Iván Name, nuevo presidente del Senado, dice que no representa “ninguna coalición de gobierno”

El pasado jueves, 20 de julio de 2023, el Senado eligió como presidente a Iván Name, quien pertenece al Partido Alianza Verde. Fue una elección inusual porque el apoyo del Gobierno estaba sobre la senadora Angélica Lozano, pero finalmente el Gobierno perdió el pulso y se impuso el senador Name, quien habló con Noticias Caracol.

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¿Cómo logra usted ganar esta presidencia del Senado?

Las competencias en las democracias se ganan con las mayorías y así fue en la elección de la mesa directiva del 20 de julio.

En las últimas horas hemos visto un cruce de mensajes entre el ministro Luis Fernando Velasco y usted por su elección. El ministro dice que usted fue elegido por políticos tradicionales y usted le responde que es un político tradicional derrotado. ¿Entonces se puede leer que este es un triunfo de la oposición, usted representa a un sector de la oposición en el Congreso o en qué orilla está usted?

Ese encasillamiento drástico ha llevado a la polarización en Colombia no solamente ahora, sino por décadas. Tenemos esa dificultad cultural de querer siempre estar en un lugar extremo o en el otro.

Yo quiero decirle que en el Congreso hoy no hay ninguna coalición ni de oposición ni de gobierno. La que hubo, el mismo presidente la liquidó una medianoche con un Twitter y yo no represento ninguna coalición de gobierno.

Pero su partido, Alianza Verde, hace parte de la coalición de gobierno.

Sí, claro. Mi partido decidió al comienzo de este gobierno ser parte de él y eso también lo hicieron otros, pero el tema de las coaliciones dentro del Congreso ya es distinto. Había una coalición que había configurado el Gobierno y que el mismo Gobierno terminó, por lo que hoy no existe.

A propósito un trino del ministro Luis Fernando Velasco tratando de superar este cruce de mensajes, le dice a usted lo siguiente: “Felicito su triunfo y estoy seguro que, con el respeto a la independencia de poderes, el Gobierno tendrá desde su presidencia todas las garantías para debatir propuestas en un país que quiere superar sus dificultades. Lo menos que esperan los ciudadanos es ver a un ministro y al presidente del Senado en un concurso de descalificaciones mutuas. Su experiencia puede aportar y mucho. Nosotros sabremos escuchar. ¿Qué piensa al respecto?

Yo doy por superada esa diferencia, pero fue él quien primero quiso, con esa expresión de líderes tradicionales, como descalificar la victoria, el triunfo, la elección de mi nombre en la presidencia del Senado.

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¿Cuáles son hoy sus prioridades legislativas, qué reformas o proyectos buscará aprobar con mayor rapidez?

El presidente del Senado no tiene prioridades. El Congreso las va a tramitar dentro de su orden de llegada y dentro de la prioridad institucional y jurídica que tienen, y seguiremos en el análisis de las que ya van avanzando como propuestas del Gobierno.

¿Con cuáles de las reformas que propone el Gobierno tiene usted especial preocupación?

Bueno, yo no tengo ninguna especial simpatía ni ninguna prevención sobre ninguna de las reformas. Creo que eso de apoyarlas en su totalidad o parcialmente es el fruto del análisis, del estudio, tenemos reformas muy importantes como la pensional, como la laboral, tenemos que reestudiar el tema de la salud y hay otras muchas. Por ejemplo, la reforma a la educación, esperamos de pronto que el Gobierno nos las presente para empezar su estudio.

Ojalá que hagamos una socialización previa de ella y de otras, porque no hay ningún tema bloqueado en el Congreso.

¿Por qué considera usted que la convocatoria de las calles que, en varias ocasiones ha hecho el propio presidente Gustavo Petro para que los ciudadanos apoyen las reformas, pueden ser un escenario peligroso de confrontación?

A mí me parece que la plaza pública tiene todo el escenario para que la gente pueda pronunciarse, pero no que se convierta en una especie de partidos de fútbol político periódicos y que cualquier día en calle bloqueada se encuentran dos fuerzas, hay una chispa, dos muertos y así empiezan las guerras civiles.

¿Cómo ve la paz total y qué piensa de cómo el gobierno del presidente Petro está conduciendo ese proceso de la paz total?

Hay que apoyar la buena voluntad de sentarse a dialogar. Es uno que ni se puede agotar ni se puede descartar. De tal manera que vamos a esperar más bien que las respuestas de los sectores que están en guerra, de los que están al otro lado de la mesa, puedan ser sinceros, puedan ser transparentes y puedan responder al clamor nacional de que acordemos caminos de entendimiento y desmontemos los factores de la guerra, pero a veces uno se decepciona, cuando en medio de los diálogos, lo que arrecia es la muerte del terrorismo y los factores de la violencia.