Hace aproximadamente 13 millones de años, la región central de Colombia, donde hoy se encuentra el desierto de la Tatacoa, era un lugar muy distinto al que se conoce hoy. En lugar de la aridez actual, el paisaje de esa época se parecía más al Amazonas, caracterizado por ríos, mucha vegetación y animales depredadores gigantes.En este entorno prehistórico, existía una clara jerarquía. Mientras que el agua estaba dominada por el Purussaurus, un cocodrilo que podía medir más de diez metros, en la tierra el jefe era el temible ave del terror, un animal de tres metros de altura.Durante décadas, se tenía evidencia de su existencia solo en lugares como Argentina y Norteamérica. Por ello, encontrar pruebas en la Tatacoa cambió la concepción histórica sobre dónde se ubicó realmente este animal hace 13 millones de años.La pieza clave guardada en el desierto de la TatacoaLa confirmación de la presencia de un ave del terror de tres metros en Colombia no provino de una expedición académica, sino del trabajo de un habitante local.El responsable de este hallazgo paleontológico es César Perdomo, un campesino de 45 años oriundo de la Tatacoa, quien ha dedicado más de 40 años de su vida a coleccionar el patrimonio fósil de estas tierras. La intensidad de su pasión lo llevó a llamar a su centro de exhibición, un museo pequeño, La Tormenta. Perdomo explicó en Los Informantes que el nombre refleja las adversidades que ha enfrentado, afirmando que su vida "sigue siendo un tormento, me imagino hasta que me vaya a este mundo. Si duro 90 años más, 90 años me voy a atormentar buscando fósiles".Perdomo ha desarrollado un profundo vínculo con las más de 5.000 piezas que ha recolectado y que considera su "familia". "Uno lo quiere como cuando uno carga el hijo de uno pequeño y usted lo carga el alzado, así son fósil para uno, si toca arroparlo con la cobija, con la camisa, con el sombrero, con lo que sea", señaló sobre esta pasión.Su vocación comenzó desde niño. A la edad de cinco años, recogió su primer fósil, una vértebra de cocodrilo. Al ver cómo las expediciones extranjeras se llevaban las piezas de la zona, Perdomo comenzó a guardarlas, con la esperanza de que algún día los investigadores volvieran para compartir su conocimiento.El fósil que confirmaría la existencia del ave del terror de tres metros, un fragmento de la pierna, había permanecido más de 15 años en el museo de Perdomo, mezclado entre miles de piezas sin clasificar. Para encontrar y marcar los sitios de excavación en el desierto, Perdomo, sin usar GPS, utilizaba métodos empíricos como "puntos de piedras", recordó.La identificación de esta pieza crucial, que cambió la historia conocida de la Tatacoa, fue el resultado de la colaboración con el biólogo colombiano Andrés Link. Link, que regresó al país tras sus estudios doctorales, se asoció con Perdomo. El descubrimiento se formalizó cuando Link invitó al museo a Rodolfo Salas, un experto mundial en cocodrilos. Salas, al revisar la pieza, notó inmediatamente lo importante que era: "Esto no es un mamífero, esto tampoco es un reptil". Tras un análisis más profundo, propuso la hipótesis que cambiaría lo que se creía hasta el momento habitó el país: "esto va a ser un ave del terror". Este análisis confirmó que este depredador, que antes solo se había encontrado en Argentina y Norteamérica, también habitó la Tatacoa. Al entender la magnitud de su hallazgo, César Perdomo expresó con orgullo: "Aquí está mi fósil famoso para la humanidad".La violenta muerte del ave del terrorEl fragmento óseo no solo sirvió para identificar a la especie en Colombia y confirmar su impresionante tamaño. La pieza también reveló una historia violenta ocurrida hace casi 13 millones de años, con dos perforaciones que indican un ataque o un hecho de depredación.A pesar de ser el depredador terrestre más temido, el ave del terror pudo haber sido atacado por el Purussaurus, el cocodrilo gigante. El biólogo Andrés Link comentó que resulta muy interesante pensar que una "ave de esas también pudo haber sido ya sea depredada por un cocodrilo o que se hubiera muerto por algún motivo, pero que el cocodrilo hubiera podido acceder a ella". Las marcas observadas en el hueso confirmaron que el ave no se recuperó de las heridas. Los científicos concluyeron que este evento marcó "el último momento de ese ave del terror porque no se sanaron esas heridas".Este descubrimiento histórico consolidó una colaboración científica poco común entre el conocimiento de campo de Perdomo, quien no usa computador y trabaja de forma empírica, y la experiencia académica de Link. La alianza resultó tan efectiva que Perdomo fue reconocido formalmente: Link aseguró que su aporte fue "mejor dicho fue una participación científica como la de cualquier otro coautor".El campesino que soñó con que los científicos regresaran, hoy trabaja hombro con hombro con ellos. Esta dupla ya se encuentra preparando otra publicación científica.*Este texto fue realizado con colaboración de un asistente de IA y editado por un periodista que utilizó las fuentes idóneas y verificó en su totalidad los datos. Cuenta con información y reportería propia de Los Informantes.
