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Hace casi un año, el 24 de noviembre de 2024, el asesinato de Juan Felipe Rincón, de 21 años e hijo del general de la Policía William Rincón, en el barrio Quiroga, al sur de Bogotá, conmocionó a Colombia. Inicialmente, los presuntos agresores afirmaron que el joven era un pedófilo y pretendían "darle una lección", pero con el paso del tiempo han surgido otras versiones. Séptimo Día tuvo acceso exclusivo a pruebas inéditas, incluyendo videos con sonido, confesiones, fotos y audios, que permiten reconstruir minuto a minuto los trágicos eventos de esa.
El foco de esta reconstrucción es Andrés Camilo Sotelo Torres, un joven de 21 años, comerciante de "ventas de calle", quien fue identificado por las cámaras de seguridad como uno de los agresores más violentos contra Juan Felipe Rincón. Hoy carga con una secuela permanente, una colostomía como resultado del disparo que recibió durante el enfrentamiento en el que murió el hijo del general.
Ante las cámaras de Séptimo Día, Andrés Camilo Sotelo relató que la tarde anterior a los hechos, el sábado 23 de noviembre, su hermana Katherine Sotelo (33 años) le informó sobre un problema: su sobrina, de 11 años, estaba "entablando una conversación con una persona y se estaban mandando fotos y videollamadas". Por su parte, el general Rincón, padre de la víctima mortal de estos hechos, sostiene que Katherine Sotelo, y no una menor, era la dueña y creadora del usuario que se contactó con Juan Felipe, usando una narrativa de diferentes edades para extorsionarlo.
De acuerdo con lo dicho por Sotelo, el domingo 24 de noviembre, alrededor de las 10 de la mañana, Katherine lo despertó para informarle que Juan Felipe ya estaba en el barrio Quiroga y él, “ cegado por la ira”, salió de la casa. Afirma que tomó el arma de un vecino con la idea de "asustarlo, como reprenderlo, decirle – como con esa rabia – que por qué entabla una conversación con una niña, si es que literalmente es una niña".
Cuando se encontraron con Juan Felipe y su escolta, Sergio Felipe Rico Rueda, Sotelo sostiene que nunca creyeron que este último fuera policía, sino que pensaron que era solo un amigo del joven. Dice que le exigieron que se identificara: "si usted es policía, muéstrenos un carné, identifíquese... él nunca, en ningún momento, nos sacó un carné, nada". Además, reveló que, durante la agresión, Juan Felipe casi no pronunció palabra, solo decía que "no".
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Al ser preguntado directamente en Séptimo Día si él había asesinado a Juan Felipe Rincón, Sotelo respondió: "mentira, es mentira". El joven atribuye la autoría del disparo letal al escolta del hijo del general: "nadie más tenía un arma de fuego".
Sobre el arma de fuego que él portaba, de acuerdo con los videos, Sotelo indicó que era "hechiza, pero ni siquiera hacía ni sonido", indicando que era un arma de fogueo o traumática. Sin embargo, peritos de la UID no descartan que el arma entregada haya sido modificada.
El video inédito con sonido hallado por los investigadores del general Rincón permitió reconstruir los 12 minutos finales de Juan Felipe Rincón. A las 11:17 de la mañana del domingo, la camioneta Toyota Fortuner asignada al esquema del general Rincón se detuvo en el barrio Quiroga. Juan Felipe y la adolescente de 15 años se adelantaron, y la joven saludó y besó en la mejilla a Katherine Sotelo, presentándole a Juan Felipe. A las 11:19 a.m., Andrés Sotelo y su pareja, Tatiana Vega López, irrumpieron en la escena y se lanzaron contra Juan Felipe Rincón.
El escolta, Sergio Rico, reaccionó al instante, y se escuchó su ansiedad gritando "policía, Policía Nacional". En un intento por disuadir a los atacantes, el escolta realizó un primer disparo de advertencia que no impactó en nada ni logró intimidar a los agresores. La golpiza continuó; Juan Felipe fue atacado por Sotelo, la adolescente que lo acompañaba y un hombre con una varilla. Una voz masculina durante la agresión lo tacha de "violador”. Unos segundos después, se escuchó un segundo disparo.
