"Asesinos": con estos gritos y otros reclamos recibió una multitud indignada a los reyes de España, Felipe VI y Letizia, y al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, cuando llegaron a la localidad arrasada por las inundaciones de Paiporta.Reina Letizia no ocultó su dolor por la tragedia en ValenciaAlgunas víctimas les lanzaron fango a los reyes, otros vociferaron desgarrados entre lágrimas preguntando por qué nadie les avisó que el barro iba a arrasarles la vida y porque nadie les ayuda ahora.La reina Letizia, con la frente y la nariz manchadas de fango, escuchaba conmocionada a una chica y se llevó las manos a la cara. "Hay niños muertos, no tenéis vergüenza", le gritó a lo lejos un hombre entre lágrimas.La monarca se secó las lágrimas varias veces mientras algunas mujeres le aseguraban que esto “no es por usted”. “Tres días para que llegue el ejército, no tenemos ropa, no tenemos comida, no tenemos nada”, le dijeron dos mujeres a la reina, a quien aseguraron que “nos están mintiendo”, a lo que ella, visiblemente superada por la situación, les manifestó: “Tenéis razón”.A unos metros del destrozado Auditorio Municipal, donde se ha abierto lugar entre los escombros para recibir los donativos, cientos de personas se arremolinaron sobre una decena de coches oficiales. Cinco días después de la riada que destruyó parte de la provincia de Valencia, las autoridades realizaron su primera visita oficial. Para los vecinos de Paiporta, donde los muertos ya son más de 70 según la alcaldesa de la ciudad y aún buscan desaparecidos en los garajes anegados, ya es demasiado tarde."¿Cuántos muertos hay?, ¿Cuántos muertos hay?", gritaba la gente enfebrecida a la comitiva, que pronto tuvo que abandonar el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, y el jefe del ejecutivo regional, Carlos Mazón, por la violencia. "¡El presidente es un perro!", gritaron.Finalmente, solo avanzaron caminando los reyes de España, a los que trató de proteger un cordón de seguridad desbordado. "No son muertos, son asesinatos", lanzaron jóvenes. Un hombre, entre lágrimas, les gritaba que se fueran de su pueblo, mientras los agentes empujaban a una multitud por momentos fuera de control.Con la chaqueta manchada de barro y la cara y el pelo salpicados, el rey consiguió avanzar unos pasos. "Si hubieran venido el primer día y se hubieran puesto las botas, el pueblo los hubiese apoyado", le recriminó un joven con una chaqueta amarilla, que logró acercarse hasta el monarca. "Felipe, hay gente muerta por ahí", le lanza a Felipe VI, que asintió con el gesto grave mientras trataba de darle explicaciones."¡Fuera de nuestro pueblo!", les exigieron a los reyes de EspañaIndignados por una desgracia llena todavía de interrogantes, los vecinos del cinturón sur de Valencia se sienten solos. Han pasado cinco días desde la furiosa ola marrón que les sorprendió y a la que todavía no encuentran respuestas.A muchos en Paiporta la alerta por el temporal -que en esta localidad de más de 25.000 habitantes no dejó una gota de lluvia- les llegó cuando el agua que desbordó el barranco les llegaba ya a la cintura. "¡Fuera de nuestro pueblo!", gritaban indignados a las autoridades.La mayor furia, sin embargo, es contra el presidente del Gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, y el jefe del ejecutivo regional, el conservador Carlos Mazón, a los que apenas se les vio por Paiporta. "¿Dónde está Pedro Sánchez, Pedro Sánchez dónde está?", coreaban los vecinos con la voz rasgada. "Ahora sí que hay Policía aquí", lamentaba un joven con la ropa marrón por el barro."Nos vais a olvidar", creen en ValenciaTras transitar a pie parte de lo que hace unos días era una de las avenidas de la ciudad, convertida ahora en un cementerio de escombros, coches arrasados y calles enfangadas, los reyes trataban de subirse a sus vehículos.No lo consiguieron a la primera y retrocedieron, para nerviosismo de su equipo de seguridad. Finalmente, tras conversar con más vecinos que lograron acercarse, la comitiva abandonó la ciudad, que volvió a su nueva realidad de destrucción, barro y búsqueda por los vecinos que todavía les faltan."Han venido aquí todos a proteger al rey y no están dejando pasar a los que de verdad vienen a proteger las calles", lamentó Adrián García, quien como muchos de los habitantes de esta dinámica provincia mediterránea, ahora arrasada, jamás olvidará la noche del martes. "Vi cómo se arrancaba la pasarela de cuajo. Hemos tenido que salvar ancianas, policías y yo. No había ley", recordó con la voz temblorosa.Con la hamburguesería en la que trabajaba ahora destruida, y meses de reconstrucción por delante, el futuro se ve muy lejano hoy con los pies sumergidos en el barro de Paiporta. "En una semana, nos vais a olvidar todos", lamentó.