El caso de Samuel, un bebé de 15 meses que murió ahogado por su madre en una playa de Santa Marta en abril de 2022, volvió a conocerse en detalle tras el nuevo testimonio de su padre, Edwin Guerrero. El hombre relató cómo fueron los últimos meses antes de la muerte del menor y los momentos en los que se enteró de lo que había ocurrido con su hijo.El hombre aseguró que la relación con Jenny comenzó de manera estable, pero con el tiempo la convivencia se vio afectada por discusiones y tensiones constantes. Según contó, la pareja vivió episodios de conflicto que terminaron deteriorando la comunicación entre ambos. Edwin explicó que, pese a los problemas, siempre trató de estar presente para el niño y mantener una relación cercana.Recientemente, dio a conocer nuevas declaraciones en el pódcast 'Más allá del silencio', donde recordó la última vez que vio a su hijo Samuel. Según contó, la madre comenzó a limitar el contacto entre ambos y a impedirle que lo visitara. También señaló que hubo denuncias por violencia intrafamiliar y medidas que finalmente le prohibieron ver a su hijo.Aseguró que Jenny le había rapado la cabeza al bebé, algo que él interpretó como una “señal que no tuve que haber omitido, porque Jenny mostró su primera alerta en que algo le pasaba a mi hijo cuando yo no accedía o no tenía un premio por no ser buen padre”.Asimismo, relató que, debido a las constantes discusiones y a las conductas problemáticas de la mujer, en una de las cuales le arrojó una arepa caliente al rostro, la convivencia se fue deteriorando y volviéndose insostenible.“Mi papá siempre me dijo que cuando en una relación había un irrespeto, así se en palabras o algo, ahí no había nada. Y en eso sí, yo soy muy directo en esas cosas”, dijoEdwin contó que, durante varios meses, intentó llegar a un acuerdo para poder ver a su hijo, pero esto no se logró. “Después de que yo le dije a Jenny que no más, que no quería nada más con ella, fue más difícil ver a mi hijo. Fue como un castigo. No volver con ella significó no ver más a mi hijo”, relató.Guerrero afirmó que intentó en varias ocasiones regular las visitas a través de la comisaría y del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), pero recibió respuestas lentas y procedimientos que, según él, no garantizaron el derecho del menor a mantener un vínculo con su padre.“El mayor miedo de padre es que su hijo lo olvide, que tú pases por el lado de tu hijo y que él no te reconozca. Yo tenía mucho miedo que eso pasara”, aseguró.“El tema económico no era lo que le importaba a ella. El tema más que todo fue que yo viera mi hijo. Yo digo que yo estaba castigado por no volver con ella”, agregó.Desaparición y hallazgo del bebé de 15 mesesTras más de cuatro meses sin poder ver a su bebé, Edwin aseguró que la madre del menor se lo había llevado a Santa Marta. “Llamé a mi abogada y ella me dijo: ‘Tienes que ir, Edwin. Ve con la policía y acércate’. Fui, pero la abuela de Jenny me dijo que mi hijo no estaba y que si algo le pasaba a mi hijo o a ella, todo iba a ser responsabilidad mía. Yo sí sabía que algo malo iba a pasar, pero no lo advirtieron”, reveló.Videos de cámaras de seguridad mostraron el momento en que Jenny Higuera llegó junto con su bebé a un establecimiento público en Santa Marta. Desde entonces, el papá del pequeño denunció la desaparición del niño.Al día siguiente, la Policía de Santa Marta se comunicó con él para ayudarlo a buscar a su hijo. Tras enviarle una fotografía, le dieron una noticia devastadora. “Habían encontrado un cuerpo de un niño de aproximadamente dos años en las playas de Buritaca. Me derrumbé totalmente. Yo lo único que dije fue: ‘Esa bruja lo mató’”, recordó.Al llegar a Medicina Legal le informaron que no podía ver al menor porque debían asegurarse de que él era el padre y, para ello, le solicitaron una prueba de ADN. “Me dijeron que tenía que esperar cuarenta y cinco días y que me volviera a Bogotá. Yo les dije: No me voy a ir. Yo me quedo aquí 45 días en esta ciudad que no conozco, pero aquí me voy a quedar. Todos los días me la pasaba en Medicina Legal”.Sobre los hechos, Edwin afirmó que su hijo fue encontrado por una persona que iba caminando por la playa. Aseguró que al bebé lo dejaron en la playa y no en el mar: “El mar no llega a botar los restos ahí. Ahí fue donde encontraron al niño, boca abajo. Lo que puedo deducir de lo que las autoridades dijeron es que Jenny pudo haber soltado al niño