Más del 95 % de las quemaduras que se presentan en un mes, como diciembre, son por agentes físicos, la pólvora o los líquidos calientes.
La principal recomendación es no quemar pólvora, pero de presentarse algún incidente, lo mejor es siempre consultar con el médico.
“Muchas de esas lesiones son o de baja extensión que las manejan en las unidades periferias o son traumas por explosión de la pólvora detonante y ese tipo de lesiones se atienden en un servicio de urgencias o con cirugía plástica, general u oftalmología”, expresa Marco Antonio Hoyos, médico cirujano del Hospital San Vicente Fundación.
Los excesos en diciembre son comunes y el consumo de licor está ligado a estas festividades; lo más importante es comprar en sitios oficiales y no abusar del consumo.
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“En relación con el licor adulterado; la nauseas, el vómito y la visión borrosa son los signos cardinales y la recomendación es tome un vaso de licor bueno y consulte inmediatamente un servicio de urgencias (...) Cuando uno está enguayabado no se debe bañar con agua fría, no debe tomar bebidas heladas, debe guardar reposo y sobre todo hidratarse muy bien para restituir los electrolitos que se perdieron”, expresa Ubier Gómez, médico toxicólogo del Hospital San Vicente Fundación.
No es mito que subir de peso en navidad es factible; por eso, lo hábitos alimenticios deben ser estrictos, el consumo de licor mesurado y la práctica deportiva esencial.
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“Nunca estómago vacío para irme a una celebración, salgo con algo en el estómago, una fruta, un jugo una gelatina. Muy importante comer una sola porción de lo que más me gusta (...) Pensar en que hay que descontar calorías si quiero disfrutar del alcohol como de los mismos alimentos”, dice Natalia Pérez, jefe de nutrición del Hospital San Vicente Fundación.
Otras recomendaciones importantes son revisar fechas de vencimiento, garantizar la cadena de fríos de los alimentos y evitar cocinar cuando hay procesos infecciosos activos para no generar intoxicaciones o brotes gástricos.