Los reyes de España, Felipe VI y Letizia, así como el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, fueron víctimas de la furia y de los reclamos de la comunidad en la zona más golpeada por las inundaciones en valencia, Paiporta. No solo les lanzaron insultos y fuertes reclamos, también les arrojaron barro y hasta botellas. El monarca enfrentó la situación e intentó apaciguar los ánimos de cientos de damnificados, pero finalmente tuvo que irse junto a su esposa.Damnificados en Valencia les gritaron “asesinos” a los reyes de EspañaLa reina Letizia, unos pasos más atrás, se secaba las lágrimas mientras algunas mujeres le aseguraban que esto “no es por usted”.Los ánimos estaban caldeados tras cinco días desde que el temporal arrasó la provincia de Valencia, en la costa mediterránea española, causando 217 víctimas mortales, un número indeterminado de desaparecidos y cuantiosos daños materiales; y donde aún las calles están llenas de barro y enseres destrozados.Ante la indignación de la gente, los escoltas actuaron rápidamente creando un cordón de seguridad en torno a los visitantes reales, y trataron de protegerlos del lodo y los objetos que les lanzaban abriendo paraguas sobre sus cabezas y replegándose ante un ambiente fuertemente marcado por la tensión y la rabia. Sin embargo, el barro acabó manchando la cara del rey Felipe VI y una pala fue dirigida a la espalda del presidente del Gobierno, que rápidamente fue evacuado por el protocolo de seguridad. Además, uno de los escoltas de los reyes acabó con una brecha en la cabeza.“Tres días para que llegue el ejército, no tenemos ropa, no tenemos comida, no tenemos nada”, le dijeron dos mujeres a la reina, a quien aseguraron que “nos están mintiendo”, a lo que ella, visiblemente superada por la situación, les confesó: “Tenéis razón”.El presidente valenciano aguardaba tras el monarca con perfil bajo y cara seria, escuchando los cánticos que le pedían su dimisión. “Traed una pala”, “que se manchen”, gritaban las personas que trataban de zafarse constantemente del cordón de seguridad para llegar lo más cerca posible.En menos de dos minutos los vecinos acorralaron a la comitiva y cada vez que el rey trataba de seguir caminando hacia delante, muchos intentaban cortarle el paso con palas en la mano. “¡Han muerto niños, no es como la pandemia que eran ancianos, niños!”, lloraba ante EFE un hombre. “Ahora ellos volverán a su casa a darse una ducha caliente y dormir en su cama”, se quejaba otro.A muchos en Paiporta la alerta por el temporal -que en esta localidad de más de 25.000 habitantes no dejó una gota de lluvia- les llegó cuando el agua que desbordó el barranco les llegaba ya a la cintura. "¡Fuera de nuestro pueblo!", gritaban indignados a las autoridades.La mayor furia, sin embargo, fue contra el presidente del gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, y el jefe del ejecutivo regional, el conservador Carlos Mazón, a los que apenas se les vio por Paiporta. "¿Dónde está Pedro Sánchez, Pedro Sánchez dónde está?", coreaban los vecinos con la voz rasgada.Ante el ambiente cada vez más hostil, aparecieron cuatro agentes de la policía montada, que despertaron el nerviosismo de los presentes debido a la actitud revoltosa de los caballos. Tras casi media hora, la comitiva decidió replegarse y encaminarse hacia los vehículos que aguardaban unos metros atrás. Mazón se introdujo en uno de los coches y la reina en otro vehículo. El rey llegó a sentarse en la parte de atrás del suyo, pero a los pocos segundos cambió de opinión e indicó que quería acercarse a hablar con vecinos.Entre gritos de “borbón, defiende a tu nación”, Felipe VI salió rodeado por un equipo de escoltas, guardias civiles y policías que sumaba alrededor de medio centenar de efectivos y señaló a la persona con la que quería hablar -aquellos que lloraban desconsoladamente pero también los que le insultaban con saña- y su jefe de seguridad los hacía pasar dentro del cordón para que se desahogaran.“¿Por qué no han venido antes?”, lloraba una mujer cogiéndole la mano. “¡Desplegad al ejército!”, le exigía un joven que segundos antes había estado acusando al monarca de tener las manos “manchadas de sangre”.Para la mayoría, la comitiva real llegó solamente a “hacerse la foto”, mientras a ellos los tienen “abandonados”, según aseguró un anciano a EFE.Felipe VI escuchó pacientemente al menos a una decena de vecinos, a los que repetía fórmulas como “lo entiendo” o “hacemos todo lo que podemos hacer”. La mayoría de los que hablaron con el monarca salieron del cordón de seguridad llorando, mientras parte de los allí presentes les criticaban por escuchar al monarca: “¡No os creáis nada, os está utilizando!”, gritaban.Tras estas audiencias improvisadas, Felipe VI se encaminó hacia su coche, donde, antes de entrar, juntó sus manos en señal de perdón a un pueblo que este domingo escenificó la indignación que siente hacia unas autoridades que, para ellos, llevan casi una semana ausentes.Rey Felipe VI se pronunció tras visita a Valencia"Hay que entender el enfado y la frustración de muchas personas", dijo el rey de España después de que él, la reina y los políticos que les acompañaban fueran blanco de insultos y lanzamiento de barro en su visita a las zonas del este del país golpeadas por las inundaciones.En una intervención en una reunión del centro de coordinación de las tareas de rescate, pidió entender la reacción de la gente "por lo mal que lo han pasado", según se pudo ver en un video difundido por la Casa Real en la red social X.Por su parte, Sánchez dijo a la prensa que reconocía "la angustia, el sufrimiento" de los afectados, pero condenó "cualquier tipo de violencia". A renglón seguido garantizó que el Ejecutivo español no se va desviar de su principal objetivo, que es salvar vidas, recuperar los cadáveres de quienes han fallecido a consecuencia de esta tragedia natural y empeñarse en la tarea de reconstruir la zonas afectadas en la Comunidad Valenciana y en otras regiones de España que también han sufrido el temporal.