intencionalmente para que él se ahogara. O lo otro es que Jenny cogió al niño y lo mató en sus manos. Creo que es más fácil la segunda”.La madre del niño, Jenny Higuera, fue señalada en el proceso penal como la responsable del hecho. No obstante, la mujer se dio a la fuga. Durante ese tiempo, Edwin afirmó que “nunca volvió a saber de ella ni de su familia, a pesar de que sí sufrió amenazas por parte del padrastro de Jenny y del tío”.Condena por homicidio agravadoEdwin aseguró que a Jenny la internaron en una clínica psiquiátrica donde duró 20 días, luego de nuevo le puso una denuncia por violencia intrafamiliar. “Ella me dijo que había sido un accidente, que algo la había picado y que soltó al niño. Que cuando lo encontró fue demasiado tarde...Yo creo que Jenny hizo esto a mi hijo en un acto de venganza, de una forma egoísta”.Posteriormente, la mujer fue capturada el 6 de junio de 2022 por el delito de homicidio agravado, pero tiempo después quedó en libertad por vencimiento de términos, lo que permitió que volviera a ausentarse del proceso.“Es una mujer muy manipuladora y egoísta, todo lo que ella hizo fue para lastimarme con mi hijo. Solo me quedan las fotos de él, ella sabía que con lo que hizo me iba a destruir en vida”, dijo el padre en Séptimo Día.El 1 de diciembre de 2025, Jenny fue condenada a 36 años y 8 meses de prisión, pero actualmente se encuentra prófuga de la justicia. “Yo pienso que es una historia como de terror. Saber que Samuel no está y que este año tuviera que cumplir cinco años duele mucho, pero duele mucho más la forma en que él murió... Pienso que el egoísmo de Jenny fue muy duro”, dijo.El caso continúa generando impacto debido a las revelaciones hechas por el padre y, especialmente, porque aún se desconoce el paradero de la mujer señalada de haber ahogado a su hijo.
Las vacaciones, ese momento anhelado para conectar con la belleza de los paraísos naturales colombianos, se han convertido en tragedia para varias familias que denuncian graves fallas en los protocolos de emergencia y seguridad de las agencias de turismo. Uno de los casos que más expone esta dolorosa realidad es el de Judy Milena Agredo, una mujer de 43 años, cuya vida terminó abruptamente en las aguas de Santa Marta durante una práctica de buceo. Séptimo Día conoció nuevos detalles del caso.Su esposo, Alejandro Calambas, intendente de la policía de Popayán, asegura que su muerte se pudo haber evitado si la empresa que contrataron, Barracuda Dive Center, hubiera cumplido con los mínimos estándares de seguridad y atención. "Si hubieran tenido los elementos y la idoneidad para la atención en primeros auxilios yo creo que mi esposa la han podido salvar", afirma.Este desgarrador testimonio forma parte de una investigación de Séptimo Día que revela cómo la falta de regulación y la negligencia en el creciente boom del ecoturismo en Colombia están poniendo en riesgo la vida de los visitantes.Trágicas vacaciones en Santa MartaAlejandro y Judy Milena Agredo, licenciada en educación infantil y madre de una niña de 11 años, planearon sus vacaciones para mediados de 2025. El destino elegido fue el Parque Natural Tayrona, considerado por ellos como "lo más bonito y representativo que tiene Santa Marta". Buscaron en internet empresas que ofrecieran el servicio de buceo y encontraron Barracuda Dive Center, con sede en Taganga.La empresa les ofertó un minicurso de buceo por $330.000 por persona, prometiendo dos inmersiones y un instructor certificado por PADI, Asociación Profesional de Instructores de Buceo. Esto le dio confianza a Alejandro, y la familia decidió tomar el curso el 7 de octubre de 2025, el primer día de su estancia en Santa Marta.Llegaron a Taganga, donde fueron atendidos inicialmente por Santiago, el administrador, y luego por el instructor Fernando Waldron. Tras contestar que ninguno tenía complicaciones médicas, recibieron una charla o capacitación que, señala Alejandro, fue "muy mínima". Luego de recibir el equipo, se dirigieron a la embarcación.La primera inmersión, cerca al Parque Tayrona, se realizó en compañía de otros turistas e instructores, y aunque disfrutaron de la belleza del mundo marino, Alejandro notó una actitud inusual en su instructor. Relata que él "se preocupaba mucho por la señorita que estaba con nosotros, quería como impactarla y al momento de hacer eso nos dejaba a nosotros hacia un lado".Los minutos fatalesCerca de las 10 de la mañana llegó el