En el sur del Chocó, miles de familias confinadas por las amenazas del ELN siguen a la espera de las ayudas para calmar la difícil situación que enfrentan tras las inundaciones que les acabó con lo poco que tenían.>>> También puede leer: Petro decreta situación de desastre en Colombia durante un año por ola invernal: ¿qué implica esto?Entre ayer y hoy comenzaron a llegar algunas ayudas a las comunidades afectadas por las intensas lluvias. Habitantes del Alto Baudó y Bojayá recibieron 11 toneladas de alimentos y ayudas humanitarias.Fuerza Aeroespacial llevó al Chocó más de 8 toneladas de ayudasMientras que la Fuerza Aeroespacial de Colombia desplegó dos aeronaves tipo C-295 del Comando Aéreo de Transporte Militar CATAM, con más de ocho toneladas de ayudas suministradas por la UNGRD para este departamento.Los auxilios serán dispuestos en Quibdó a la Cruz Roja para que sean administrados y distribuidos de acuerdo con las necesidades de los damnificados. Las dos aeronaves estaban transportando más de 900 kits de aseo, alimentación, implementos de cocina, sábanas, hamacas y toldillos.Crisis en Istmina por las fuertes lluviasA punto de colapsar está la única vivienda que sirve de lugar de paso para decenas de estudiantes del Consejo Comunitario de Primavera por cuenta de las crecientes del río San Juan en Istmina (Chocó).Los cultivos de caña donde extraen el biche y la panela son el sustento para 400 pobladores, pero por las lluvias tienden a desaparecer.“Cuando le da el agua, ya que últimamente el río tiene mucho mercurio a través de la minería. Las matas se van colocando amarillas y esas matas tienden a morirse”, manifestó Leidy Mosquera, habitante del corregimiento La Primavera, en diálogo con Noticias Caracol en vivo.Con banderas blancas, los consejos comunitarios se desplazan por los ríos San Juan, Cajón y Sipí, porque el paro armado del ELN sigue vigente y las ayudas para los más de 45.000 confinados aún no llegan.“En estos momentos no hay ayuda, o sea que el corredor humanitario hasta el momento no va a servir de nada”, contó Leonardo Ibargüen, líder comunitario.Según los líderes comunitarios, en el sur del Chocó se necesitan con urgencia brigadas de salud, alimentos y medicamentos. 1.7 billones de pesos será el monto destinado por parte del Gobierno nacional para apoyar a los damnificados en el departamento del Chocó.Presidente Petro sobrevoló el Chocó para conocer la magnitud de las inundacionesEn la tarde de este miércoles, el presidente Gustavo Petro llegó a Quibdó e hizo un sobrevuelo en compañía de la gobernadora del departamento, Nubia Córdoba, y también de otros funcionarios.La magnitud de las inundaciones se reflejó en el rostro de la gobernadora del Chocó, quien desde el aire veía con dolor las inmensas afectaciones a Bojayá y Vigía del Fuerte.En total son 27 las poblaciones afectadas. Sus habitantes perdieron cultivos, animales y hasta sus viviendas. El presidente Gustavo Petro anunció que miles de personas de las poblaciones de Almendrón, Pogue y Boraudó tendrán que ser reubicadas.“Es 1,7 billones lo que hemos calculado para primeras ayudas y para lograr la bisagra que nos lleve a solucionar, a través de reubicaciones en las zonas de alto riesgo, la población”, aseguró el presidente Gustavo Petro.Según los datos del Gobierno, la ola invernal destruyó 17.000 hectáreas de cultivos, 300 casas fueron declaradas en pérdida total y al menos 2.000 resultaron averiadas; por esta razón y para evitar que estas tragedias se vuelvan a presentar, los estudios de reubicación comienzan ya.“Lo primero es garantizar que la UNGRD no desfalque los dineros de la nación que en emergencia se pueden conseguir difícilmente. Y, en segundo lugar, las posibilidades de salir a través de la reubicación, en general”, acotó el jefe de Estado.La declaratoria de desastre natural para atender los estragos del invierno se decretó por 12 meses.>>> También puede leer: Gobernadora del Chocó al Gobierno nacional: “Es urgente un plan especial con apoyo aéreo”
