Tras un año del primer contagio de coronavirus en Colombia y varias etapas de confinamiento, la pequeña población boyacense de Campohermoso llega invicta a una de las batallas más duras que ha librado la humanidad.No han tenido ni un contagiado y sus pobladores se han amparado en San Roque, patrono de este municipio que para muchos es el principal protector y quien evita que los virus lleguen a la comunidad. Claro está, son conscientes de que han respetado como pocos las normas de autocuidado. “Es el patrono de las pandemias, de los médicos, es el patrono de las epidemias y eso nos da mucha tranquilidad y por eso la gente ora bastante", manifestó el padre Camilo Antonio Monrroy, párroco de la iglesia San Roque y Santa Ana.Otra de las estrategias que ha dado sus frutos es la de la emisora comunitaria que difunde constantemente mensajes de autocuidado que sus pobladores han acatado. “Yo escucho todos los días la emisora o al padre en las misas. Yo todo lo escucho por la emisora”, contó Inés Carvajal, habitante de Campohermoso. En las 27 veredas del municipio se entregaron aproximadamente mil radios para que los campesinos se informen sobre cómo enfrentar el virus.De acuerdo con el alcalde de Campohermoso, Jaime Yesid Rodríguez, la diferencia fue que no salieron a fumigar todo sino que creyeron, férreamente, en la generación de “conciencia y disciplina de la gente”Con el paso de los días, los habitantes de este municipio esperan seguir libres de COVID-19, cerrándole la puerta a esta enfermedad que le ha arrebatado la vida a más de 60 mil personas en Colombia.