La muerte de una familia bogotana en un hotel de San Andrés sigue llena de incógnitas. Medicina Legal confirmó intoxicación por fosfina, pero ¿cómo llegó ese gas letal a la habitación? Séptimo Día reconstruyó detalles del caso y habló con autoridades, responsables del hotel y de la empresa de fumigación.Viviana Canro, su esposo Nelson Martínez y su pequeño hijo Matías, de tan solo 4 años, murieron en la habitación 404 del hotel Portobelo en San Andrés en julio de 2025. La familia había llegado allí, en compañía de los padres de la mujer, a disfrutar de unas vacaciones soñadas en la isla de los siete colores.Un sueño que terminó en tragediaDurante meses, Viviana Canro, estilista bogotana de 42 años, y Nelson Martínez, de 52 años, habían planificado y ahorrado para ir al archipiélago de San Andrés. "Ella me dijo ‘yo quiero que mi mamita y mi papito vayan y conozcan el mar’", comentó en Séptimo Día Cecilia Zuluaga, madre de la mujer.Una vez llegaron a la isla la noche del 9 de julio, se hospedaron en el hotel Portobelo. Sin embargo, desde el inicio Viviana mostró cierta incomodidad con la habitación asignada y, en mensajes enviados a sus hijas mayores que estaban en Bogotá, comentó sobre olores extraños y falta de respuesta del personal cuando pidió un cambio.“Ese hotel está re re mohoso, huele hartísimo, hartísimo a moho. Uy, no, me dio pena, me sentí mal con mis papás. No, no sé qué hacer”, decía Viviana en uno de los audios que le envío a su hija.Al otro día, la familia – Viviana, su esposo, su hijo y sus padres - disfrutó de planes sencillos como caminatas y una larga estadía en la playa y en la noche decidieron que el viernes 11 de julio alquilarían un vehículo para recorrer la isla y conocer más rincones de San Andrés. Sin embargo, esa mañana todos sus planes se fueron al piso.Orlando Canro, padre de Viviana, fue a buscarlos a la habitación 404, pero no encontró respuesta alguna, por lo que solicitó a los encargados del hotel abrir la puerta para ver qué había ocurrido. Lo que encontró lo marcaría para siempre: su hija, su yerno y su nieto estaban sin vida. El desconcierto fue inmediato, no había signos de violencia en los cuerpos y todas sus pertenencias estaban en la habitación, por lo que rápidamente se descartó la hipótesis de un robo.“Tanto alrededor del cuerpo de la femenina como en la parte interna del baño había mucho vómito. Podríamos decir que se trataba de una intoxicación", explicó el mayor Miguel Ángel Martínez, comandante de la Policía de San Andrés, en Séptimo Día.¿Qué pasó esa noche en la habitación 404 de hotel en San Andrés?Las preguntas sobre qué era lo que había ocurrido entre el 10 y el 11 de julio eran muchas y los familiares no se explicaban por qué su sueño se había vuelto una pesadilla, literalmente, de la noche a la mañana. “Nosotros vinimos cinco y eso es lo triste, que no volvimos sino dos con vida", relató Orlando, en medio del llanto, al equipo de Séptimo Día.De inmediato, las autoridades iniciaron las respectivas investigaciones, pero solo unas semanas después se conocieron los primeros indicios. La clave fue el resultado de las necropsias entregadas por Medicina Legal, que señalaba que la causa de la muerte fue intoxicación por fosfina, un gas letal. Pero, ¿de dónde salió ese químico?Mientras se adelantaban las pesquisas, el hotel había informado de una fumigación realizada en la habitación contigua, la 405, para un control de plagas, entonces, tras el informe de Medicina Legal, el foco se puso sobre la empresa encargada de este procedimiento: Livco EU, contratista con amplia trayectoria en la isla.Séptimo Día conoció el documento que la empresa entregó al hotel Portobelo luego de fumigar la habitación 405. El técnico que realizó el procedimiento, de nombre Michael Garzón, escribió que “se realizó un tratamiento correctivo para el control de chinches en la habitación, cerrándola dos días para el producto activar”. Según el informe, el producto utilizado habría sido un insecticida denominado Demand Duo, comúnmente aplicado en entornos urbanos para combatir chinches y otros insectos.Sin embargo, un mes y medio después de la tragedia de esta familia bogotana que había ido de vacaciones a San Andrés la autopsia de los dos adultos y el menor de edad reveló que la muerte se dio por una “intoxicación exógena por fosfina”. Según el padre y abuelo de las víctimas, eso se debió a la “fumigación en el 405 que se pasó a la otra habitación”.