Un niño resultó herido al estallar un artefacto en el departamento del Chocó. El hecho ocurrió en zona rural del municipio de Istmina, donde, según la comunidad, el menor de nueve años encontró el detonante cerca a su casa.>>> Vea más: Alcalde de Quibdó pide al Gobierno que el amor por Chocó "se demuestra con inversión"El explosivo estalló en las manos del niño mientras jugaba.Un equipo de la Cruz Roja Internacional, que pasaba por el lugar, auxilió al menor y lo estabilizó para poderlo trasladar al Hospital San Francisco de Asís, de Quibdó, donde, actualmente, es atendido por los servicios médicos.Las autoridades del Chocó investigan quiénes son los responsables de este trágico hecho.Niño herido en Chocó tiene lesiones en varias partes del cuerpoDe acuerdo con el diario El Nuevo Siglo, el niño resultó con lesiones en el tórax, en el abdomen y en extremidades.Las Fuerzas Militares indicaron que el explosivo pertenecía al ELN y condenó el uso de este tipo de artefactos por parte de esta guerrilla, cuyos diálogos de paz con el Gobierno Nacional quedaron suspendidos después del ataque terrorista contra la base militar de Puerto Jordán, Arauca.Las FF. MM. aseguraron que “la instalación y uso de artefactos explosivos improvisados, por parte del grupo armado organizado ELN, ponen en riesgo la vida de los habitantes de esta comunidad, infringiendo normas de los Derechos Humanos y del Derecho Internacional Humanitario”.>>> Le puede interesar: Soldado resultó herido tras explosión de una mina antipersonal en el Chocó
Este miércoles, desde el muelle de Istmina, en Chocó, partieron varias embarcaciones repletas de ayuda humanitaria con destino a las comunidades de Doidó y Negría, ubicadas a lo largo del río San Juan. Estas comunidades han estado confinadas durante más de una semana, sufriendo las consecuencias de un conflicto que parece no tener fin a causa del paro armado decretado por el ELN.Ante esta situación, el alcalde de Istmina, Jaison Mosquera Sánchez, se mostró firme en su petición al grupo armado ELN para que cese el paro armado que afecta gravemente a la población civil. “El único que sufre son estas comunidades que están confinadas, que les toca desplazarse de un lugar a otro, a dormir en el suelo, donde no tienen acceso a alimento, a educación, a salud. Entonces, el llamado contundente de la Administración municipal y de todos los alcaldes que de otra forma estamos unidos es invitar a los actores al margen, que demos por terminado de una vez ya estos conflictos y respetemos a la población civil”, subrayó el alcalde.La angustia en las comunidades de Sipí es aún más palpable. Arlinton Murillo, líder comunitario de la zona, expresó con desesperación: “Tenemos demasiada gente enferma, con paludismo, con dengue, no hay alimentación, no hay gasolina. Queremos que se pongan la mano en el corazón y de verdad nos apoyen en esta situación”. Las palabras de Murillo reflejan la desesperanza y el sufrimiento de aquellos que se encuentran atrapados en medio de un conflicto que no les pertenece.Van tres muertes por cuenta del paro armado del ELN en ChocóLa tragedia ya ha cobrado vidas. Familiares en Pángala lloran la pérdida de dos bebés y una madre que no pudieron ser trasladados a tiempo para recibir atención médica. Javier Sarco Areiza, padre y abuelo de las víctimas, hizo un llamado desesperado: “Yo le pido encarecidamente a los que nos están observando, que por favor, no se sigan suscitando estos casos para que el Gobierno nacional preste más atención a los centros municipales para poder salvar vidas”.Hay personas enfermas Mientras tanto, los hospitales en Istmina y Quibdó comenzaron a recibir a los enfermos más graves desde las comunidades confinadas. Maribeth Delgado Aragón, secretaria de Salud, Educación y Cultura de Istmina, expresó: “Se están atendiendo los pacientes que logramos que la comunidad indígena nos trajera sobre el río San Juan dentro de este paro armado. Esta es la oportunidad para otra vez suplicarle al Gobierno que se apiade de nosotros, nos acompañe y nos haga llegar una ambulancia fluvial. El Estado en que llegan nuestros pacientes no es justo”.La situación se complica aún más debido a las restricciones impuestas por el ELN, que solo permite el tránsito de embarcaciones oficiales y de derechos humanos por los ríos San Juan, Sipí, Cajón y Torrá para llevar las ayudas humanitarias. Las comunidades, agotadas y desesperadas, cuestionan estas decisiones que agravan su ya precaria situación.