momento de la segunda y última inmersión, que continuó con normalidad. Sin embargo, cuando llegó el momento de regresar a la superficie, el instructor dio las indicaciones de ascenso.Alejandro subió a la superficie con su hija a su lado, pero al mirar a su alrededor, se dio cuenta de la ausencia de Judy Milena. "Yo empecé a mirar a todo lado, entonces le hago (al instructor la seña) que faltaba una persona", cuenta.De inmediato, el pánico se apoderó de su hija, quien preguntó: "Papi, mi mamá no sale, qué le pasó a mi mamá". En ese instante, Alejandro le rogó al instructor Fernando que ingresara a buscar a su esposa, pero este se rehusó a hacerlo. "Él en todo momento me decía 'tranquilo que ya va a salir'", recuerda.Alejandro dice que tuvo que insistir en repetidas ocasiones “‘Fernando, por favor, ingrese’, se lo dije muchas veces".Según el testimonio, pasaron "casi 20 minutos" hasta que el instructor finalmente encontró a Judy y la subió a la superficie. Fue entonces cuando se evidenció la falta de preparación de la empresa: el proceso de reanimación no fue iniciado por el personal de la escuela de buceo, sino por "un extranjero".En medio del desespero por salvar a su esposa, Alejandro se percató de que la empresa Barracuda no contaba con ningún protocolo ni equipo básico para atender una emergencia médica."Ahí es donde yo me doy cuenta de que no tenían botiquín, no tenían máscara, solamente una manguera transparente donde se la introdujeron por un orificio de su nariz para darle oxígeno", denuncia Alejandro. Aunque Judy Milena "reaccionaba y le salía mucha agua", pero la falta de elementos para una atención adecuada era evidente, insistió su esposo.Alejandro sintió que lo habían dejado completamente solo frente a la crisis. Gritaba: "Por favor llamen para que esté una ambulancia pendiente". La embarcación poseía un radio, pero el instructor "nunca utilizó eso, no sé si no le servía".Al llegar a la playa de Taganga, la situación no mejoró, pues no había personal de la empresa para socorrerla. Alejandro tuvo que gritar pidiendo ayuda y fue auxiliado por un turista que lo llevó en su carro al puesto de salud. "Nos dejaron totalmente solos", asegura, añadiendo que "lo único que le importó al señor fue cobrarnos al principio nada más".Tras el esfuerzo, la médico de turno confirmó que Judy Milena Agredo, de 43 años, había llegado "sin signos vitales".Alejandro, bloqueado por el dolor, responsabiliza directamente a los prestadores del servicio por el fallecimiento de su esposa: "yo responsabilizo por la muerte de mi esposa directamente a la empresa Barracuda Deep Center por no tener los protocolos para salvaguardar la vida de una persona y directamente al instructor Fernando que omitió las voces de auxilio que yo le solicité en repetidas ocasiones".La voz de expertosExpertos en buceo consultados por el programa Séptimo Día confirmaron que la actuación de la empresa Barracuda Dive Center incumplió gravemente los protocolos internacionales. Catherine Marroquín, instructora con más de 10 años de experiencia, subraya que los botes de buceo a nivel mundial "tienen que tener unidad de oxígeno botiquín y radio". Además, el protocolo exige que, si una persona está inconsciente, se debe "llamar inmediatamente canal 16 guardacostas".La instructora calificó la demora de 15 a 20 minutos para la búsqueda y la falta de activación de emergencias como "casi que inaceptable".Cuando el equipo de Séptimo Día intentó obtener una declaración de Santiago Moden, el administrador de Barracuda Dive Center en Taganga, este se negó a conceder entrevistas. “Ya les he comunicado dos veces que no estamos concediendo entrevistas en este momento", afirmó. La empresa señaló que esperará a que las autoridades determinen la responsabilidad de la empresa y del instructor.Pese al dolor, Alejandro se compromete a mantener vivo el legado de Judy: "yo le prometo a mi esposa que voy a estar ahí incondicional con mi hija y luchando por el amor que nos tenemos como familia".El caso de Judy Milena Agredo no es aislado. La investigación del programa expone otros incidentes mortales que evidencian la informalidad y la falta de control en la prestación de servicios turísticos en Colombia.*Este texto fue realizado con colaboración de un asistente de IA y editado por un periodista que utilizó las fuentes idóneas y verificó en su totalidad los datos. Cuenta con información y reportería propia de Séptimo Día.