¿Qué es la fosfina?De acuerdo con expertos, la fosfina es un gas que se libera cuando el fosfuro de aluminio, usado como plaguicida agrícola, entra en contacto con la humedad. Su aplicación está prohibida en espacios cerrados porque basta con pequeñas concentraciones para resultar mortal.Así las cosas, una de las hipótesis es que el fumigador pudo haber usado fosfuro de aluminio o una sustancia similar, pero consignó en el reporte oficial otro nombre. “Al parecer, esta empresa utilizó un producto de fumigación que no está permitido y un producto que no reportó al hotel haber utilizado”, señaló el abogado de Portobelo.La empresa se defiendeSin embargo, Livco EU emitió un comunicado en el que negó haber empleado químicos prohibidos y sostuvo que cumple protocolos y que la sustancia usada está autorizada. Insiste en que el técnico siguió las instrucciones establecidas y que el insecticida utilizado fue Demand Duo.El empresario Rodrigo Livingston, dueño de Livco EU, le dijo a Séptimo Día que no quería pronunciarse por el momento sobre el tema “porque eso está en manos de la Fiscalía”. Sobre la posibilidad del uso de una sustancia prohibida y altamente letal en la fumigación de la habitación 405, el hombre dijo “eso está por verse”.La administración del Portobelo tampoco ha salido bien librada. Aunque contrató a una empresa con trayectoria, a quienes señalan que no avisó a la familia que dormía en la habitación contigua.Al parecer, la fosfina solo llegó a la habitación 404 porque, según los planos del hotel conocidos por Séptimo Día, esta es la única ubicada al lado de la 405 y estarían comunicadas por un conducto de aire, que ahora investigan como posible entrada del peligroso gas.La toxicóloga Rosalina González explicó que este “gas empieza a entrar y te empieza a desplazar el oxígeno y realmente no te vas a dar cuenta, pierdes el oxígeno, inhalas la fosfina y obviamente ya unas 2 horas, 3 horas expuesto, no hay nada más que hacer y eso hace que desencadenen esa muerte”.La Fiscalía investiga a los responsables por homicidio culposo. El caso aún está en etapa de pruebas, pero las conclusiones de Medicina Legal son una pieza clave: la fosfina fue la causa de la muerte. Entre tanto, la familia de las víctimas sigue exigiendo justicia.
En Colombia, dos niñas enfrentaron decisiones médicas y personales que marcaron sus vidas para siempre. Séptimo Día conoció los testimonios de Sara Urrego, una adolescente que decidió amputarse ambas piernas para dejar de vivir con dolor, y el de Angeli Zúñiga, una niña cuya vida dependía de un milagroso trasplante de médula ósea que solo un hermano por nacer podía hacer posible. Ambas historias reflejan la valiente decisión, una fe inquebrantable en la vida, en la esperanza y en el poder de no rendirse, a pesar de las adversidades.Sara Urrego Millán, una niña que a los 12 años tomó la decisión de que le amputaran las piernas debido a que una enfermedad genética que enfrenta desde su nacimiento le causaba dolores insoportables. Además, desde pequeña tuvo que asumir el peso de tomar decisiones inconcebibles para un niño.“Yo no podía más, le decía a mi mamá ‘yo no puedo más mami, me duele mucho, no sé qué hacer’. Tomé la decisión (a los 12 años) de que me amputarán mis piernas. La pierna derecha era la más afectada, la que más me causaba dolor”, contó Sara en Séptimo Día.Sara eligió vivir sin dolorA Sara le diagnosticaron encondromatosis, una enfermedad rara que causa tumores en los huesos. Aunque no son malignos por naturaleza, pueden volverse cancerígenos con el tiempo.“Son unos tumores que se van desarrollando en huesos largos: piernas, brazos e incluso, en algunas ocasiones, en el cráneo. Esta enfermedad me la diagnosticaron a los 3 años”, explicó Sarita.En el caso de Sara, aproximadamente a los 8 años los tumores ya estaban en la cadera y eso significaba que podrían pasar de benignos a malignos, es decir, cáncer de huesos y que el dolor sería un pasajero permanente e indomable.