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De acuerdo con los diferentes informes de organizaciones mundiales, la variante A de gripa H3N2, subclase K, ha generado alertas sanitarias debido a su alta capacidad de propagación en varios países de Europa y parte del continente asiático. Recientemente, en América Latina se confirmó el primer caso en México, situación que ha despertado la atención de las autoridades de salud y de la comunidad científica en la región.
Ante este panorama, expertos coinciden en que la información oportuna y clara es fundamental para reducir el riesgo de contagio, reconocer los síntomas y estar preparados para afrontar la enfermedad sin generar pánico. Aunque se trata de una variante que no se caracteriza por mayor gravedad clínica, su rapidez de transmisión representa un reto para los sistemas de salud, especialmente en poblaciones vulnerables.
En ese contexto, Noticias Caracol En Vivo habló con el médico epidemiólogo Luis Jorge Hernández, coordinador del Observatorio de Salud Pública y docente de la Universidad de los Andes, quien explicó los principales aspectos de esta variante de influenza, cómo se contagia y cuáles son las medidas de prevención recomendadas.
De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el H3N2 subclado K corresponde a una variante del virus de la gripe A (Influenza A), un patógeno que, como otros virus respiratorios, presenta cambios constantes. Según explicó el epidemiólogo, “no hay lugar a mayor alarma, es normal que estos virus cambien”, y agregó que “no se caracteriza por ser más grave, sino más transmisible”.
El especialista enfatizó que, aunque no se trata de un escenario de “alarmismo y preocupación”, esto no significa que se deba bajar la guardia. “La recomendación a la comunidad es mantenerse sana; las gripes se manejan en casa”, señaló. En ese sentido, insistió en la importancia de reforzar medidas básicas como el lavado frecuente de manos, el uso de tapabocas en espacios cerrados o con aglomeraciones y la actualización del esquema de vacunación.
El contagio de esta variante ocurre principalmente por contacto directo con personas infectadas o a través de gotas de saliva que se expulsan al toser, estornudar o incluso hablar. La transmisión aérea en espacios poco ventilados facilita que el virus se propague con mayor rapidez, especialmente durante temporadas de lluvias o cambios bruscos de temperatura.
El epidemiólogo advirtió que la llegada de esta variante a Colombia es solo cuestión de tiempo. “Hay que recordar lo que nos pasó en la pandemia, recordar las lecciones”, afirmó, al tiempo que destacó que el país cuenta con vacunas suficientes para enfrentar este escenario.
Según Hernández, el Ministerio de Salud dispone de dosis para proteger a las poblaciones con mayor riesgo de complicaciones. “Sobre todo las personas mayores de 60 años que no están vacunadas, personas con enfermedades de base como hipertensión, bajas defensas, cáncer, menores de dos años, mujeres gestantes y trabajadores de la salud”, explicó.
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Las vacunas están disponibles tanto en los puntos de vacunación habilitados por las secretarías de salud como en las EPS. En Bogotá, por ejemplo, existen 220 puestos de vacunación, además de los servicios ofrecidos por las aseguradoras. “Vacunarse con la EPS sí lo cubre con esta variante y protege contra formas graves y la mortalidad”, recalcó el especialista.
Los síntomas de la variante H3N2 subclado K son similares a los de la influenza estacional. Entre los más comunes se encuentran fiebre, tos, dolores musculares, dolor de cabeza y fatiga. No obstante, el experto advirtió que algunas personas pueden presentar cuadros más complejos. “Pueden manifestar síntomas graves, dificultades respiratorias y dolor”, indicó.
Ante la presencia de signos de alarma, Hernández explicó cuándo es necesario acudir a un centro médico. “Fiebre de más de dos días, dificultad respiratoria, decaimiento, no comer y pérdida del estado de conciencia”, son señales que requieren atención inmediata. Estos síntomas pueden presentarse tanto en niños como en adultos.
Uno de los principales riesgos de esta variante es su alto nivel de propagación. “Se transmite más rápido que otras variantes, ese es un riesgo; una persona puede contagiar de 7 a 14 personas”, afirmó el epidemiólogo. Por ello, reiteró la necesidad de mantener medidas de autocuidado como el uso del tapabocas, una buena alimentación, ventilación adecuada de los espacios, hidratación constante y el lavado frecuente de manos.
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Finalmente, Hernández alertó sobre la disminución en las tasas de vacunación en el país. “Están bajitas las coberturas; el Ministerio de Salud comentaba de unas coberturas alrededor del 51% en mayores de 60 años, pero estamos vacunando solo el 30% en poblaciones mayores”, concluyó, haciendo un llamado a la ciudadanía para fortalecer la prevención y evitar complicaciones asociadas a esta supergripa.
HEIDY ALEJANDRA CARREÑO BELTRAN
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