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Policía infiltrada que se hizo novia de jefe del Tren de Aragua oía cómo mandaba torturar a enemigos

La policía infiltrada fue mucho más astuta que Alias Guillermo, cabecilla del Tren de Aragua a quien enamoró e hizo caer. Esta estructura criminal ya estaba apoderada del Chorro de Quevedo, en Bogotá.

La policía infiltrada conquistó a Alias Guillermo después de casi un año. Además, fingió que era una estudiante universitaria.
La policía infiltrada conquistó a Alias Guillermo después de casi un año. Además, fingió que era una estudiante universitaria.
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Unauniformada de la Policía Metropolitana de Bogotá, que se introdujo en el Tren de Aragua, una de las bandas de distribución de narcóticosmás peligrosa de la capital de Colombia, enamoró a un cabecilla de esta estructura criminal y lo hizo caer. Gracias a la audacia de esta policía infiltrada, alias Guillermo fue capturado por las autoridades.

Según el relato de la policía infiltrada, ella escuchaba cómo este cabecilla del Tren de Aragua mandaba a torturar y asesinar a los enemigos: “Los amenazaba y les decía que los iba a descuartizar si seguían trabajando allí. La persona que llegara sin el conocimiento de él, pues los torturaba. Ellos los llevaban a Las Cruces y allá los torturaban. En algunas ocasiones, cuando me llamaban, me daba miedo hablar con ellos por sus amenazas. Me encomendaba a Dios y ya”.

La uniformada aseguró que conquistó a alias Guillermo después de casi un año. Además, fingió que era una estudiante universitaria.

"Al verme, me saluda, me ofrece chicha y, al interactuar un rato con él y al ver que no estoy interesada, me ofrece baretos, sustancias estupefacientes. Alias Guillermo me acompañaba hasta la entrada de la universidad, yo entraba hasta las escaleras, esperaba a que se fuera y salía. Él me esperaba en la salida de la universidad", recalcó.

Con una cámara escondida la policía infiltrada grabó, durante casi un año, todo el negocio criminal: “Él me manifiesta que dentro de la organización estaba hace ocho años. Más o menos año y medio duró en el Chorro de Quevedo”.

La uniformada manifestó que algunos comerciantes de la zona le servían a la organización. Allí los criminales escondían las drogas. Finalizando su misión, la policía infiltrada se enteró de que alias Guillermo viajaría a Estados Unidos. Fue allí cuando lanzaron la redada.

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“Me dice que me va a gastar un helado, nos acercamos al lugar y mis compañeros proceden a capturarlo”, concluyó. Gracias a la ardua labor de la funcionaria, la Policía de Bogotá logró la captura de cinco personas, entre ellas alias Guillermo. El Chorro de Quevedo es un lugar frecuentado por jóvenes y turistas.

La policía infiltrada fue enviada a otra misión y las autoridades manifestaron que redoblarán la seguridad en ese sector de la capital colombiana.

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