“Era un dolor punzante, muy muy doloroso, en básicamente todas las dos piernas. Me quemaba el hueso. Me movía, me dolía, duraba todo el día con dolor”, reveló la adolescente.La cirugía y una nueva esperanza de vidaLa primera amputación, en la pierna derecha, se realizó el 22 de agosto de 2022 en el Instituto Nacional de Cancerología de Bogotá. Meses más tarde, en marzo de 2023, fue necesario amputar también la pierna izquierda, comprometida por un tumor en la rodilla que avanzaba con rapidez. Pese a todo, Sara nunca dejó de aferrarse a la esperanza ni de soñar con una vida libre de dolor.“La mejor decisión, aunque suene muy drástico, muy difícil, fue la amputación de mis dos piernas. Después de las amputaciones, mi vida cambió de una forma muy buena, los dolores ya no volvieron existir, ya duermo super bien. Por el dolor que yo tenía en mis piernas no dormía, no comía, llegué a tener desnutrición severa”, aseguró.Tras las operaciones, Sarita se enfrentó a un nuevo reto: aprender a caminar con prótesis. En este camino contó con el apoyo de un héroe inesperado: el Titán Caracol, Juan Ricardo Salcedo, un mecánico industrial que fabrica prótesis con material reciclado, en su taller en Tabio, Cundinamarca.“Miren de verdad mucho los problemas que tienen y desen cuenta si realmente son problemas, porque algunas veces nos quejamos por cosas insignificantes”, dijo Sara, quien adoptó una actitud positiva, nunca se quejó y se convirtió en un ejemplo de fortaleza.Sara cumplió uno de sus mayores sueños: celebrar sus 15 años y bailar el vals con su padre. La fiesta que tanto anhelaba, rodeada de quienes siempre la han apoyado, se hizo realidad gracias a la generosidad de varios ángeles que le obsequiaron el vestido, la comida, la música e incluso un anillo.“Mi mensaje es que valoren mucho su vida. A veces nos quejamos de cosas muy pequeñas y pensamos en muchas cosas que a veces no son tan importantes. Yo, a pesar de que tomé la decisión de que me amputan mis dos piernas, no me arrepiento para nada de la decisión que tomé y sigo aquí luchando, sigo luchando para poder caminar, lograr mi sueño que es caminar”, concluyó la joven.El milagro de Angeli ZúñigaAngeli Zúñiga Martínez nació con una grave deficiencia en la producción de glóbulos rojos, conocida como anemia de Diamond-Blackfan. Desde sus primeros meses de vida dependió de medicamentos y de transfusiones constantes para sobrevivir.El pronóstico médico no era alentador y solo un trasplante de médula ósea podía darle una oportunidad de vida. En 2020, Séptimo Día documentó su historia, marcada por la persistencia y por un milagroso regalo.“Es una niña muy fuerte, demasiado fuerte”, aseguró Giselis Martínez, mamá Angeli. Para ese entonces, la menor de 9 años, ya se había sometido a varios tratamientos médicos, exámenes y hospitalizaciones por su grave estado de salud, sin embargo, ni los dolores le quitaban de su rostro una gran sonrisa.La única solución para tratar su enfermedad era un trasplante de médula ósea, pero encontrar un donante compatible resultaba casi imposible.La esperanza renació cuando su madre decidió tener otro hijo en 2016. Aunque Moisés, el hermano de Angeli, solo era un 50% compatible con ella, el hecho de ser un niño sin enfermedades de base ni complicaciones de salud, como las que podría tener un adulto, lo convirtió en el donante ideal.Debido a la pandemia del COVID-19, el procedimiento se detuvo un par de meses, hasta que en septiembre de 2020, fue realizada la cirugía en Cali, donde Angeli recibió las células madre de su hermano.Tras varios meses de recuperación, Angeli solo deseaba volver a su natal Cartagena con su familia y agradecía a su hermano por haber sido el mejor regalo de su vida. “Lo quiero mucho y él es para mí como un regalo. Le prometo que vamos a luchar y vamos a ser fuertes los dos...Él es mi ángel”, dijo la pequeña Angeli.Sara y Angeli son la prueba de que la adversidad puede convertirse en motor de esperanza. Una decidió amputar sus piernas para dejar atrás el dolor y cumplir un sueño; la otra, encontró la posibilidad de vivir gracias a su hermano y el trasplante de su médula ósea. Ambas historias hacen un llamado a valorar lo esencial de la vida.