El paro armado declarado por el ELN en el Chocó ha desencadenado una crisis humanitaria sin precedentes en la región. La situación se ha vuelto crítica con el confinamiento de comunidades en cinco municipios, lo que ha resultado en la trágica muerte de una bebé de un año y cuatro meses. La niña, residente de la comunidad indígena wounaan de San Cristóbal, falleció debido a la imposibilidad de ser trasladada para recibir atención médica. Las amenazas del ELN impidieron que fuera trasladada por el río San Juan, lo que impidió su acceso al servicio de salud que requería.Jaison Mosquera Sánchez, alcalde de Istmina, confirmó la noticia, señalando que “murió anoche a las 7 de la noche porque se encontraba con desnutrición aguda y tenía síntomas de fiebre y no pudo ser traída a la cabecera municipal”. La situación se agrava aún más en otras áreas de la región, como en Puerto Olave, donde una mujer embarazada de 32 años también está en riesgo. Maribeth Delgado Aragón, secretaria de Salud, Educación y Cultura de Istmina, destacó la gravedad del caso "para el traslado urgente de una materna de 34 semanas de gestación" "Nos presenta complicaciones por malaria. Tenemos en este momento en el departamento del Chocó un brote altísimo de malaria y de dengue”, anotó. Ya se habían presentado más paros armados del ELN en el ChocóEste es el sexto paro armado del Frente de Guerra Occidental Omar Gómez en el sur del Chocó durante 2024. La violencia y el temor generalizado han paralizado las actividades y exacerbado las condiciones de vida en la región. Milton Murillo Moreno, líder comunitario y concejal de Istmina, alertó sobre las dificultades actuales, subrayando que “la alimentación para esos hogares, la salud, como puede ver en estos momentos, es algo muy complejo para todo el río San Juan”.La situación ha generado una respuesta de las autoridades locales, que han reforzado la presencia de la fuerza pública en la región para mantener el orden y garantizar la seguridad de la población.“Le queremos decir a nuestra población que pueden estar tranquilos, que nuestra fuerza pública sigue trabajando para garantizar la tranquilidad a cada una de nuestras poblaciones”, aseveró Jhon Jairo Gutiérrez Pretel, alcalde de Litoral San Juan.A pesar de estos esfuerzos, la incertidumbre persiste. El paro lleva cinco días y aún se desconoce cuándo el ELN permitirá el tránsito por ríos y carreteras. La crisis continúa extendiéndose a otros municipios vecinos, afectando a un número creciente de comunidades que dependen económicamente del Bajo San Juan.
El paro armado anunciado por el Ejército de Liberación Nacional (ELN) ha llevado a una crisis humanitaria en el sur del Chocó, particularmente en la localidad de Istmina. Desde el domingo, la región ha sido testigo de una paralización del comercio y un aumento en la escasez de suministros básicos, como alimentos y medicinas.Jon Fredy Hurtado, un comerciante de Istmina, expresó su preocupación: “Siéndole sincero sí, nos afecta un poco y mucho porque la comunidad, por ejemplo, de los campos, la verdad nos ayuda mucho, nos apoyan mucho como comerciantes. Es una ayuda buena para nosotros”. La falta de compradores ha puesto en riesgo la supervivencia económica de muchos negocios locales que dependen del comercio con las comunidades rurales.En respuesta a la crisis, la Alcaldía de Istmina ha entregado alimentos y atención psicosocial a 70 personas desplazadas de las comunidades de Brisas y Chambacú, de las cuales el 80% son niños. Pedro Prado, Secretario de Gobierno de Istmina, señaló: “Para iniciar, atender los temas de salud, los temas psicosociales y en el tema de educación que es fundamental, ya que tenemos muchos jóvenes y niños dentro de esta población desplazada”.La crisis se agrava con la presencia de minas antipersonales dejadas por grupos armados ilegales, que además de representar un riesgo mortal para los residentes, obstaculizan el uso seguro del territorio. Francisco Vidal, Secretario del Interior del Chocó, advirtió: “Esto es una situación muy grave porque no solo pone en riesgo la vida de nuestros pobladores, sino que evita el aprovechamiento adecuado y para actividades productivas del territorio”.Además, la diócesis de Istmina-Tadó ha lanzado un llamado a la solidaridad, invitando a la comunidad a donar alimentos no perecederos y elementos de aseo para apoyar a los afectados. Las donaciones pueden ser entregadas en las parroquias de Istmina y Quibdó.La situación en el sur del Chocó es un recordatorio doloroso de los desafíos que enfrentan muchas comunidades en conflicto y pone de relieve la urgente necesidad de asistencia humanitaria y soluciones a largo plazo para garantizar la seguridad y el bienestar de los residentes afectados.