El coltán es mucho más que una simple roca: es la base de la nanotecnología moderna y el corazón invisible que energiza dispositivos de uso cotidiano. Este mineral es altamente codiciado en el mercado global debido a sus componentes clave: el niobio y el tantalio, metales con un punto de fusión excepcionalmente alto. El tántalo, por ejemplo, alcanza su fase líquida alrededor de los 3.000 grados Celsius, mientras que el niobio lo hace cerca de los 2.000 grados Celsius. Estas propiedades lo hacen crucial no solo para celulares, tabletas y carros eléctricos, sino también para la fabricación de armamento militar avanzado.Expertos señalan que el control sobre estos metales estratégicos puede determinar el desarrollo tecnológico de una nación. Esta importancia geopolítica ha convertido su extracción ilegal en Colombia en una "bomba de tiempo" que amenaza con destruir la tierra y agudizar el conflicto interno.Aunque la existencia de coltán en el ancestral escudo guayanés, que atraviesa parte de Colombia, Venezuela, Brasil y las Guayanas, se conoce desde 2009, en la Orinoquía no existe una sola mina legal operando a escala comercial. Este vacío estatal ha sido rápidamente ocupado por estructuras criminales, transformando el negocio en una fuente de ingresos difícil de rastrear, perfecto para financiar actividades ilícitas.En la Orinoquía, la minería ilegal de coltán y oro se ha convertido en el sustento económico del ELN y de estructuras disidentes como la Segunda Marquetalia. Estos grupos armados, según el brigadier general Rafael Olaya, comandante de la Fuerza Naval de la Orinoquía, "están ejerciendo esa actuación criminal sobre todo lo que sea economías ilícitas", señaló en Los Informantes.El modus operandi de la minería ilegalEl negocio del coltán no solo es violento, sino también altamente rentable, comparable con el narcotráfico. Los grupos armados controlan la explotación de los yacimientos, decidiendo quién puede o no extraer el mineral, las rutas de tráfico y la forma en que se mueve la mercancía. El general Olaya afirmó:"Yo creo que la analogía más práctica es con la que más duro hemos vivido durante tantos años de conflicto que es el narcotráfico, pero esa es la mejor analogía para poder hablar de la minería porque los grupos así no estén directamente involucrados con la explotación ilícita de esos yacimientos mineros sí son los que controlan esa explotación".La extracción se realiza de forma manual en los afluentes de los ríos. Los mineros, a menudo instrumentalizados, utilizan bateas para separar el material. Este trabajo es extenuante: de 20 kilogramos de material de río, apenas se obtienen unos 300 gramos de coltán.La desigualdad en la cadena de valor es abismal. Mientras que el minero recibe entre $26.000 y $50.000 pesos colombianos por kilogramo en el sitio de extracción, el acopiador que lo vende en el exterior puede obtener entre 400 y 600 dólares por kilo. Este margen hace que el coltán sea un activo más rentable que la misma coca.La sofisticada ingeniería del contrabandoUna vez extraído, el proceso de blanqueo del coltán es sofisticado y organizado. Para borrar su origen ilícito, las organizaciones criminales nombran el mineral de distintas formas: "arenas negras", "tierras raras" o "polimetales". El objetivo es mezclar el coltán extraído ilegalmente con títulos legales de minería de subsistencia.El mineral es acopiado en puntos calientes de la frontera, como Manabén, y luego emprende rutas fluviales y terrestres. Los cargamentos salen de Inírida y Guaviare, toman carreteras hacia Villavicencio y Bogotá, o son transportados en tractomulas hasta Puerto Gaitán y Puerto López.La carga final viaja a puertos de exportación como Cartagena o Buenaventura. Lo más alarmante es que, al llegar a su destino, la mercancía lleva toda la documentación legal y los papeles en regla. La Fuerza Naval, a pesar de las incautaciones millonarias, que han superado los 1.2 billones de pesos solo en Vichada, y alcanzaron un valor de 4.7 millones de dólares en un solo decomiso de 13.7 toneladas en Manabén en diciembre de 2024, se encuentra con severas limitaciones.El material pasa frente a las fuerzas armadas, que quedan "desarmados jurídicamente ante eso" debido al complejo marco legal y a la justificación de los envíos con documentación aparentemente legal. La única forma de verificar si un cargamento es coltán y determinar su procedencia exacta requiere espectrómetros y equipos de laboratorio especializados que solo existen lejos, en la Facultad