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Colombiano que hizo cirugía pionera contra la depresión fue clave en recuperación de niño con tumor

El doctor William Omar Contreras suma en su trayectoria dos cirugías poco convencionales que cambiaron vidas: una mujer con depresión severa y un niño con un tumor ocular de alto riesgo.

Neurocirujano colombiano realizó cirugía pionera para tratar la depresión y otra de alto riesgo en menor
Neurocirujano colombiano realizó cirugía pionera para tratar la depresión y otra de alto riesgo en menor
Foto: Freepik y Noticias Caracol

Durante casi veinte años, una mujer vivió atrapada en una lucha silenciosa contra la depresión y la ansiedad. Después de agotar múltiples tratamientos y terapias sin éxito, encontró una esperanza en el quirófano. Fue el doctor William Ómar Contreras, neurocirujano del Hospital Internacional de Colombia, quien lideró una intervención quirúrgica inédita en el país, que le permitió recuperar su bienestar, pero esta no fue la primera vez que el médico enfrentaba un caso extraordinario. Años antes, un niño de 12 años, con una madurez poco común, investigó por su cuenta hasta dar con él. Tenía un tumor detrás del ojo y confió en el doctor Contreras para extirparlo. Dos historias unidas por un médico que les cambió la vida.

Una batalla silenciosa de casi dos décadas

Durante 17 años, Lorena Rodríguez vivió atrapada en una lucha constante contra la ansiedad y la depresión. Una batalla poco visible, pero muy desgastante. En entrevista con Noticias Caracol, compartió cómo comenzó todo: "Empecé a sentirme preocupada todo el día, muchas veces empecé a sentir palpitaciones en mi corazón muy fuertes, combinado con momentos de total apatía a la vida, donde sentía que yo no podía con todo, incluso con tareas cotidianas como bañarse, arreglarse. Entonces ahí fue cuando yo ya busqué ayuda y dije, esto no es normal".

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Antes de llegar al Hospital Internacional de Colombia, Lorena había intentado de todo. "Tratamientos o un enfoque totalmente holístico e integral", contó, además de "diferentes tipos de fármacos", pero nada parecía funcionar. Su historia refleja la realidad de millones de personas que buscan alivio sin encontrar respuestas claras. Y aunque su camino fue largo, estaba a punto de dar un giro inesperado.

La esperanza para Lorena Rodríguez llegó en un quirófano del Hospital Internacional de Colombia, en Santander. Allí, un equipo médico liderado por el doctor William Ómar Contreras decidió aplicar una técnica poco común: la estimulación cerebral profunda. Aunque este procedimiento ya se había usado antes, el caso de Lorena fue distinto. Por primera vez en el país, se implantaron cuatro pequeños dispositivos en su cerebro, en lugar de los dos que se utilizaban normalmente.

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El doctor Contreras explicó a Noticias Caracol en qué consiste: "Consiste en colocar unos electrodos, unos chips, dentro del cerebro y estos a través de unas conexiones están conectados a una batería y esa batería envía impulsos eléctricos, corriente". Todo el sistema queda dentro del cuerpo: "El paciente puede ir a una piscina, al mar", añadió.

El objetivo era ambicioso: aliviar no solo la depresión que la acompañaba desde hacía años, sino también la ansiedad y las obsesiones que la limitaban día a día. La cirugía se realizó mientras Lorena estaba despierta y aunque no fue sencillo, el resultado le cambió la vida para siempre.

Lorena Rodríguez explorado diversas alternativas para tratar su depresión y ansiedad
Lorena Rodríguez explorado diversas alternativas para tratar su depresión y ansiedad
Captura de pantalla

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"Después de la cirugía empecé a sentir muy buenos cambios", contó Lorena. Aunque reconoce que no todos los días son fáciles, su vida es muy diferente ahora: “Ha habido días que no han sido fáciles y otros que han sido muy buenos”, dijo, pero lo más importante es que “ya no estoy atrapada en una lucha entre la depresión y la ansiedad”.

Los médicos son claros: este tipo de cirugía no es una cura definitiva ni está indicada para todos los pacientes, pero en casos como el de Lorena, puede representar una oportunidad y una mejora significativa en la calidad de vida.

El niño que eligió a su cirujano

Mientras la historia de Lorena abría un nuevo camino en la neurocirugía para tratar la depresión, años antes, en Cúcuta, un niño de 12 años ya había enfrentado su propio desafío. Yeiner Chaustre, estudiante de séptimo grado, inquieto, brillante y con una madurez sorprendente, tomó una decisión que también cambió su vida.