El paro armado declarado por el ELN ha sumido al sur del Chocó en una profunda crisis humanitaria. En la cabecera municipal de Sipí, el silencio domina las calles, que permanecen desiertas y con casas cerradas. Las canoas, que son el único medio de acceso para más de 5.000 habitantes, están amarradas en la orilla del río debido a las intimidaciones del grupo armado.Óscar Díaz, enlace de las víctimas de Sipí, señaló: “Hoy estamos confinados el 100% de la población sipiana. Sumado a esto, tenemos dos comunidades desplazadas que se encuentran en el municipio de Istmina”.Los líderes locales advierten que la situación es crítica en las 15 comunidades de Sipí. El enfrentamiento entre el ELN y el Clan del Golfo ha agravado la situación, impidiendo la llegada de ayuda humanitaria. Harlinton Murillo, líder comunitario de Sipí, expresó: “No tenemos alimentos y estamos quedándonos sin provisiones. Necesitamos que el Gobierno Nacional intervenga para que la población sipiana tenga acceso a la alimentación y a los servicios básicos”.Lo que dicen las autoridades sobre el paro armado del ELNSegún la Defensoría del Pueblo y la Iglesia Católica, más de 45.000 personas de 85 comunidades étnicas están siendo afectadas en el sur del departamento. Julio Balanta Mina, Defensor Nacional del Pueblo, informó: “7.500 de ellas están con doble afectación por el conflicto armado, factores ambientales o efectos asociados con el cambio climático, lo que deriva en una emergencia humanitaria”.Monseñor Mario de Jesús Álvarez, obispo de Istmina-Tadó, añadió: “Hermanos y hermanas de Chambacú, ahora con el paro armado, están en las orillas del río San Juan”.La Defensoría del Pueblo ha emitido cuatro alertas tempranas sobre la compleja situación en la región, advirtiendo la gravedad de la crisis y la necesidad urgente de intervención humanitaria.
Atemorizados, así están centenares de familias del departamento Chocó que se vieron obligadas a dejar sus hogares por combates entre grupos armados ilegales que hacen presencia en la zona. Muchos de los afectados están en condiciones precarias en la cabecera urbana del municipio de Istmina.>>> Puede interesarle: Fatal accidente en Itsmina: balsa con decenas de pasajeros se partió y dos personas murieronFamilias desplazadas por el conflicto en IstminaSe conoció que al menos 300 familias de la zona rural de Doidó, Istmina, tuvieron que dejar sus viviendas por inminentes fuegos cruzados entre miembros del ELN y el Clan del Golfo.Los desplazados por el conflicto armado ilegal llegaron a la cabecera municipal del municipio, en donde permanecen en improvisados cambuches y sin recursos para alimentarse. El temor llevó a que al menos otro centenar de familias decidiera confinarse en Istmina.Jaison Mosquera, alcalde del municipio de Istmina, explicó ante las cámaras de Noticias Caracol que esta no es la primera vez que los pobladores de esta zona tienen que abandonar sus parcelas, pues "Doidó duró desplazada un año, retornó hace un mes y nuevamente le tocó retirarse de sus comunidades".>>> Le recomendamos: Avioneta en Bahía Cupica, Chocó, se salió de la pista y chocó contra árboles
En Docordó, cabecera municipal del Litoral del San Juan, en Chocó, ya se sufren las consecuencias del paro armado del ELN que cumplió su tercer día.Paro armado del ELN en Chocó: ¿qué dicen en mesa de negociación sobre confinamiento de comunidades?“Las verduras, la carne y otros productos están escaseando”, dijo un ciudadano adecuado.Las 64 comunidades y los 22 mil habitantes del Litoral del San Juan dicen estar sitiados, desabastecidos de alimentos y combustible, ya que el río San Juan es su única vía de acceso.“Quienes viven esta situación, de manera más cruda, son las comunidades de la zona rural. De persistir este paro, son las que van a recibir esta afectación de una manera más fuerte”, manifestó Bladimir Romero, secretario de Gobierno del Litoral del San Juan.En las zonas rurales de Istmina, Medio San Juan, Nóvita y Sipí, los pobladores no pueden salir a sus parcelas, no hay clases ni atención en salud.Luis Murillo Robledo, funcionario de la Defensoría del Pueblo en Chocó, dijo que “es cada vez más compleja la situación de las personas que están en confinamiento”.El general Helder Giraldo, comandante de las Fuerzas Militares, denunció al Frente de Guerra Occidental del ELN por las violaciones a los derechos humanos de la población del sur del Chocó.“Se colocó la denuncia ante el mecanismo de monitoreo y verificación sobre este hecho que, presuntamente, viola el cese al fuego bilateral del Gobierno con el Ejército de Liberación Nacional”, informó el general Giraldo.Desde la Iglesia católica invitaron a todos los que están sentados en la mesa de diálogo a actuar con respeto y seriedad con la población del Chocó.Monseñor Mario de Jesús Álvarez, obispo diócesis de Istmina-Tadó, expresó que “cuando la contraparte no está actuando con total honestidad, entonces qué resultado vamos a querer alcanzar. Un llamado a la seriedad para que asumamos todos”.La Defensoría del Pueblo del Chocó alertó que la crisis humanitaria en el Bajo San Juan se agudiza por la restricción de la movilidad y la economía.Más de 27 mil personas en Chocó están confinadas por paro armado del ELN