A los 13 años, Benjamín Méndez tomó una decisión que marcaría su destino para siempre: se entregó voluntariamente a la guerrilla de las FARC para evitar que reclutaran a su hermana menor. Ese acto de amor lo separó de su familia y lo llevó a vivir una de las guerras más largas y crueles del mundo. Hoy, más de tres décadas después, Benjamín compartió su historia en Los Informantes con la esperanza de que su familia lo vea, lo reconozca y puedan reencontrarse.Benjamín nació en el Guaviare, una región golpeada por el conflicto armado. Desde muy pequeño, su vida estuvo marcada por el trabajo duro y la violencia. Cuando la guerrilla llegó a su comunidad, su hermana fue el objetivo. Pensando que ella no sobreviviría a ese infierno, se ofreció en su lugar.“Yo estoy seguro de que mi hermana no se hubiera aguantado ese proceso. Cuando ya llego a este campamento, me doy de cuenta que Sebastián era el instructor y abusaba de todas las menores de edad que llegaban”, relató.Desde ese momento, Benjamín fue testigo de los horrores del conflicto: violaciones, ejecuciones, hambre y hasta canibalismo."Había un man que le decían Perea y este señor llegaba y cogía los pedazos de la carne, los echaba a fritar y se los comía como si fuera carne normal”, recordó.El infierno de la Operación BerlínUno de los episodios más traumáticos que vivió fue la Operación Berlín, una ofensiva del Ejército en el año 2000 contra una columna móvil de las FARC en Suratá, Santander. Esta unidad estaba conformada principalmente por menores de edad.Benjamín combatió durante casi tres meses en esa operación."Si nosotros no enfrentábamos el Ejército, pues la misma en su urgencia los mataba, que eran los comandantes o guerrilleros antiguos que estaban en esa organización”, relató.En un momento, Benjamín y un compañero se escondieron en un hueco durante cinco días para salvar sus vidas. Al salir, huyeron hasta llegar a una casa donde fue acogido como su hijo, pero la guerrilla lo encontró nuevamente.De guerrillero a informante del EjércitoTras ser recapturado, la guerrilla le asignó una importante misión: custodiar las caletas donde se almacenaban armas. Fue entonces cuando Benjamín escuchó en una emisora del Ejército que ofrecían recompensas por información."Yo escuchaba en esos días de la emisora del Ejército que ofrecían que las personas que se entregaran con lo que tenía y yo dije ‘si pagan por fusil, no pues con esto mejor dicho la millonada’. Y ahí es cuando planeo y me fugo con eso”, dijo.Junto a una compañera, caminó seis días sin comer ni beber, hasta llegar a una estación de Policía. Allí, tras un interrogatorio, convenció a las autoridades de que era un guerrillero desmovilizado porque al principio no le creían.Benjamín se convirtió en informante del Ejército. Entregó cinco caletas repletas de armas y explosivos, tanto que un helicóptero tuvo que hacer tres viajes para transportar todo lo encontrado."No sabía ni qué valor tenía una moneda de $200, no sabía ni qué valor tenía un billete. Ellos me regalaron ropa”, recordó sobre el inicio de su vida civil tras la guerra.Así se convirtió en soldado profesionalCon la recompensa que recibió, Benjamín intentó rehacer su vida. Compró tierras y comenzó a cultivarlas, pero la guerra lo había marcado profundamente. Así que decidió enlistarse en el Ejército Nacional.Allí se convirtió en un soldado profesional valioso, aplicando su experiencia en el bando contrario, esta vez al servicio de la Nación.Sin embargo, las FARC no olvidaron su traición. Le pusieron precio a su cabeza. “Ofrecían $25 millones en ese entonces”, dijo.El dolor de no encontrar a su familiaDesde entonces, Benjamín ha vivido bajo amenazas. La guerrilla ha intentado asesinarlo en varias ocasiones. Incluso han fingido ser su familia para tenderle trampas."Hace poco me llaman del frente 33, me dicen que era las FARC, que me iban a acabar, que me tenían que encontrar para matarme, pero yo cuento esta historia para que otros no repitan”, señaló.A pesar de todo, Benjamín sigue buscando a su familia. No sabe si están vivos, si lo recuerdan, si lo han visto en alguna entrevista. Su mayor anhelo es reencontrarse con ellos antes de morir.El testimonio ante la JEP y la lucha contra el olvidoBenjamín ha comparecido ante la Jurisdicción Especial para la Paz, JEP, para denunciar el reclutamiento infantil. Su voz tiembla cuando habla de los niños que fueron obligados a empuñar un fusil.