Todo comenzó con una observación de su madre: "mi mamá observó que mi ojo izquierdo se veía un poquito más protuberante que el derecho", contó Yeiner a Los Informantes en el 2021. Una resonancia confirmó lo impensable: "había un gran tumor casi el mismo tamaño de mi globo ocular detrás de mi ojo izquierdo que podría agravar muchos problemas". Era urgente y Yeiner fue sometido a una primera cirugía.

Pero el alivio fue breve. Dos meses después, el problema regresó con más fuerza. El ojo volvió a crecer y la situación se complicó, estaba peor que antes de la primera cirugía. Los síntomas se intensificaron: "Empecé a ver doble, empecé a tener una doble misión", y una nueva resonancia reveló que "el tumor estaba ahí y seguía ahí y era todavía más grande cada día". Además, estaba "muy cerca del cerebro que podría traer daños en el futuro".

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Sabía que el tumor no había sido extraído por completo porque era una cirugía muy compleja, pero en lugar de rendirse, Yeiner decidió actuar.

Con una determinación poco común para su edad, se sentó frente al computador y comenzó a buscar. Pasó horas y horas frente a una pantalla buscando a un experto, a un médico que lo pudiera volver a operar. Lo hizo solito en el computador, según contó a Los Informantes. Su mamá recuerda cómo él le mostraba sus hallazgos: "mira mamá este doctor trabajó en Alemania, estuvo tres años en España". "Mami no quiero que me opere cualquier persona", recordó su madre que dijo durante la búsqueda.

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Finalmente, encontró al doctor William Ómar Contreras. Le pareció "muy bueno", había "estudiado en varias partes" y estaba en Bucaramanga. Entonces no dudó: "mira, definitivamente este es el doctor que quiero que me opere".

La vida de Yeiner estaba en juego, pero él ya había tomado la decisión más importante: confiar en el médico que, años después, también cambiaría la vida de Lorena.

Finalmente llegó la cita con el doctor William Ómar Contreras y la determinación de este pequeño no pasó desapercibida. El neurocirujano recuerda ese momento con asombro: "Entra un niño que es un terremoto y entonces me dice tengo un tumor en el ojo, ya intentaron sacármelo, no pudieron sacármelo, quiero que me lo saque usted", contó a Los Informantes, pero lo que más lo sorprendió fue la preparación del niño: "el niño entra y me dice usted que estudio yo, hacia usted quiere, yo ya lo investigué, sé todo esto, por favor necesito que me explique más bien cuál sería su estrategia quirúrgica porque yo quiero ser científico y me interesa mucho la Medicina".

Niño con tumor ocular fue operado con éxito por neurocirujano
Niño con tumor ocular fue operado con éxito por neurocirujano
Foto: Los Informantes

Yeiner había leído su hoja de vida, revisado sus estudios y experiencia. En menos de 24 horas, él y su familia ya estaban empacando maletas rumbo a Bucaramanga.

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Aunque el tumor no era maligno, su tamaño era alarmante: era tan grande como una naranja y se encontraba muy cerca del cerebro y del nervio óptico, "el encargado de llevar la información visual al cerebro", señaló el doctor. El riesgo era alto. El doctor explicó que, en casos como este, "muchas veces el propio globo ocular se explota y toca sacarle el globo ocular, queda una órbita sin componente, es muy dramático para los pacientes".

Yeiner era uno entre miles de niños en el mundo con gliomas ópticos. El objetivo no era solo quitar la lesión, sino preservar sus funciones vitales: "que él pueda masticar, que él pueda abrir la boca, que se pueda levantar el ojo, que pueda mover el ojo". Fue una cirugía larga, delicada y compleja.

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Antes de entrar al quirófano, la conexión entre médico y paciente se fortaleció aún más y la música se convirtió en parte del tratamiento. El doctor, baterista aficionado y fan de Miguel Mateos, le sugirió a Yeiner escuchar rock. Así nació una conexión especial entre ellos.

La historia llegó tan lejos que conmovió al propio Miguel Mateos, quien le envió un mensaje.

Finalmente, Yeiner entró al quirófano. La operación fue un éxito. "El tumor se sacó en su totalidad", confirmó el doctor. El análisis patológico también trajo buenas noticias: "bordes libres de tumor", lo que significaba que estaba curado.

La recuperación fue rápida y sorprendente. "Estoy muy bien, estoy muy perfecto, estoy en buenas condiciones, estoy muy recuperado, tuvo una gran recuperación que fue muy rápida la verdad", dijo Yeiner.

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Hoy, sano y lleno de energía, sueña con ser médico, viajar por el mundo y después volver a Colombia.

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