Uno de los cabecillas se hacía pasar como representante de un grupo cazatalentos de jóvenes futbolistas, pero esa era solo una fachada para lavar dinero.
Por supuestos mensajes con perturbadoras frases como "necesito beber tu sangre" o "soy cien por cien un caníbal", Armie Hammer está en el ojo del huracán.
Esther Jiménez también sufrió graves lesiones en cuello, brazos y piernas. Además, perdió un ojo y su nariz debió ser reconstruida. Pero ahora ayuda a otros.