POPUCOM | RESEÑA: Colores, puzzles y risas en compañía

POPUCOM, desarrollado por Hypergryph y publicado por Gryphline, es un juego cooperativo en 3D que mezcla acertadamente plataformas, puzzles y combate con un alto componente estético inspirado en el anime. Esta aventura se sitúa en un planeta alienígena que ha perdido su color, y nuestra misión es devolverle la vida junto con un compañero. Lo curioso es que lo logra sin intentar ser algo gigantesco o revolucionario: su gracia está en los detalles bien pulidos, en la cooperación constante y en su ambiente relajado pero desafiante.

Desde su lanzamiento en PC (Steam y Epic Games Store), POPUCOM ha generado sorpresa entre quienes lo han probado. No solo por su mecánica de juego basada en el uso del color, sino también por su capacidad de evocar la nostalgia de títulos cooperativos como Portal 2 o Astro Bot, todo mientras camina sobre su propio terreno.

Dos modos, muchas posibilidades

El juego ofrece dos modos principales:

• Modo historia (cooperativo para 2 jugadores): Se enfoca en una narrativa ligera donde el trabajo en equipo es clave. Aquí se va nivel por nivel, resolviendo acertijos y enfrentando jefes con un diseño que, aunque sencillo, logra mantener la atención con ideas frescas.
• Modo fiesta (de 3 a 4 jugadores): Es una propuesta más caótica, perfecta para quienes buscan diversión rápida con amigos. Tiene un enfoque más competitivo y sirve como una buena forma de relajarse entre misiones.

Ambos modos pueden jugarse tanto en línea como en cooperativo local, lo cual es un golazo. En tiempos donde muchos juegos apuestan todo al online, POPUCOM recupera esa magia de jugar con alguien al lado del televisor.

Un sistema de juego que engancha

La mecánica central gira en torno a disparar geles de colores con tu Rainbow Blaster. Para vencer enemigos o desbloquear caminos, hay que combinar colores al estilo match-3. La vuelta de tuerca está en que cada jugador controla dos colores distintos, por lo que cooperar se vuelve obligatorio. No hay manera de avanzar solo. Esta simple premisa genera una interacción constante y divertida: hay que coordinarse, planear y ejecutar en conjunto.

Además, el juego introduce Super Artefactos como el escudo, la bomba tipo morph ball o el útil Captain Kitty, que sirven tanto para resolver acertijos como para sortear obstáculos en el terreno. Al principio parecen herramientas sencillas, pero POPUCOM te obliga a repensar su uso con cada nivel nuevo.

Diseño de niveles de primera

Cada nivel tiene su propia mecánica o truco especial. Desde tapetes gigantes de baile tipo DDR hasta juguetes mecánicos que deben ser escoltados, POPUCOM nunca repite fórmula. Hay un esfuerzo evidente por mantener la experiencia fresca en cada fase, algo que recuerda a los grandes del género como Super Mario Odyssey o Astro Bot.
Buscar Goodiebots (robots que te ayudan a avanzar y desbloquean niveles) y calcomanías ocultas agrega un componente de exploración muy sabroso, perfecto para quienes quieren completar todo al 100%.

Historia sencilla pero funcional

La narrativa no es el plato fuerte, pero sí cumple. Encarnas a un personaje que aterriza en Pancake, un planeta invadido por criaturas llamadas Pomus. Tu misión es reunir suficientes Goodiebots para construir un misil gigante y destruir la amenaza cósmica detrás del caos. Todo esto lo descubres con la ayuda de Yolkie, un simpático robot en forma de huevo.

No hay giros inesperados ni tramas profundas, pero tampoco lo necesita. Es un juego que sabe cuál es su propósito: dar contexto a la aventura, no robar protagonismo al gameplay.

El sabor retro de lo local

Una de las decisiones más acertadas de POPUCOM es incluir cooperativo local. Esto permite revivir esa sensación de invitar a un amigo a jugar en la misma pantalla, como en los viejos tiempos del Halo o Mario Party. Es una característica que muchos juegos modernos han olvidado y que aquí se siente muy bien aprovechada.

Técnicamente encantador

A nivel gráfico, POPUCOM no pretende competir con títulos triple A, pero su estilo anime está perfectamente ejecutado. Los personajes, enemigos y escenarios tienen una identidad marcada, vibrante y carismática. Los efectos de color son agradables a la vista y, para quienes tienen dificultades visuales, hay modos de accesibilidad como filtros para daltónicos o mejoras de contraste.
El rendimiento en PC es estable, sin caídas significativas de frames ni errores importantes. La música cumple sin destacar demasiado, aunque los efectos de sonido tienen ese punto juguetón que combina muy bien con la estética del juego.

Minijuegos entre misiones

En la base de operaciones puedes acceder a una arcade con minijuegos. Lamentablemente, esta parte es bastante irregular. Algunos juegos, como el de voleibol, son torpes y poco divertidos. Sin embargo, hay una joya escondida: un shooter cooperativo al estilo Ikaruga que se roba el show y demuestra que Hypergryph puede experimentar con géneros y salir bien parado.

Personalización sin abuso

POPUCOM incluye una tienda de cosméticos que sorprende por lo justa. Aunque hay DLCs de pago como el “Too Many Clothes” o el crossover con los Rabbids, la mayoría de las opciones estéticas se desbloquean jugando. Nada de microtransacciones abusivas ni sistemas agresivos de monetización. Y eso, en 2025, se agradece más que nunca.

Conclusión

POPUCOM no es un juego revolucionario, pero sí es una propuesta redonda y bien pensada para quienes buscan una experiencia cooperativa relajada pero desafiante. Es ideal para parejas, amigos o incluso padres e hijos que quieran compartir una aventura con puzzles que realmente exigen comunicación y trabajo en equipo.

El juego dura unas 10–12 horas y deja una buena sensación al terminarlo. Incluso, puede que te quedes con ganas de más. ¿Le falta variedad en los jefes? Sí. ¿Podría tener minijuegos más pulidos? También. Pero lo que hace bien, lo hace muy bien.

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