Equipo de Expedición Antártica celebra Navidad con sabor a lechona, natilla y buñuelos

Nochebuena y Navidad también las celebra el equipo de Expedición Antártica a bordo del buque ARC Simón Bolívar, que navega hacia el continente blanco.

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Celebrar estas festividades en altamar, distantes de casa y rodeados únicamente del vasto horizonte, representa un desafío emocional y un recordatorio constante de los lazos familiares que quedan atrás.
“Son varias emociones encontradas. Nostalgia, porque uno está lejos de su familia y tiene muchos recuerdos en su mente de épocas atrás, pero al mismo tiempo una emoción distinta de estar en esta experiencia que es única. A mis papás y hermanos les mando un abrazo gigante, desde la distancia los tengo presentes en mi corazón y mente”, expresó la teniente Angie Sánchez, jefe división control de averías del ARC Simón Bolívar.

“Es un momento donde uno piensa mucho en la familia y se da cuenta de lo que tiene. Uno valora cada cosa que tiene en casa. A mi familia siempre la llevo en mi corazón”, comentó el teniente James Rodríguez, oficial del departamento de laboratorios del ARC Simón Bolívar.

Emociones que hoy llenan de motivación a más de 80 personas que hacen parte de la Expedición Antártica y han navegado más de 4.300 kilómetros desde Buenaventura hasta Valparaíso, Chile.

Para reconfortar el corazón tienen claro que una buena cena navideña hará la diferencia. La receta es todo un reto a bordo: lechona, natilla y buñuelos.

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“Queríamos llevar ese calor de hogar aquí al buque y poder brindarle a la tripulación una cena navideña y que puedan disfrutar de un momento de alegría”, añadió el teniente Sebastián Gómez, jefe del departamento de logístico del buque y quien lleva casi 8 años pasando Navidad fuera de casa.
Esta es una Nochebuena diferente para gran parte de la tripulación que llegará al continente blanco. Por eso desde la cocina le impregnan el ingrediente clave, amor por servir a quienes acompañan esta travesía a través de un buen plato de comida.

Cada uno puso su granito de arena para hacer del buque el escenario perfecto para encontrarse a la mesa y celebrar la Navidad.

“En coordinación con los departamentos, especialmente el de logística, se decidió hacer una cena de fin de año. Una deliciosa lechona tolimense y habrá actividades recreativas, novena. Es un momento que permite no solo enriquecernos espiritualmente, sino crecer como familia naval, como militares, como unidad”, agregó Carlos Torres, segundo comandante del ARC Simón Bolívar.

Esta tripulación tiene una misión de país que representa esfuerzo, compromiso, vocación y pequeños sacrificios como la distancia. Aquella que, aunque para muchos hace parte de la rutina, no deja de ser el capítulo de nostalgia que se aviva cuando se habla de familia.

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