
La Asociación de Laboratorios Farmacéuticos de Investigación y Desarrollo (Afidro), que agrupa a 30 de los productores de medicamentos más importantes de Colombia, ha hecho un llamado de alerta sobre la multimillonaria deuda que acumulan gestores farmacéuticos y las Empresas Promotoras de Salud (EPS) con ellos.
Por primera vez, estos 30 laboratorios han divulgado detalles de sus estados financieros y el flujo de cartera, revelando una situación preocupante. La deuda, acumulada desde 2023, alcanza los 4,3 billones de pesos, afectando a todos los actores del sistema de salud. De este monto, 2,7 billones de pesos corresponden a los gestores farmacéuticos, 1 billón de pesos a clínicas y hospitales (IPS) y 120.000 millones de pesos a las EPS.
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Los laboratorios reportan que deben esperar alrededor de 154 días para que se les reconozca el pago de las facturas radicadas: “Los días de recuperación de cartera de los actores pasaron de 125 días al cierre de 2023 a 154 días para el primer trimestre de 2025”.
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Advierten que, si esta situación persiste, la fabricación de ciertas medicinas y la importación de materias primas podrían verse afectadas para el año 2026.
Producción en riesgo y desabastecimiento de medicamentos
A pesar de la deuda, que asciende a 4,3 billones de pesos, los laboratorios no han detenido su producción. Sin embargo, el panorama no es alentador. Según Alejandro Escobar, de Gerencia Estratégica Sectorial, el deterioro de la situación podría llevar a que algunos laboratorios dejen de traer ciertos tipos de tecnología y medicamentos al país.
El reciente reporte del Invima indica que 20 tipos de medicamentos están en riesgo de desabastecerse, incluyendo anticonvulsivos, antipsicóticos, analgésicos y medicinas para tratar la epilepsia e hipertensión. A nivel local, en ciudades como Bucaramanga y Barranquilla los usuarios reportan largas filas y retrasos en la entrega de sus medicinas.
Problemas en la cadena de pago y la UPC
La deuda se concentra en gestores farmacéuticos, IPS y EPS. La cadena de pago funciona de la siguiente manera: el Ministerio de Salud asigna los recursos de la Unidad de Pago por Capitación (UPC) a las EPS, que coordinan con los gestores farmacéuticos y laboratorios para la compra y dispensación de los medicamentos.
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Los laboratorios reportan que, mientras los recursos de la UPC crecen un 5%, los costos de los servicios de salud y la producción de medicamentos aumentan un 15%. Ignacio Gaitán, presidente ejecutivo de Afidro, señaló que "la insuficiencia del ajuste de la UPC nos lleva a que, a pesar de un giro aproximado por 29 billones de pesos, todavía la demanda y las necesidades de la propia dinámica del sistema no logran cubrir las necesidades”.
Como consecuencia de este panorama, Escobar advierte que hay un “mayor deterioro de la enfermedad del paciente. Enfermedades tradicionales o enfermedades sencillas terminan convirtiéndose en enfermedades graves y luego quien tiene una enfermedad grave producto de esta situación termina en una fatalidad”.
¿Qué soluciones se plantean?
La Asociación de Laboratorios Farmacéuticos planteó “crear mesas de trabajo con el Gobierno, aseguradoras, prestadores de salud y expertos para hallar soluciones basadas en datos actuales; modernizar la metodología de cálculo de la UPC para tener en cuenta la demanda creciente, los cambios epidemiológicos y el envejecimiento poblacional; fortalecer la disponibilidad y claridad de la información financiera para una gestión más eficiente de los recursos; y explorar nuevas fuentes de financiación como los bonos de impacto social, las asociaciones público-privadas, los seguros inclusivos”.
“Solo a través de una acción coordinada será posible evitar una crisis mayor y proteger el derecho de los pacientes a una atención digna y oportuna”, añadió.
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