El 26 de junio de 2022 la vida de María Juliana cambió drásticamente.
Un inocente juego sobre su cama le causó una grave condición, pero su coraje y la compañía de su familia empezaron a dar frutos.
Ese fatídico día la niña estaba jugando en la cuna y, al dar un giro sobre la misma cama, el llanto y gritos prendieron las alarmas en la casa de la familia Salamanca Correa. “Ella no se golpeó su cabeza ni cayó al piso, simplemente la recibió el mismo colchón de la cuna”, contó en ese entonces Camila Correa, mamá de la pequeña.
María Juliana entró a la unidad de cuidados intensivos de un hospital y allí permaneció un mes. Debido a la grave lesión, el pronóstico no era nada alentador y Camila, madre de la niña, recibió la noticia más triste de su vida.
La persistencia de estos padres los llevó a buscar una ayuda divina para que su hija volviera a caminar y esa ayuda llegó desde la sucursal del cielo, de la mano del doctor Carlos Canencio, CEO de Biomedical.
El equipo de Biomedical apadrinó a María Juliana y comenzó todo un trabajo interinstitucional con un solo objetivo, que la niña caminara de nuevo. A los tres meses de tratamiento, la criatura ya empezó a mover su cuerpo, aunque ese era solo el comienzo.
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Ha pasado un año y los esfuerzos de todos empezaron a surgir efecto. Ahora la niña canta y hasta baila reguetón. “Da sus primeros pasos, se sienta sola, colorea y hasta volvió al jardín”, complementa su mamá.
Con el paso de los días, la salud de María Juliana avanza satisfactoriamente. Todos continúan trabajando intensamente y a punta de música para que ella vuelva a sonreír y correr libremente. ¡Que así sea!
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