“Yo recibí el primer fusil cuando tenía los 13 años. No solamente yo, había niños inclusivamente que el fusil era más grande que ellos, mucho menores. Niños de 10, de 9 años hacia arriba”, dijo.Por eso le duele profundamente cuando escucha que los cabecillas de las FARC niegan el reclutamiento de menores.Un libro para contar su verdadGracias a la Fundación Héroes de la Nación, Benjamín logró publicar un libro titulado Inocencia bajo fuego, donde narra su historia y denuncia los crímenes cometidos por la guerrilla.Benjamín había ocultado su historia durante casi 30 años. Ni siquiera su esposa, con quien lleva 15 años, conocía su pasado como guerrillero. Apenas este año se enteró.Ahora, a punto de recibir la baja tras 20 años de servicio en el Ejército, Benjamín ha decidido contar su historia públicamente. No busca fama ni reconocimiento. Solo quiere que ningún niño vuelva a vivir lo que él vivió.“Yo siempre le decía a Dios en esos combates caía ‘deme un día más’. Le decía a la Virgen María ‘deme un día más, que no me maten hoy, que me maten mañana’, aguantando hambre, con los pies pelados, totalmente aruñado todo el cuerpo, pero así resistí”, dijo.Benjamín le contó su historia a Los Informantes con la esperanza de que puedan reencontrarse. Lleva casi 30 años buscándolos.
Viviana Canro, su esposo Nelson Martínez y el pequeño Matías, de tan solo 4 años, viajaron a San Andrés con la ilusión de compartir unas vacaciones familiares, a las que también invitaron a sus padres, Orlando Canro y Cecilia Zuluaga. El hotel Portobelo fue el escogido para el hospedaje y en la habitación 404 ocurrió lo inimaginable. Séptimo Día estuvo en la isla para reconstruir el caso.El primer día de la familia en San Andrés estuvo marcado por paseos en la playa, caminatas y planes turísticos sencillos. Aunque desde que llegaron al hotel Portobelo Viviana mostró su inconformidad porque a sus padres los dejaron en un edificio distinto y la habitación que le habían designado a ellos tenía olores desagradables, nada hacía presagiar que el viaje terminaría en la peor pesadilla. Sus hijas mayores estuvieron al tanto de la situación desde Bogotá, porque ella les enviaba audios contándole.Desafortundamente, la mañana siguiente, el 11 de julio, los abuelos de Matías les pidieron a los encargados del hotel abrir la habitación 404, pues ni su hija ni su yerno respondían a sus llamados. Una vez ingresaron, el hallazgo fue estremecedor: los tres estaban sin vida en la cama. “Veo a mi hija ahí en el pasillito ese tiradita en el piso. Yo la vi, Dios mío, se me vino el mundo encima. Cogí una cobija y se la puse encima a ella. Miré a la cama y veo a mi yerno y a mi niño dormiditos ahí juntos. Quedaron juntos dormiditos”, contó Orlando Canro en Séptimo Día.Semanas después, Medicina Legal concluyó que la causa de la muerte fue intoxicación por fosfina, un gas letal que se produce cuando se utiliza fosfuro de aluminio, un químico de uso agrícola prohibido en espacios cerrados.La fumigación en la habitación del ladoEn medio de la investigación, se reveló que la tarde del 10 de julio, en la habitación 405, contigua a la de la familia Martínez Canro, se llevó a cabo una fumigación autorizada por la administración del hotel. El procedimiento fue realizado por un técnico de la empresa Livco EU, empresa contratista con experiencia en control de plagas en la isla.