Tras la intervención del Hospital Emiro Quintero Cañizares, ubicado en Ocaña , Norte de Santander, la Superintendencia de Salud retiró del cargo al gerente Jairo Pinzón López, que interpuso una tutela para que lo reintegraran en el cargo.
“Resulta extraño es que la decisión judicial se produjo muy rápido”, dijo José Manuel Suárez, asesor jurídico de la Supersalud, al cuestionar al juez segundo administrativo de Cúcuta que ordenó restituirlo.
Según él, la jurisdicción administrativa a la que pertenece el togado ha reconocido “fuerte morosidad” en sus fallos, “pero él mismo adopta decisiones con una rapidez impresionante”.
La Supersalud retiró al gerente, que ahora regresará a su puesto, luego de develar 87 presuntas irregularidades, como el “favorecimiento para unos seis contratistas, donde tienen contratos directos por $35.672 mil millones que representan el 40% del presupuesto de este 2020”, precisó el interventor del hospital, Yamir Roberto Blel, designado el 9 de noviembre.
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Según él, los inconvenientes son porque los acuerdos se firmaron con un único oferente sin un estudio de mercado.
Asimismo, se descubrió que desde mayo no se hacían contratos para proveedores de medicamentos, lo que evidencia, dice el interventor, una “falta de planeación para plan de compras y tener los insumos para atender a la población”.
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Adicional, al 30 de octubre había 2.500 consultas represadas y 600 cirugías.
El interventor dijo temer por su seguridad personal o la de quien pueda sucederlo y afirmó que le habían advertido de un bloqueo por parte de la población para impedir que entrara al Hospital Emiro Quintero Cañizares.
La Supersalud impugnará el fallo de tutela a favor del gerente Pinzón, a quien el asesinado líder Jorge Solano había denunciado por irregularidades en el centro médico.