Militarizado y con nuevos dispositivos de seguridad amaneció el municipio de Jambaló, en Cauca, después de la incursión armada de las disidencias de las FARC que dejó daños en las instalaciones del Banco Agrario y en por lo menos 15 viviendas. Una civil resultó herida en el hecho. Además, comunidad denuncia que hay artefactos explosivos sin detonar.
El general Federico Mejía, comandante del comando específico del Cauca, dijo que lo ocurrido “no tiene antecedentes, de verdad que esto es un acto demencial totalmente repudiable desde todo punto de vista, esto solamente tiene una comparación y son los primeros días de los ataques allá en Ucrania, y llegar de esta forma tan brutal y despiadada de acabar con el Banco Agrario, un banco que lo único que hace es prestar el servicio a los campesinos. Ahora ese campesino que lo que cultiva y vende, ya no podrá ir al banco a depositar su dinero y sus ahorros, ya le tocará desplazarse a otro sector”.
El oficial precisó que por el ataque en Jambaló “más de 15 viviendas resultaron afectadas por los ataques demenciales con armas no convencionales”.
Jairo Ipia, presidente de la junta de acción comunal, precisó que lo hecho por las disidencias de las FARC “afecta a la población civil, las viviendas, el salón comunal del barrio; asimismo, la comunidad se ve afectada psicológicamente, los niños, el adulto mayor”.
Wilson Cuetia, autoridad indígena, anunció que se tomó “la decisión como autoridades de suspender las clases en las instituciones educativas, teniendo en cuenta que hay todavía artefactos que no se han podido explotar, (y) en algunas veredas sigue habiendo presencia de los grupos armados”.
Por parte de la fuerza pública se van a implementar nuevas medidas para garantizar la seguridad de la población, implementando “también la construcción de una unidad nueva para reforzar y dejar un buen componente de policía para que brinde la seguridad de este territorio”, indicó el coronel Wilson Román, comandante en el departamento de Cauca.
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Situación de orden público en Cauca
El norte del departamento se ha convertido en zona de guerra para los grupos ilegales que, mientras hablan de paz total tienen acosadas a las comunidades.
Según el sistema de información y monitoreo de derechos humanos de la Asociación de Cabildos Indígenas del norte del Cauca, en lo que va de 2023 ya se han perpetrado 21 atentados, 25 combates y 82 casos de homicidios a líderes solo en esta zona del país.
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Eduin Mauricio Capaz, líder indígena del norte del Cauca, indicó que ese sector “se ubican al menos las mayores unidades con capacidad militar y generación de acciones bélicas en los territorios: el frente Dagoberto Ramos, la Jaime Martínez y otras unidades que estarían entrando al norte del Cauca, como las unidades del ELN y otro tipo de grupos que no tendrían pretensiones políticas, pero sí territoriales, algunas ligadas a los delincuencial”.
Lo ocurrido en Cauca, así como el reclutamiento forzado de por lo menos 82 menores de edad, hace que surjan “unos cuestionamientos por parte de las comunidades y los actores sociales; es muy difícil entender que a nivel del país se hable de la búsqueda de la paz total y en el territorio se ven acciones bélicas como lo reciente en Jambaló y otras”.
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