“Esta empresa ha prestado sus servicios al hotel Portobelo por un periodo de 13 años y es la empresa que presta sus servicios a la mayoría de hoteles de la isla”, aseguró ante las cámaras de Séptimo Día un encargado del hotel.Según el documento que le entregó el técnico de la empresa Michael Garzón al hotel Portobelo luego de fumigar la habitación 405 “se realizó un tratamiento correctivo para el control de chinches en la habitación, cerrándola dos días para el producto activar”. De acuerdo con el informe, el producto utilizado habría sido un insecticida denominado Demand Duo, comúnmente aplicado en entornos urbanos para combatir chinches y otros insectos.Sin embargo, el resultado de las necropsias entregado Medicinal Legal encendió las alarmas, pues ese producto reportado por la empresa no contiene fosfina y esto fue lo que hallaron en los cuerpos.¿Qué dice la empresa encargada de la fumigación?En medio de las investigaciones, la empresa negó haber empleado fosfuro de aluminio en el hotel y aseguró que el procedimiento cumplió con los protocolos vigentes. Insisten en que el técnico siguió las instrucciones establecidas y que el insecticida utilizado fue Demand Duo.El empresario Rodrigo Livingston, dueño de Livco EU, le dijo a Séptimo Día que no quería pronunciarse por el momento sobre el tema “porque eso está en manos de la Fiscalía”. Sobre la posibilidad del uso de una sustancia prohibida y altamente letal en la fumigación de la habitación 405, el hombre dijo “eso está por verse”.¿Qué es la fosfina?Especialistas en toxicología explican que la fosfina es un gas de categoría uno en la escala de toxicidad. Su inhalación genera falta de oxígeno en los tejidos, lo que conduce a la muerte en cuestión de minutos u horas.El producto suele emplearse en bodegas agrícolas para proteger granos y semillas, nunca en hoteles o viviendas. “Puedo ser el mismo desconocimiento del técnico. A nadie le cabe en la cabeza utilizar un producto categoría uno, altamente riesgoso en un área cerrada”, señaló Carlos Rivera, experto en fumigaciones de edificio y hoteles en Bogotá, en Séptimo Día.La familia de las víctimas también cuestiona a la administración del hotel, pues dice que el establecimiento permitió la fumigación en la habitación contigua sin evacuar a los huéspedes ni advertirles del procedimiento.La Fiscalía abrió un proceso por homicidio culposo. El caso está en etapa de recolección de pruebas, que incluyen análisis toxicológicos, entrevistas a empleados del hotel y verificaciones a la empresa Livco EU.Mientras tanto, la familia Martínez Canro exige justicia y dice que llegará hasta las últimas instancias para que se determinen las responsabilidades.
Un doblete de Kylian Mbappé, con dos tantos de penalti, en los minutos 29 y 81, permitió remontar al Real Madrid su primer partido de la temporada en la Liga de Campeones ante un Olympique de Marsella que se adelantó en el marcador gracias a un gol de Timothy Weah en el 22 (2-1).Partido en el que se lesionó Trent Alexander-Arnold y en el que Dani Carvajal fue expulsado en el minuto 72 tras dar un cabezazo a Gerónimo Rulli.Información en desarrollo...
Dos profesores de Valeria Afanador fueron llamados a brindar declaración ante la Fiscalía General de la Nación en medio de las investigaciones por la desaparición y posterior muerte de la menor de edad en inmediaciones del colegio Gimnasio Los Laureles, en Cajicá, Cundinamarca.Se trata de la directora de grupo de Valeria y del profesor de educación física, quienes deberán aclarar su responsabilidad en la desaparición de la pequeña.La directora del curso de la menor, en indagaciones internas de la institución educativa, ella intentó hacer que Valeria tomara las onces, pero la niña corrió hacia el salón de deportes para sacar un balón, una práctica que, aseguró, era habitual en ella.Dijo también que, posterior a eso, acompañó a otros niños a tomar el refrigerio y luego pasó a vigilar el parque y el arenero. Indicó que en su actividad de vigilancia a las 10:25 de la mañana no registró a Valeria y que solo se enteró de su desaparición tiempo después del descanso de los niños.El profesor de educación física también fue llamado a declarar ante la Fiscalía General de la Nación ya que él fue la persona que le entregó el balón a Valeria y quien habría sido el último docente que habló con la niña antes de desaparecer misteriosamente.Sobre si los docentes estarán vinculados al proceso como sospechosos de la desaparición y posterior muerte de Valeria Afanador, el abogado