció por la liberación del menor: "Eternamente agradecidos especialmente con Dios, segundo ante todas las personalidades, allegados, familiares que aportaron su granito de arena para estar con mi sobrinito a mi lado. Esto es increíble"¿Cuál es el estado de salud de Lyan tras pasar 18 días secuestrado? Jorsuar Suárez le confesó a Noticias Caracol que el niño "estuvo cuatro días esposado", amenazado con armas de fuego y traumáticas y que tuvieron dos videollamadas con él mientras estuvo retenido."Tuvimos dos videollamadas con el niño, decía que estaba bien y que lo trataban bien, que le estaban dando el medicamento porque se lo mandó y y que estaba esperándonos a nosotros", afirmó el hombre. Sin embargo, luego comentó que tras la liberación el niño estaba diciendo que "duró cuatro días amarrado, esposado, humillado".Sobre su salud, la Clínica Valle del Lili, en el sur de Cali, manifestó a través de un comunicado que, tras evaluarse su estado físico y psicológico, "el niño se encuentra estable". El centro médico a donde fue trasladado el menor afirmó que, por el momento, "continuará bajo supervisión multidisciplinaria con el fin de favorecer su pronto regreso al entorno familiar."Físicamente lo vi muy delgado. Pude conversar con él y me dijo cosas que me marcaron. El niño dijo que los tres primeros días lo tuvieron esposado, amarrado, aún cuando lo sacaron de la casa seis tipos armados, le apuntaron en su cabeza", puntualizó al respecto el tío. NOTICIAS CARACOL
Egan Bernal sueña en grande en el Giro de Italia 2025 y no es para menos. Este jueves 22 de mayo, superó una jornada que, en la previa, no parecía representar peligro por su recorrido, pero que, por la manera en la que se desarrolló, terminó siendo compleja. La lluvia en parte del trayecto, los vientos que podían generar cortes y el nerviosismo en el pelotón fueron peligros constantes.Finalmente, INEOS Grenadiers se encargó de proteger a su líder, desde el comienzo hasta el final. Razón por la que 'el joven maravilla' no tuvo mayores sobresaltos, se mantuvo junto a los demás favoritos al título y llegó junto al pelotón. Y es que la fracción se definió al embalaje, después de que la fuga fuera controlada a falta de poco más de 20 kilómetros para meta en Viadana (Oglio-Po).El ganador fue Olav Kooij (Team Visma Lease a Bike), tras ser el más rápido, con un tiempo total de 3:55:40. Casper van Uden (Team Picnic PostNL) y Ben Turner (INEOS Grenadiers) completaron el podio, culminando de segundo y tercero, respectivamente. Sin embargo, las miradas se centraron en quienes venían metros más atrás y que, para su fortuna, no pasó nada y llegaron en conjunto.Así las cosas, Isaac del Toro (UAE Team Emirates XRG) continúa como líder y portador de la 'maglia rosa'. Eso sí, las diferencias con sus perseguidores aumentaron en dos segundos, gracias a que bonificó, alejándose un poco más de sus perseguidores: Juan Ayuso (UAE Team Emirates XRG) marcha segundo, a 33, y Antonio Tiberi (Bahrain Victorious) completa el podio parcial, a 1' 09''.En el caso de Egan Bernal (INEOS Grenadiers), la situación no cambió. Cruzar la meta junto a los demás 'capos' de equipo, le permitió mantenerse en el puesto 11 de la clasificación general, a dos minutos y 41 segundos del joven ciclista mexicano. De esa manera, sigue siendo el mejor de los colombianos, manteniendo vivo el sueño de gritar 'campeón', tal y como lo hizo en el 2021.