Los reyes de España vuelven a ser tema de conversación por un nuevo libro de Jaime Peñafiel, quien asegura que Letizia y Felipe ya no estarían viviendo bajo el mismo techo por la supuesta infidelidad de la reina, de la que el periodista habla en su primer libro. ¿Quién es este escritor que tiene tanto efecto en medios internacionales?>>> También le puede interesar: Puerta del Infierno: ¿qué es y por qué lleva más de 50 años ardiendo?En un segundo libro, llamado Los Silencios de Letizia, el periodista español Jaime Peñafiel vuelve a escribir sobre la vida privada de los reyes de España y especialmente de la reina Letizia.Peñafiel asegura que Letizia y Felipe VI ya no viven en la misma casa. Dice que el rey Felipe de España se sintió devastado al enterarse de la supuesta infidelidad de su esposa, la reina Letizia, con Jaime del Burgo en 2011. Afirmaciones que hacen parte del libro Letizia y Yo, que publicó el año pasado.Jaime Peñafiel es un reconocido periodista español, de 91 años, que ha trabajado en medios como Europa Press, Revista Hola y recientemente en El Mundo de España, medio del que fue despedido luego de 20 años por hacerle bullying a la reina.Peñafiel ha enfocado su vida y su carrera en torno a la realeza y la aristocracia española. Por mucho tiempo, acompañó a los reyes Juan Carlos y Sofía en sus viajes oficiales, pero no fue invitado al matrimonio de Felipe VI y Letizia y no ha hecho parte del mundo privado de los nuevos reyes, que dice conocer en sus escritos.Mientras se daba la publicación de este segundo libro, los reyes de España, Letizia y Felipe VI, continúan su vida con una apretada agenda por estos días: un encuentro con el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, también en Ámsterdam en un banquete de Estado en el palacio real y hasta en un concierto.En estos recientes eventos en los que Letizia ha sido aplaudida como siempre, la reina dejó de lado los tacones y ha llevado tenis o zapatos más cómodos, ya que fue operada luego de un accidente doméstico. Además, por los insoportables dolores del neuroma de Morton, enfermedad que la reina padece y que afecta sus pies.>>>También puede leer: Volcán en Indonesia arrojó cenizas a dos kilómetros de altura: impresionantes imágenes
La reina Letizia llegó este lunes a Cartagena, punto de partida de su viaje de cooperación a Colombia, donde le dio la bienvenida la primera dama Verónica Alcocer, esposa del presidente Gustavo Petro.Verónica Alcocer y Álvaro Leyva asistieron al evento previo a la coronación de Carlos IIIEnfundada con el chaleco rojo que caracteriza a la cooperación española, la reina Letizia fue recibida por Alcocer al bajar del avión de la Fuerza Aérea Española que le trasladó desde Madrid al Aeropuerto Internacional Rafael Núñez de Cartagena.La primera dama saludó a la reina Letizia con un abrazo y dos besos y, a continuación, mantuvieron una breve conversación.Ambas se conocieron a primeros de mayo en el marco de la visita de Estado que Petro protagonizó a España y en la que Felipe VI anunció el viaje de cooperación de doña Letizia, el octavo como reina para visibilizar la tarea que desarrollan los cooperantes españoles en países como Colombia, donde llevan trabajando más de 30 años.Así fue la cena de gala que ofrecieron los reyes de España al presidente Petro y su esposaAdemás de Alcocer, el embajador de España en Bogotá, Joaquín de Arístegui, participó en el recibimiento a la delegación de la reina, de la que también forma parte la secretaria de Estado de Cooperación Internacional, Pilar Cancela.Entre las autoridades locales, estuvieron el alcalde de Cartagena, William Dau, y el gobernador de Bolívar, Vicente Blel.La agenda de la reina Letizia se abrirá este martes con la visita al centro de formación que la Agencia Española de Cooperación al Desarrollo (Aecid) tiene en la capital de Bolívar.A continuación, se desplazará con la primera dama al barrio de Villa Hermosa, uno de los más pobres de la ciudad, para conocer el proyecto de abastecimiento de agua potable y saneamiento domiciliario que ha beneficiado a los 6.500 vecinos del