de Geología de la Universidad Nacional, a casi 700 kilómetros de Inírida.Impacto invisible: la amenaza a la salud y el ecosistemaLa minería ilegal no solo desangra la economía y financia la guerra, sino que también amenaza la vida humana y el patrimonio natural del país.El coltán es un material peligroso para los mineros debido a que incorpora elementos químicos como el uranio y el torio, haciéndolo radiactivo. La exposición prolongada a esta radiactividad invisible conlleva un alto riesgo de contraer enfermedades graves, como el cáncer. Un exminero, que fue entrevistado sin revelar su identidad por motivos de seguridad, señaló el peligro:"El coltán sí es una piedra que da plata, pero es una piedra muy peligrosa por todos los sentidos tanto como para la gente del monte, como para la ley y para la salud también porque eso bota un químico que el único animal que se le acerca es el murciélago", dijo.A nivel ambiental, la minería ilegal deforesta, destruye y contamina los ríos con mercurio. Esta actividad está desangrando la Reserva Natural Puinawai, un territorio protegido de 1.9 millones de hectáreas en Guainía y Vichada, considerada la madre de la humanidad en lengua puinave, y hogar de docenas de comunidades indígenas y especies emblemáticas."Hay una ambigüedad porque identificamos la necesidad del coltán en la producción de tecnología y de muchos bienes que requiere la sociedad, eso es indudable, pero esa explotación ha conllevado siempre a través de violencias, guerras, sangre y deterioro social", señaló Carlos Martínez, secretario de Gobierno de Guainía.La falta de un ordenamiento minero claro permite que esta "nueva guerra tecnológica" continúe entregando la riqueza natural de la Orinoquía a grupos criminales, mientras el mundo enciende sus pantallas con este material.*Este texto fue realizado con colaboración de un asistente de IA y editado por un periodista que utilizó las fuentes idóneas y verificó en su totalidad los datos. Cuenta con información y reportería propia de Los Informantes.
La ajustada victoria 1-2 del Real Madrid sobre el Alavés en Mendizorroza dejó una estela de controversia centrada en una jugada crucial, que involucró a Vinícius Júnior en el tramo final del encuentro. Corría el minuto 86 cuando el delantero brasileño, en pleno desborde y encarando el área, fue contactado por el defensor Nahuel Tenaglia.La acción fue rápida: 'Vini' cayó al césped tras recibir un golpe por parte del zaguero argentino, lo que provocó las airadas protestas de los jugadores blancos, quienes reclamaron inmediatamente la pena máxima. A pesar de la contundencia de la caída, el árbitro principal optó por dejar seguir el juego, desestimando la falta.La tensión se elevó cuando el VAR intervino para revisar la incidencia. Sin embargo, tras unos minutos de incertidumbre, la decisión de campo fue ratificada: no había penal. Esa acción ha generado un fuerte debate post-partido, con parte de la afición y medios considerando que la patada sobre el brasileño era suficiente para señalar la infracción.Vea el penalti no señalado a Vinícius Júnior en Alavés vs. Real Madrid:
En septiembre de este año se confirmó la muerte del colombiano Bayron Sánchez Salazar, conocido en la escena de la música urbana como B King, tras desaparecer en circunstancias aún rodeadas de interrogantes junto a Jorge Luis Herrera Lemos, identificado artísticamente como DJ Regio Clown.(Síganos en Google Discover y conéctese con las noticias más importantes de Colombia y el mundo)Los cuerpos de ambos artistas fueron hallados seis días después de su desaparición en un paraje del municipio de Cocotitlán, a un costado de la carretera México–Cuautla. A casi tres meses del reporte oficial de su fallecimiento, la madre y la hermana del cantante hablaron con el programa La Red, de Caracol Televisión, y revelaron detalles sobre la vida del joven artista y los hechos previos al trágico desenlace.Según relató Adriana Salazar, madre de B King, el viaje a México obedecía a un contrato artístico que el cantante asumió con entusiasmo. “Iba feliz, ni siquiera por la plata que le dieron, porque ni siquiera era tanta plata”, explicó, al señalar que para su hijo el reconocimiento profesional era más importante que el dinero. “Llevaba tres días cuando pasó eso tan horrible”, añadió.Por su parte, su hermana Stefania Agudelo aseguró que B King no tenía vínculos cercanos en ese país y que tampoco conocía a Regio Clown. “Mi hermano no conocía a nadie en México, como él siempre lo decía: ‘yo la quiero