Los peinados y las trenzas que entretejen los cabellos afros y rizados también fueron caminos que trazaron los antepasados para buscar la libertad. Es por esto que, en aras de no perder una tradición tan importante en Istmina, Chocó, se realiza anualmente el Concurso de peinados afro.Pasión de Gavilanes: así ha cambiado la vida de sus protagonistas en los últimos 20 añosEl concurso se realiza desde hace más de 20 años y trata de dejar a las nuevas generaciones de Istmina la responsabilidad de seguir transmitiendo de generación en generación una tradición milenaria. Es el caso de Yency Hurtado, quien a lo largo de 10 años se ha convertido en peinadora tradicional, tejiendo en las cabezas de las istmeñas trenzas que las hagan apreciar y valorar su historia. "No perdamos lo ancestral, que es la esencia donde siempre miremos a un futuro donde seamos libres y todos tengamos paz y sea unidad siempre", es la invitación de Hurtado cada año en este festival. Por su parte, Etel Sofía Perea señala la importancia de participar en este concurso y lo que lo hace tan especial para la comunidad."Porque tu peinado demuestra y expresa todos los sufrimientos que hemos vivido como sociedad, pero a la vez los caminos de paz que queremos crear", afirma.El principal público objetivo de este evento son las pequeñas niñas de Istmina, por lo que el concurso lleva realizándose por más de 20 años con diferentes colegios. Enorgullecer y capacitar a las niñas sobre la historia que pueden trazar en sus cabellos será la estrategia para seguir liberándolas del racismo. Son 22 años en los que siete colegios y 11 barrios tradicionales hacen parte del Concurso de peinados afro que este año se rige bajo el lema de Tejiendo caminos de paz, recordando cuando años atrás, en las cabezas de los esclavos, se trazaban los caminos que los llevarían a la libertad.Morat anuncia inédito concierto en El Campín: "Hay una primera vez que falta"Alexandra Perea, una de las docentes que participa con sus estudiantes en este evento, señala que "esto es algo que sale de las entrañas del corazón, que nos eriza la piel. Es algo que nos enorgullece, son unos talentos que tenemos aquí". Eso lo dice haciendo referencia a que cada vez los participantes exploran más su creatividad al crear nuevos estilos de peinados para concursar. Ereilys Cáceres, palenquera y una de las jurados del concurso, plantea que algo que ha sido impresionante a lo largo de los años del evento es que ha garantizado que esta sea "una tradición que no va a morir nunca". Esto se debe a que, en cada edición, nuevas manos de peinadoras profesionales continúan enseñando lo que aprendieron de sus ancestros.Con este evento, en el municipio de Istmina, se le da la bienvenida a la fiesta patronal en honor a la Virgen de las Mercedes y que se extiende hasta el domingo 24 de septiembre de 2023.
Durante este domingo, 22 de enero, la activación de un campo minado en el municipio de Istmina, Chocó, dejó como resultado un soldado muerto y cuatro heridos, quienes fueron trasladados a centros asistenciales. El hecho tuvo lugar en una zona donde hay constantes enfrentamientos entre el Clan del Golfo y el ELN.Clan del Golfo atacó dos veces, en menos de 36 horas, la estación de Policía de IstminaEl Ejército realizaba una verificación para garantizar el retorno de habitantes a esta zona de Istmina. El uniformado que perdió la vida fue identificado como Daniel Becerra Velásquez, soldado profesional."#HonorYGloriaPorSiempre a nuestro soldado profesional Daniel Becerra Velázquez, asesinado con la activación de un campo minado, mientras cumplía su misión de proteger la vida y seguridad de los habitantes del municipio de Istmina", trinó el general Luis Mauricio Ospina Gutiérrez, comandante del Ejército.Por otro lado, se registró la pérdida de material de guerra producto de la onda explosiva del campo minado.De acuerdo con el Ejército, en dicho sector del Chocó se han registrado varios enfrentamientos entre integrantes de la subestructura Carreteras del GAO Clan del Golfo y del frente Ernesto Che Guevara del GAO del ELN.“El éxito del cese al fuego dependerá de los mecanismos de verificación”, dicen expertos