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Sergio Rico volvió a ordenarles que detuvieran la situación, casi suplicando que mediaran. Aproximadamente 80 segundos después, una tercera detonación estalló. En el video con sonido se puede detallar que Sotelo también portaba un arma tipo revólver, con la cual golpeaba a Juan Felipe. Mientras Sotelo y otros agredían a Juan Felipe, se escuchó un cuarto disparo. Nueve segundos después, en un segundo plano captado por vecinos que seguían grabando, tres nuevos disparos, momento en el que se escuchó una reacción: "ay, le pegó al otro, le pegó al otro". Veintiséis segundos después de los anteriores, sonó la octava y última detonación.
Los investigadores de la Unidad de Investigación Criminal (UID) manejan la hipótesis de que el disparo mortal podría haber ocurrido cuando Sotelo giró bruscamente a Juan Felipe y el escolta apuntó, o que uno de esos disparos posteriores impactó a Sotelo, causándole su herida.
Tras el enfrentamiento, Sotelo y otro herido fueron recogidos por una camioneta blanca, que los llevó al Hospital El Tunal. Juan Felipe, por su parte, fue ignorado y su cuerpo quedó en el lugar hasta que su padre, el general Rincón, llegó casi una hora después.
El informe forense concluyó que Juan Felipe Rincón sufrió más de una docena de lesiones causadas por elementos contundentes, además de la herida mortal que lesionó su pulmón izquierdo, atravesó su caja toráxica y salió por su espalda.
El caso se remonta a tres semanas antes de la muerte de Juan Felipe Rincón, cuando fue contactado por una seguidora bajo el alias Mar 142318. El general Rincón alega que detrás de este usuario estaba Katherine Sotelo, quien creó una narrativa con diferentes edades para supuestamente extorsionar a su hijo. Este contacto llevó a Juan Felipe a encontrarse con una adolescente de 15 años en Titán Plaza aproximadamente a las 10 de la noche del sábado 23 de noviembre, con quien se dirigió a su apartamento en la calle 170. A la mañana siguiente, domingo 24 de noviembre, a las 10:20 a.m., Juan Felipe y la adolescente salieron del edificio rumbo al sur de Bogotá en su moto, para luego abordar la camioneta Toyota Fortuner del esquema policial, conducida por el escolta Sergio Rico.
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A las 11:17 a.m. arribaron al barrio Quiroga. A las 11:18 a.m., Juan Felipe fue recibido por Katherine Sotelo y, a las 11:19 a.m., fue atacado por Andrés Sotelo y su pareja. La agresión duró alrededor de 12 minutos, en los que se produjeron ocho detonaciones. El cuerpo sin vida de Juan Felipe quedó tendido en el lugar, y casi una hora después de la balacera, el general Rincón llegó al sitio para constatar la muerte de su hijo. Días después, el general Rincón obtuvo un video de la adolescente que lo llevó al Quiroga, quien confesó que "ellos planeaban extorsionarlo". En un giro crucial, un juez de la República decretó la libertad inmediata de Andrés Sotelo porque la prueba de microscopia de barrido para detectar pólvora en sus manos resultó negativa, lo que no fue suficiente para imponer una medida de aseguramiento.
La defensa del General William Rincón, basada en las pruebas de la UID y la confesión de la adolescente, sostiene que el homicidio no fue un acto aislado. El general y su equipo creen que el caso implica concierto para delinquir y extorsión, alegando que varias personas se pusieron de acuerdo para extorsionar a Juan Felipe. En Séptimo Día, indicó que su objetivo principal es rescatar la dignidad de su hijo, que fue tachado injustamente de pedófilo.
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Por su parte, Saúl León, abogado penalista y defensa de Andrés Sotelo, aseguró en Séptimo Día que el joven fallecido "era absolutamente decente, honorable, no tenía ningún cuestionamiento, menos por abuso sexual o por pedirle material pornográfico a menores, eso no es cierto".
Además, tanto el defensor de Sotelo como el mismo joven niegan la extorsión y el concierto para delinquir. Sotelo afirma que se involucró por ira al dejarse guiar por su hermana, aunque la relación se rompió luego de los hechos. El punto clave de la defensa es la negación del homicidio, usando como argumento central el resultado negativo de la prueba de pólvora en las manos del señalado.
La Fiscalía General de la Nación deberá definir si la agresión, que dejó más de una docena de lesiones en Juan Felipe, constituye o no el delito de tortura. La investigación para determinar quién asesinó a Juan Felipe Rincón aún continúa abierta.