del Colegio Los Laureles dijo en Blu Radio que “son diligencias de entrevista, de manera que no se trata ni mucho menos de que la Fiscalía los tenga sospechosos de algún delito”.Las declaraciones de los dos profesores de Valeria serán clave dentro del proceso, pues la defensa de la familia de la menor de edad insiste en que no solo la rectora sino los docentes incurrieron en graves omisiones.Chats de los profesores de Valeria AfanadorLa Fiscalía General de la Nación reveló una serie de chats del grupo de WhatsApp de los profesores del colegio de Valeria Afanador. En dichas conversaciones se comenzó a preguntar por la niña apenas desapareció:Profesora 1: “Buen día. ¿Alguien ha visto a Valeria Afanador? Los niños están corriendo buscándola y dicen que no aparece por ningún lado”. Profesora 2: “Normalmente se va al salón donde Mr. Diego tiene los materiales”. Profesora 3: “No aparece”. Profesora 4: “Ella no llegó a clase de sount art… ¿Estará cerca del salón de música?”. Profesora 5: “En los edificios no está y preescolar tampoco”.Una docente relató que, hacia el mediodía, se activó una alarma de evacuación en el colegio, momento en el que estudiantes y profesores comenzaron a buscar a Valeria Afanador. La búsqueda se intensificó y, a las 12:50 p.m., se realizó una llamada a la madre de la menor para informarle sobre su desaparición.De acuerdo con las actas del caso, alrededor de las 2:00 p.m. se notificó la presencia de los bomberos en el río que colinda con la institución educativa. En ese momento, se procedió a extraer los videos de las cámaras de seguridad, los cuales fueron entregados a la Policía para su análisis.El abogado de la familia, Julián Quintana, exigió que se investigue penalmente a los responsables dentro del colegio. En sus palabras: “Hicimos hincapié a la fiscalía frente a la solicitud de imputación tanto a la rectora como a otros profesores del colegio por las profundas omisiones en este caso que derivaron en el homicidio de Valeria”.Ante las presuntas omisiones, Francisco Bernate, abogado del colegio Gimnasio Los Laureles, dijo que “en el colegio hay estamentos, hay una estructura organizacional, hay unas responsabilidades muy bien definidas hacia los docentes que se tienen que ocupar de los espacios de descanso y se tienen que ocupar de la vigilancia de los estudiantes. Esto ha sido entregado a las autoridades”.
No fue la noche del portero del Villarreal, Luiz Júnior, quien quedó comprometido en la derrota de su equipo en su estreno en la fase de grupos de la Champions League como visitante frente al Tottenham Hotspur.El único tanto del partido llegó apenas a los cuatro minutos, cuando Lucas Bergvall remató desde la derecha. La reacción del guardameta brasileño, de 24 años, fue floja y el balón terminó en el fondo de la red.Así fue el 'blooper' de Luiz Júnior en Villarreal vs. Tottenham
Real Madrid recibió al Olympique Marsella en la Champions League. El partido de la primera fecha que se efectuó en el Santiago Bernabéu fue bastante parejo en opciones para bando y bando, pero no estuvo excepto de la polémica. Dicha acción fue a favor de los 'merengues' y los 'galos' no lo pudieron creer. Los dirigidos por Xabi Alonso se fueron al frente, en busca de una tanto que inclinara la balanza a su favor. Vinícius Júnior se internó por la banda y llegó hasta el área, pero antes de conectar el balón, Facundo Medina, del Marsella, se deslizó en pro de evitar que 'chutara' a portería. En esa intención, la esférica le pegó en la mano y el árbitro central decretó cobro desde el punto blanco del penalti, que luego transformó en anotación, Kylian Mbappé.Vea acá la jugada polémica que terminó en penalti a favor del Real Madrid vs. Marsella:
Las fuerzas de seguridad de Georgia informaron que habían detenido en el aeropuerto de la ciudad de Batumi al ciudadano israelí Simon Leviev (cuyo verdadero nombre es Shimon Hayat), y que inspiró el documental de Netflix, 'Estafador de Tinder', informó la televisión local. La detención se produjo en respuesta a la notificación para su captura emitida por Interpol, indicó el Ministerio del Interior georgiano sin ofrecer más detalles.Una víctima sueca del estafador israelí Simon Leviev, de 34 años, dijo a la AFP que había "celebrado" su arresto, que se produjo el lunes 15 de septiembre.Le robó 65.000 dólares bajo engaños“Lo celebré un poco. Me siento feliz porque este tipo me destruyó la vida", declaró Pernilla Sjoholm a la AFP en una entrevista en Estocolmo.La víctima, que ahora tiene 38 años, dijo que conoció a Leviev en Tinder en marzo de 2018. Se hicieron amigos rápidamente y en pocos meses él la estaba estafando, relató. En total, le entregó más de 600.000 coronas (65.000 dólares), que él nunca devolvió.Su arresto "es una victoria", comentó Sjoholm. "Gracias al país que emitió la orden de arresto internacional".Sjoholm agregó que se había recuperado de ese capítulo oscuro y describió una "vida familiar muy feliz". "Me sentí devastada en 2018 y 2019. Y estar aquí hoy... y ser tan feliz... es increíble", sostuvo.Desde entonces, se ha involucrado en la lucha contra el fraude financiero y aboga por una mejor regulación del uso de inteligencia artificial en deepfakes. "Necesitamos ver el fraude como algo más que una simple pérdida de dinero. Necesitamos verlo como el abuso emocional que sufren estas víctimas", señaló, pidiendo una mejor protección para las víctimas.Sjoholm dijo que está dispuesta a testificar contra Leviev en caso de un juicio y ha presentado denuncias policiales contra él en Suecia y los Países Bajos. (Lea también: Amor virtual y deudas reales: historias de mujeres estafadas tras usar apps como Tinder)Así engañó el estafador de Tinder a sus víctimasEl documental sobre la vida de Leviev fue divulgado en 2022 y narra la historia de un israelí que viaja por Europa haciéndose pasar por el hijo del magnate de los diamantes Lev Leviev.Entre 2017 y 2019, el israelí supuestamente usó la aplicación de citas Tinder para hacerse pasar por un heredero rico y engañar a mujeres para que le adelantaran grandes sumas de dinero, que nunca devolvió.Su plan se convirtió en uno de los ejemplos más notorios de "catfishing": creación de una falsa identidad en línea para atraer a las víctimas a enredos emocionales y financieros.En el caso de Leviev, el elaborado engaño supuestamente incluía estilos de vida de lujo falsos, guardaespaldas y jets privados, lo que hace que la estafa sea inusualmente convincente y costosa.El documental de Netflix relató las historias de varias de sus presuntas víctimas y denunció que Hayut "finalmente defraudó a víctimas en Noruega, Finlandia y Suecia por un monto estimado de 10 millones de dólares".En octubre de 2019, Leviev fue capturado cuando aterrizó en Atenas y lo extraditaron a Israel, donde lo condenaron a 15 meses de prisión y al pago de una multa cercana a los 50.000 dólares. Cinco meses después quedó en libertad.En una entrevista al canal 12 israelí, el estafador de Tinder afirmó que jamás les robó a las mujeres con las que estuvo y aseguró que ellas “se divirtieron en mi compañía, viajaron y vieron el mundo con mi dinero”.El paso del estafador de Tinder por ColombiaSergio Tinoco, director de la clínica Alianza Odontológica en Barranquilla, contó en 2022 que el extranjero se fue debiendo 18 millones de pesos por un tratamiento de sonrisa."Él llega aquí a la clínica por la supuesta fama que teníamos con el diseño de sonrisa y la alta tecnología que manejamos en la ciudad. Llega a nuestro odontólogo restaurador y procedemos a hacerle el tratamiento. Él llega con otro paciente, que realmente se hace también un diseño de sonrisa, pero el otro sí pagó. El que no pagó fue Simon Leviev", recordó.Comentó que Leviev se veía "como un cliente que le gustaba mostrar lo que tenía. No nos pareció extraño porque hay muchos seres humanos que les gusta presumir. De ser un paciente presumido no nos generó ninguna sospecha, sino hasta posteriormente cuando pasaron los días y el pago nunca llegó. Estaba supremamente bien vestido, hablaba perfectamente inglés. Era todo un 'gentleman'".POR SANDRA SORIANO SORIANOCOORDINADORA DIGITAL NOTICIAS CARACOLsmsorian@caracoltv.com.co*CON INFORMACIÓN DE AGENCIAS AFP/EFE