romper’, pero lo quería romper en la música, en lo que a él le gustaba hacer”, expresó durante la entrevista.En medio de la conversación, la madre del artista reconoció que su hijo atravesó en el pasado por un periodo de consumo de sustancias, aunque aclaró que esa etapa había quedado atrás. “Cuando se devolvió a vivir conmigo, él se limpió”, afirmó, al explicar que el joven estaba enfocado en el gimnasio y en un proceso espiritual. En la misma línea, agregó: “Es muy difícil saber qué hacen los hijos cuando no están en la casa, pero hasta donde yo sabía, estaba limpio”.Frente a las versiones que han circulado sobre una posible relación del caso con drogas, su hermana fue enfática en rechazar esas hipótesis. “Nunca hemos dudado de mi hermano”, afirmó. Incluso, relató una experiencia personal que, según ella, le dio tranquilidad: “A mí se me ha presentado en sueños mi hermano y yo le he preguntado: ‘baby, ¿tú estabas haciendo algo malo?’, y él me dice: ‘Tefa, yo estaba limpio’”.¿Cuál es la relación actual de la familia de B King con Marcela Reyes?En medio del proceso de duelo, la madre y la hermana de Bayron Sánchez Salazar, se refirieron públicamente a la distante relación que mantienen con Marcela Reyes, expareja del artista. Según afirmaron, la DJ “no respetó la memoria” del cantante tras su fallecimiento.La familia explicó que, aunque inicialmente hubo comunicación entre ambas partes, esta se rompió con el paso de los días. De acuerdo con el relato de la madre, fue Marcela Reyes quien se contactó cuando se conoció la muerte de Byron; sin embargo, posteriormente el diálogo cesó y, en la actualidad, no existe ningún tipo de contacto.El distanciamiento, aseguran, se debe a la forma en la que Reyes se ha referido públicamente al artista. La familia sostiene que la DJ “habló mal de él” y que “siempre lo por debajió”, comentarios que consideran injustos y dolorosos. En ese sentido, la hermana del cantante manifestó que la postura de Reyes daba a entender que ella fue quien le dio reconocimiento a B King, minimizando su talento y actuando como si fuera responsable de lo que él llegó a ser como artista.Según el testimonio de sus familiares, antes de su relación con Marcela Reyes, B King era “un buen hombre”, con sueños y un futuro “increíble” dentro de la música. No obstante, su hermana señaló que esa etapa marcó un cambio importante en su vida personal y profesional. “Se metió con ella y dejó de brillar, de hacer música, de creer en él, se enfocó en su hogar. La verdad, no tenemos comunicación con ella”, afirmó.Finalmente, la familia indicó que parte de su proceso de duelo se ha transformado en un propósito de justicia y memoria. En ese camino, anunciaron la creación de una fundación en honor a B King, inspirada en el amor y la compasión que el artista mostró en vida por los animales. La organización, llamada Vida Eterna, realizará su primer evento el próximo 17 de diciembre, una jornada destinada a la recolección de alimentos para animales, como una forma de mantener vivo el legado humano y solidario del cantante.HEIDY ALEJANDRA CARREÑO BELTRÁNNOTICIAS CARACOL
José Antonio Kast se convierte en el presidente de Chile tras imponerse en la segunda vuelta electoral celebrada este domingo. Con el avance del escrutinio oficial, el candidato del Partido Republicano logró una ventaja contundente frente a su rival, la candidata de izquierda Jeannette Jara.De acuerdo con los primeros resultados entregados por el Servicio Electoral, y con más del 57 % de las mesas contabilizadas, Kast alcanzó cerca del 59 % de los votos, mientras que Jara obtiene poco más del 40 %, una diferencia cercana a los 19 puntos porcentuales que marca una victoria clara para el republicano.Noticia en desarrollo
Real Madrid sufrió y respiró en Vitoria después de el Deportivo Alavés igualara el gol de Kylian Mbappé (1-1) en la segunda parte, pero Rodrygo deshizo la igualada tras una buena cabalgada de Vinícius en el minuto 76.A pesar de la victoria el equipo de Xabi Alonso no despejó las dudas de la última semana, pero se mantiene a cuatro puntos del FC Barcelona, mientras que los vitorianos se quedan con 18 puntos en el puesto 12.El equipo 'blanco' entró mejor en el partido y recuperó varios balones en la zona de tres cuartos de campo que llevo el peligro a la meta de Antonio Sivera.Kylian Mbappé probó desde lejos en dos ocasiones y puso en alerta a la zaga albiazules, que tenía problemas para salir con el balón jugado.El primer problema para los locales fue la tarjeta amarilla