Este viernes 23 de mayo de 2025, el pelotón del Giro de Italia afrontará la etapa 13, un recorrido de 180 kilómetros entre Rovigo y Vicenza. Aunque el perfil será predominantemente llano en su primera parte, los ciclistas no podrán confiarse: la jornada se volverá más exigente en su tramo final, lo que hará de esta etapa una prueba estratégica para los equipos y un reto para los corredores más completos.La etapa comenzará en la ciudad de Rovigo, donde los equipos buscarán establecer un ritmo controlado en los primeros kilómetros. Durante los dos primeros tercios del recorrido, se esperará un desarrollo tranquilo, con apenas una subida puntuable: el Passo Roverello, un puerto de cuarta categoría que, aunque no demasiado exigente, podría servir como punto de fuga para algunos valientes.Sin embargo, será en el último tercio de la etapa donde la situación cambiará drásticamente. Los corredores se enfrentarán a un circuito final en Vicenza que incluirá cuatro ascensos de cuarta categoría en rápida sucesión. Estos repechos, aunque cortos, exigirán potencia, resistencia y una buena colocación en el pelotón. Las dos vueltas al circuito obligarán a los favoritos a estar atentos, ya que cualquier descuido podría costarles tiempo o incluso la etapa.El cuarto y último ascenso del día se acercará peligrosamente a la línea de meta, lo que añadirá dramatismo y emoción al cierre de la jornada. No se tratará de una etapa ideal para los sprinters puros, ya que esos repechos finales podrían desgastarlos demasiado antes del sprint. En cambio, los ciclistas rápidos que se desempeñen bien en la media montaña —como los clasicómanos o puncheurs— serán los candidatos más fuertes para la victoria.Se anticipará una lucha táctica entre los equipos que quieran romper la carrera en los repechos y aquellos que intentarán mantener agrupado el pelotón para lanzar a sus líderes veloces. Todo apunta a que veremos una llegada explosiva en Vicenza, donde solo los más versátiles tendrán opciones reales de alzar los brazos.Hora y dónde ver por TV la etapa 13 del Giro de Italia 2025La jornada será transmitida en Colombia desde las 5:45 a. m. (hora colombiana) a través de la señal HD2 de Caracol Televisión. También podrá seguirse en vivo por Internet a través de Caracol Sports (https://www.noticiascaracol.com/golcaracol/deportes-en-vivo) y en la plataforma Ditu (https://ditutv.lat/descargar/).TV para ver la etapa 13 del Giro de Italia:⦁ Fecha: viernes 23 de mayo⦁ Trayecto: 180 kilómetros⦁ Hora, Canal Caracol: 8:30 a. m.⦁ Hora, Caracol HD2: 5:45 a. m.⦁ Hora, Ditu: 5:45 a. m.
Un niño llega a la casa pidiéndoles a sus papás que le regalen un perro o un gato; promete que lo va a cuidar, pasear, alimentar, educar y hasta bañar. Sus padres acceden y se lo regalan, pero al cabo de unos días, el pequeño se aburre y ya no le presta atención a la novedad de la familia. Los adultos, que tampoco quieren tener esa responsabilidad, finalmente deciden dejar al animal en un refugio o abandonarlo en la calle. Esta es una de las muchas razones equivocadas para tener una mascota, que se ha vuelto un ser imprescindible en muchas familias y más, entre personas que viven solas.Un estudio de Cifras y Conceptos publicado en octubre de 2024 indicó que en un 57% de los hogares colombianos hay una mascota. Un 71% convive con perros, que también pueden tener compañeros felinos, por lo que un 51% manifestó que tenía gatos; un 2% dijo que tenía peces y un 4% otro tipo de animales, como aves, conejos, tortugas o ratones, entre otros.Sin embargo, un informe del Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal reveló que, solo en Bogotá, durante 2024 se atendieron 3.835 animales por presunto maltrato. Además, se le brindó ayuda por urgencias veterinarias a 680 animales de calle y/o sin cuidador, e ingresaron 167 a la Unidad de Cuidado Animal por situación de abandono o remitidos por entidades como Bomberos, Policía y la Secretaría Distrital de Salud para la prestación del servicio de custodia.No obstante, hubo buenas noticias para 228 animales domésticos, que encontraron un hogar. Eso sin contar la labor que adelantan fundaciones sin ánimo de lucro para ayudar y dar en adopción a cientos de animales que deambulan en Colombia, algunos de los cuales tienen enfermedades o heridas.¿Todas las personas pueden tener una mascota?Héctor Carmona, educador canino y experto en comportamiento, labor a la que se dedica hace 16 años, dialogó con Noticias Caracol sobre el tema y considera que “no todas las personas están preparadas para tener ya sea un perrito o un gatico”, pues tienen que tomar en consideración aspectos emocionales, familiares y económicos, entre otros.Sobre este último punto, el experto señala que “la estabilidad económica es algo fundamental, debería de haber al menos una estabilidad económica, no tiene uno que ser millonario, no tiene uno que ser rico, pero al menos que tengas una estabilidad económica; yo, por ejemplo, no me atreví a tener perro hasta que no tuve un trabajo estable y que yo supiera que al menos lo básico no le iba a faltar, que era la salud y la comida. Entonces yo diría que al menos tener una estabilidad económica”.“Vas a dejar de hacer cosas por ese perro o por ese gato”La rutina diaria de la persona o familia, indudablemente va a cambiar y se debe estar dispuesto a aceptarlo y a modificar los hábitos en pro de la mascota. Carmona señala que tener una mascota es como tener un hijo y, como con los niños, las actividades que se hagan deben ser planeadas en beneficio de los animales de compañía y que también satisfagan a sus cuidadores.Por eso, este educador canino dice que quien piense tener una mascota debe “tener un sentido de pertenencia muy alto, muy grande, de responsabilidad, de saber que vas a dejar de hacer cosas por ese perro o por ese gato”. Para ello hay que “sentir que tienes un espacio, que al menos el perro va a poder compartir con nosotros, porque muchas veces también las personas pretenden que los perritos estén en un espacio muy reducido y que no compartan parte de su día a día como es la cama, como es el sofá, como son espacios de más intimidad, sino que de pronto los dejan en el patio, o de pronto pretenden que el perro esté reducido en un espacio y que no comparta todo el tiempo en la casa. Entonces es importante qué tipo de espacio tengo, qué tipo de espacio le voy a brindar a mi perro, qué tipo de espacio va a poder compartir con nosotros”, explica.Adicional a esto, la persona debe tener “disposición para entrenarlo, porque creo que eso sí es bien importante hoy en día. Hoy en día por ahí un 60%, 70% de las personas que tienen perro, no tienen la disponibilidad para educarlo y quieren que se los eduque otra persona. Creerían que el perro lo debe de educar un entrenador, un adiestrador o un educador y que se los entregue listos, ya sea en un par de meses, ya sea en un par de semanas algunos y creen que solamente es como algunos comportamientos, ‘necesito que me los cambies y ya’. Y ese es un mal pensamiento, es algo que estamos logrando cambiar, es algo que yo todos los días trato de mostrarles a las personas y trato de decirles ‘tienes que tener tiempo para tu perro’. O sea, hay que tener tiempo para educar a su perro porque no hay mejor educador que el tutor”.Compromiso para cuidar a la mascotaCarmona indica que es esencial el “compromiso emocional”, es decir, preguntarse se “estoy preparado para tener un vínculo con un perro, estoy preparado para desvivirme por las necesidades de ese perro, porque aquí también influye algo, y es que muchas veces creemos que lo que yo hago en las salidas le vendría bien a mi perro. Hay personas que salen a las siete de la mañana y llegan a las cinco de la tarde, entonces el perro está todo el día en la casa, y digamos que es comprensible, pues tiene que trabajar, vale, que el perro está en la casa me parece bien, desde que se dediquen unos tiempos al perro”.Sin embargo, cuando “llega la noche o llega el fin de semana y la persona decide salir con su perro para pasar tiempo con su perro, no encuentra unos buenos espacios. ¿Qué es lo que hace? Se va a un restaurante, se va a un centro comercial y realmente no está pensando en el perro, realmente sigue pensando en la persona porque un centro comercial, un restaurante, un café, no es que sea el mejor espacio para un perro”, precisa.“Entonces aquí viene ese compromiso emocional con el perro de que si yo en la semana no tengo tiempo, pues los fines de semana tengo que sacar un buen tiempo para irme a un buen paseo, para irme a un buen lugar donde mi perro pueda disfrutar, donde mi perro pueda estar con otros perros, o con el ambiente, o con el entorno y ya de pronto irme más fácil a otro sitio, pero que mi perro se quede en casa”, recalca Héctor Carmona.Ese tiempo tiene que ver también con los viajes que haga el cuidador. El experto cuenta que él es una persona a la que le gusta viajar, “a mí me gusta salir y yo cada viaje lo preparo, o para ir con mis perros o cerquita, ya sea que me voy a ir en el carro, o si no puedo porque no puedo llevar a mis perros, tengo que pensar en quién me va a cuidar mis perros, y a veces he tenido que cancelar, a veces he tenido que decir que no puedo ir, a veces he tenido que decir ‘esta vez no puedo’ porque no tengo quién me cuide el perro. Entonces tengo que pensar también en si soy una persona que me gusta viajar mucho, viajaré con mi perro o dejaré todo preparado para que cuiden a mi perro”.Tener una mascota no es decisión de uno si tiene familiaEl educador canino comenta que “la gran mayoría de tutores que atiendo hoy en día son tutores de 30 a 35 años, que deciden irse a vivir en pareja o viven solos, no quieren tener hijos y simplemente quieren dedicarse a los perros. Entonces es algo que es comprensible porque también vemos en la gran mayoría de hogares que tienen hijos o que tienen perros y llega un hijo a la casa y desplazan el perro por el hijo. Entonces también eso es importante tenerlo en cuenta. ¿Estoy preparado para tener el perro y tener un hijo o no? Y hay gran mayoría de perros que se ven afectados, ya sea que los mandan a una perrera, o que los mandan a un hogar de paso, o que los regalan, o que los botan a la calle porque llegó el hijo y no hay para los dos”.Agrega que “si yo tengo familia debe haber un compromiso familiar, debe haber un consenso familiar en que todos estén dispuestos a primero aceptar; con que haya dos que no le guste yo creo que ya hay líos. Entonces ahí debería haber un consenso y que todos estén de acuerdo en ponerse la camiseta” para cuidar y amar una mascota.¿Se puede decidir tener una mascota como apoyo emocional?“Ahí es muy bueno apoyarse de una persona que esté bien capacitada en perros de apoyo emocional. No es solamente decir ‘yo necesito un perro porque necesito que me acompañe y me dé apoyo emocional’, eso lo hace el psicólogo que está teniendo la asesoría con esa persona para poder definir si eres apto para llevar un perro de apoyo emocional o un gato de apoyo emocional”, subraya Héctor Carmona.Sobre esto, manifiesta que “muchas personas tienden a tener perros para apoyarlos emocionalmente, pero no están preparados realmente para tener un perro de apoyo emocional. Y ahí surgen un montón de problemas con ese perro. Muchas personas dicen hoy en día ‘es que mi perro es de apoyo emocional’, y realmente no tienen un certificado, no tienen un buen análisis de un psicólogo o de un psiquiatra que los esté llevando y les esté diciendo, ‘sí, tú necesitas un perro’, sino que lo deciden tener; y hay algunas entidades que simplemente dan el certificado de apoyo emocional y eso es algo gravísimo”.¿Cuál es la razón equivocada para tener una mascota?Según el educador canino “hay varias. Creo que una de las más romantizadas y en las que más podríamos llegar a ver problemas es que yo tengo un perro y quiero otro perro para que le haga compañía a ese perro. Esa para mí es el top de las razones. ¿Por qué? Porque los perros son animales sociales, pero los perros también son competitivos. Entonces los perros compiten todo el tiempo por afecto, por comida, por espacio, y cuando llega otro perro a la casa, si yo no he sabido garantizar que el perro que está conmigo tenga una buena satisfacción de necesidades, esté muy tranquilo, esté muy relajado, la lleve bien con otros perros, le haya brindado todas las posibilidades de libre esparcimiento y buen enriquecimiento ambiental, el perro que va a venir va a ser una competencia total para ese perro, porque es un perro que no va a saber compartir, que le va a costar mucho que llegue otro perro a invadir su espacio, a invadir el tiempo con su tutor. Entonces ahí ya van a tener problemas muy graves, y pasa mucho con tutores que no le brindan las necesidades a este perro que tienen y dicen ‘yo creo que lo que necesita es otro perro’, y traen otro perro y ya es un lío completo”.“La otra para mí también es ‘tengo un hijo y quiero darle un perrito a mi hijo porque él quiere un perrito’, un niño de 2 o 3 años, que le dio porque de pronto en el colegio hablaron de los perros, o porque un amiguito tiene un perro, o porque en la casa de un amiguito tiene un perro, entonces ya quiere un perro y empieza a pensar que esa es una buena idea, no considero que sea tan buena idea darle un perrito al niño”, agrega.Finalmente, Carmona recalca que el cuidador debe “tener mucha paciencia para poder enseñarle al perro y adaptarlo. Hay que llenarse de paciencia cuando llega un perro a la casa porque va a haber cosas que el perro no va a saber y que tenemos que enseñarle”.EDITADO POR SANDRA SORIANO SORIANOPERIODISTA DIGITAL NOTICIAS CARACOLsmsorian@caracoltv.com.co
El futbolista Jay Emmanuel-Thomas, que llegó a debutar con el Arsenal, ha admitido que intentó traficar con 600.000 libras (711.000 euros) de cannabis.Emmanuel-Thomas, de 34 años, fue detenido en septiembre del año pasado en el aeropuerto londinense de Stansted cuando encontraron 60 kilos de cannabis en unas maletas.Según lo declarado en el juicio, el futbolista convenció a su novia y a una amiga de trasladar la droga desde Tailandia hasta el Reino Unido a cambio de 2.500 libras para cada una.Ambas fueron detenidas por la policía cuando llegaron a Londres procedentes de Bangkok, pero, sin embargo, lo cargos contra ellas fueron desestimados cuando se descubrió, a través de sus conversaciones con el futbolista, que pensaban que estaban trasladando oro y no droga.El jugador actuó de intermediario entre los grupos criminales de Tailandia y del Reino Unido.Emmanuel-Thomas, que fue despedido por su club, el Greenock Morton, cuando se conocieron los cargos, llegó a jugar cinco partidos con el primer equipo del Arsenal y también pasó por el Aberdeen, el Ipswich Town, el Bristol City y el Queen's Park Rangers, entre otros, además de las categorías inferiores de la selección inglesa.El futbolista conocerá su sentencia en las próximas semanas.