poblado.Alcocer le ofrecerá un almuerzo y posteriormente volverán a coincidir en la visita al baluarte de Santa Catalina, en cuyas labores de restauración participan jóvenes formados en la escuela taller financiada por la cooperación española.El miércoles, en la segunda y última jornada del viaje, la reina Letizia se desplazará a Cali para visitar una finca productora de café en la que trabajan excombatientes de las FARC que han logrado reinsertarse laboralmente tras el acuerdo de paz firmado en noviembre de 2016 con la guerrilla.Los regalos que llevó el presidente Gustavo Petro a los reyes de EspañaEste proyecto responde al compromiso del Gobierno español de dar apoyo a la consolidación de la paz y a favorecer la convivencia con quienes durante años empuñaron las armas.En Cali, la reina Letizia conocerá también otros dos proyectos enfocados a promover el papel de la mujer en la sociedad colombiana, en particular la indígena, mediante la formación en tareas como la jardinería o el comercio.Estas iniciativas en favor de la igualdad de género responden a la llamada “cooperación feminista” que el Gobierno español viene desarrollando desde que Pedro Sánchez llegó al poder en 2018.Doña Letizia pondrá el broche en Cali a su primer viaje como reina a Colombia y emprenderá vuelo de regreso a Madrid a última hora del miércoles.La primera experiencia de la reina Letizia con el chaleco rojo fue a Honduras y El Salvador en 2015 y, posteriormente, estuvo en Senegal (2017), República Dominicana y Haití (2018), Mozambique (2019), de nuevo Honduras (2020) y Paraguay (2021) y Mauritania (2022).Este viaje sucede al que la reina Sofía hizo en 2011 al país andino, también en el ámbito de la cooperación, durante el mandato de Juan Manuel Santos.
Los respaldos a Ucrania vienen desde distintas partes del mundo, uno de ellos fue el gesto simbólico de la reina Letizia de España.Minuto a minuto del conflicto entre Ucrania y Rusia: Noveno día de ofensiva militarUtilizando una sorochka, la camisa tradicional ucraniana, Letizia dio un mensaje de apoyo al asediado país, rompiendo la tradicional neutralidad real.No es el primer gesto de la casa real española, pues el rey Felipe también se ha pronunciado condenando la guerra en Ucrania.Más noticias de la guerra en Ucrania: Presidente Zelenski condenó decisión de la OTAN de no establecer zona de exclusión aérea en UcraniaDevastadoras imágenes de destrucción en Ucrania: Rusia sigue negando bombardeosRusia sostiene ante la ONU que no ocupará Ucrania
Una misión imposible le resultó a doña Sofía a la salida de la misa de Pascua tomarse una fotografía con sus nietas. A la reina Letizia no le pareció buena idea y aplicó la técnica de bloqueo, bloqueo. Hasta forcejeos hubo entre ellas, un rifirrafe real que dejó en evidencia la fracturada relación.
Doña Sofía intentó tomarse una fotografía con sus nietas, las infantas Leonor y Sofía, pero su nuera lo impidió interponiéndose entre las cámaras y ella. La escena fue grabada el pasado domingo, al finalizar la misa de Pascua, en la catedral de Palma de Mallorca. A la ceremonia religiosa asistieron los reyes de España, Felipe y Letizia, sus hijas, las princesas Leonor y Sofía, y los reyes eméritos, Sofía y Juan Carlos. Son pocas las ocasiones en que la heredera al trono de España y su hermana son vistas en público. Es una decisión que han tomado sus padres para protegerlas de los medios y paparazis, teniendo en cuenta que son solo unas niñas. En el momento de la salida, la reina emérita quiso que las infantas posaran con ella para la cámara, lo cual fue observador por la reina Letizia quien de inmediato se puso en frente y pretendió saludar a alguien, luego se acercó a ella impidiendo la imagen. En el video se puede ver cómo la reina Letizia le dice algo a su suegra y le intenta quitar la mano del hombro de la princesa Leonor. Doña Sofía la vuelve a colocar y es ahora la pequeña la que intenta zafarse. En medio de este rifirrafe es el propio rey Felipe VI quien se acerca consternado por lo que está sucediendo y el rey emérito, Juan Carlos I, mira la escena asombrado.