de Víctor Parada a los seis minutos de partido por una falta sobre Federico Valverde, que abrió el flanco derecho para los de Xabi Alonso, que eran conscientes de la importancia del partido y así lo plasmaron en el terreno de juego.El primer cuarto de hora fue solo del Real Madrid a través de una presión muy activa, hasta que el Alavés consiguió desquitarse con varias aproximaciones que a los dominios de Thibaut Courtois, aunque no llegó a rematar a puerta.El equipo blanco aprovechó las dudas de los vitorianos y en una pérdida de balón de Denis Suárez montó un contragolpe en dos pases que dejó solo a Kylian Mbappé que metió un gol de potencia y calidad para colar el balón por el palo largo de Sivera con la pierna derecha.El Real Madrid bajó el pistón desde el gol. Se tomaron su tiempo para poner en juego los balones y bajaron su nivel de presión.El Alavés apretó hasta el final de la primera mitad y estuvo cerca de empatar el choque. En libre indirecto, en el que los albiazules reclamaron tarjeta, Pablo Ibáñez llegó a un rechace para embocar pero Thibaut Courtois evitó la igualada con la cara, antes de que el colegiada decretara el tiempo de descanso.Los de Xabi Alonso salieron con una marcha tras el paso por vestuarios. Primero fue el uruguayo Fede Valverde desde fuera del área en una jugada ensayada y después Kylian Mbappé y Vinicius se encontraron con un gran Antonio Sivera, que demostró todas sus cualidades con una mano rápida primero y una gran ‘palomita’ después.Los cambios del 'Chacho' Coudet fueron clave. El primer balón que tocó Carlos Vicente fue para empatar el partido después de resolver un mano a mano con el portero blanco con un buen control a un gran pase lejano de Antonio Blanco en el minuto 69.Los madridistas se quedaron noqueados tras el gol. Volvieron a dejar su espalda desguarnecida y de nuevo a Carlos Vicente, que encontró solo a la carrera a Toni Martínez, pero no pudo empujarla para darle la vuelta al resultado en solo cuatro minutos.El Alavés perdonó y el Madrid lo aprovechó. Vinicius recogió un pase largo, le ganó la carrera a Jonny Otto y le dio el pase de la muerte a Rodrygo en un contragolpe veloz para que respirara la parroquia blanca.En cambio, a los cinco minutos el goleador brasileño tuvo que dejar el terreno de juego con molestias musculares.El choque entró en un cuerpo a cuerpo que encendió a la grada local, que reclamó la segunda tarjeta amarilla a Vinícius por fingir una falta en una internada en el área.Con el Alavés volcado, el Real Madrid pudo sentenciar el duelo, pero entre Nahuel Tenaglia, el mejor de los locales, y Antonio Sivera desbarataron la ocasión de que el Real Madrid ampliara la renta.- Ficha técnica:1 - Alavés: Sivera; Jonny Otto, Tenaglia, Pacheco, Parada (Yusi, min.89); Blanco, Pablo Ibáñez (Toni Martínez, min.67), Denis Suárez (Guevara, min.83); Calebe (Vicente, min.67), Rebbach (Aleñá, min.67); y Boyé.2 - Real Madrid: Courtois; Valverde, Asencio, Rüdiger, Valdepeñas (Huijsen, min.79); Tchouameni, Arda Güler (Gonzalo, min.78), Bellingham; Rodrygo (Brahim, min.83), Mbappé y ViniciusÁrbitro: García Verdura (comité catalán). Amonestó con tarjeta amarilla al local Parada (min.6), Rebbach (min.91) y Guevara (min.93) y al visitante Vinicius (min.80).Gol: 0-1. min. 24: Mbappé. 1-1. min.69: Vicente. 1-2. min.76: Rodrygo.Incidencias: partido correspondiente a la jornada 16 de LaLiga EA Sports disputado en el estadio de Mendizorroza ante 19.290 espectadores.
La victoria 0-1 de la Juventus sobre Bolonia estuvo marcada por una tensa y controversial acción que ha desatado el debate en Italia. El protagonista del altercado fue el defensor colombiano Jhon Lucumí, quien se vio envuelto en una disputa física con el extremo portugués Francisco Conceição en el área local.La polémica se gestó cuando Conceição cayó al césped. Lucumí intentó levantar a su rival de forma brusca, interpretando que estaba simulando. Sin embargo, el caleño perdió la calma y lo arrojó con fuerza al piso. La acción fue tan enérgica, que de inmediato, muchos pidieron la pena máxima; argumentando una conducta antideportiva y uso excesivo de la fuerza dentro de la zona de castigo.El árbitro principal decidió no señalar el penalti, y aunque el Bolonia logró salvarse de esa jugada, la agresividad de Lucumí ha quedado bajo el foco de las críticas, dado que pudo significar un cobro desde el punto blanco que hubiese podido aumentar la ventaja de Juventus.Vea la polémica acción de Jhon Lucumí en Boolonia vs. Juventus por la Serie A: