La madre de 36 años recibió el útero de una amiga cercana a la familia el año pasado. Su hijo varón nació prematuramente pero bien de salud el mes pasado, y tanto él como la madre se encuentran ahora en casa y saludables. No se revelaron las identidades de la mujer y su pareja.
"El bebé es fantástico", dijo el médico Mats Brannstrom, profesor de obstetricia y ginecología en la Universidad de Gotemburgo y de la clínica de fecundación in vitro de Estocolmo que dirigió la investigación y se hizo cargo del parto con la ayuda de su esposa, una partera. "Pero es incluso mejor ver la alegría de los padres y qué felices los ha hecho su bebé".
Los detalles del caso se publicarán próximamente en la revista médica Lancet.
La hazaña crea una alternativa nueva pero aún en etapa experimental para algunas de las miles de mujeres que cada año buscan ayuda por no poder tener hijos debido a que su útero les fue extirpado ante un cáncer o a que nacieron sin uno. Antes de que este caso demostrara que el procedimiento puede funcionar, algunos expertos habían puesto en duda si un útero trasplantado sería capaz de sustentar un feto.
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Otros han cuestionado si un paso tan extremo —costoso y cargado de riesgos médicos— sería incluso una opción realista para muchas mujeres.
Sin embargo, para los orgullosos padres, los años de estudio y experimentación bien valieron la espera.
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"Fue una travesía complicada por años, pero ahora tenemos un bebé increíble", dijo el padre en una entrevista telefónica. "Es mucho muy lindo y ni siquiera llora, sólo susurra". El hombre dijo que él y su esposa, ambos atletas de competencias, estaban convencidos que el procedimiento funcionaría, pese a su carácter experimental.
Brannstrom y sus colegas trasplantaron úteros a nueve mujeres en los últimos dos años como parte de un estudio, pero complicaciones los obligaron a retirar dos de esos órganos. Durante este año, Brannstrom empezó a transferir embriones a las siete mujeres. El médico señaló que existen otros dos embarazos de al menos 25 semanas de gestación.
Antes de estos casos, se han registrado dos intentos de trasplante de útero —en Arabia Saudí y Turquía— pero no hubo nacimientos. Médicos en Gran Bretaña, Francia, Japón, Turquía y otras partes del mundo planean llevar a cabo operaciones similares, pero usando úteros de mujeres que murieron recientemente, en lugar de adquirirlos de donantes vivas.
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