La universitaria escocesa Rachel Morton empezó a notar que un par de úlceras se le estaban formando en la boca, pero le atribuyó las erupciones al estrés que le generaba la temporada de exámenes. Tiempo después descubriría que su afección era un cáncer que terminaría quitándole gran parte de la lengua.
La travesía médica de la edimburguesa comenzó en 2019, cuando tenía 18 años. Morton, quien comenzaba a estudiar Medicina, admitió en entrevista con Kennedy News and Media que al principio no le prestó mucha atención a las llagas debido a que cuando está “un poco cansada, agotada o estresada con los exámenes", parece que es "un poco propensa” a tenerlas.
La joven comentó que fue al odontólogo y al servicio médico, donde le recetaron pastillas para el dolor. Sin embargo, un año después seguía teniéndolas.
Por su ajetreada agenda con los deberes académicos, dejó pasar de largo la situación, hasta que estas se extendieron por toda la lengua. “Estaban muy rojas, en carne viva y dolían".
En su concepto, su proceso pasó por diferentes profesionales y, según ella, realmente no la atendieron, confesando que en algún punto uno de los doctores le dijo que no había mucho más que pudieran hacer por ella.
Una semana antes de la Navidad de 2020, un año marcado por una pandemia mundial y el colapso de los sistemas de salud, Rachel recibiría el diagnóstico de cáncer en la lengua.
En su mente está grabado el momento en el cual le hicieron la biopsia, ya que para ella la experiencia de escuchar el sonido de las tijeras cortando su lengua fue traumático.
Según los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de Estados Unidos, este tipo de cáncer representa aproximadamente el 3% de todos los cánceres diagnosticados cada año en el país, lo cual se puede acercar a unos 53.000 casos nuevos anuales.
La estudiante recuerda que al momento en el cual el especialista le dio la noticia, a este le surgió un sarpullido y se mostraba nervioso. Esto debido a que “él nunca había hablado con alguien tan joven como yo con cáncer de lengua. Dijo que solo ha tratado a personas mayores de 60 años, generalmente hombres, que han fumado y bebido toda su vida”, afirmó la joven.
Morton fue sometida a unas diez intervenciones quirúrgicas en una sesión de 16 horas, mediante las cuales le rompieron la mandíbula y le extirparon dos tercios de la lengua y ganglios.
En los procedimientos, los profesionales debieron tomar músculos y vasos sanguíneos de su pierna izquierda, así como arterias y venas de su cuello, para así poder reconstruirle la lengua. Además de eso, tuvo que pasar por una traqueostomía y una sonda que permitía llevar la comida a su estómago.
Durante su proceso de recuperación, la mujer pasó por 30 sesiones de quimioterapia y terapias del habla para recuperar todas sus facultades.
La joven, que hoy tiene 21 años, no abandonó sus estudios y hoy aspira ser una psiquiatra que haga concientización frente al tema.
En su cuerpo lleva con orgullo las cicatrices de los estragos del cáncer, sin embargo, las acepta como parte de sí, bromeando que incluso no las cubre con maquillaje, pues se asemejan a las de Harry Potter.
“Muestra cuán resistente, fuerte y poderoso es mi cuerpo, y quiero reflejar eso dentro y hacerme justicia”, declaró Morton.
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