“A este estadio no vuelven a entrar”: alcalde de Medellín a hinchas violentos

En manos de la Fiscalía, la Policía y la Alcaldía de Medellín hay videos, imágenes y testimonios que son analizados para judicializar a una decena de personas que ya fueron identificadas como algunas de las responsables de los incidentes ocurridos en el estadio Atanasio Girardot, durante el partido Independiente Medellín y Atlético Nacional que se jugó el pasado domingo.
La evidencia les permitirá, según el secretario de seguridad de la ciudad, Gustavo Villegas, restringirles el ingreso a ese escenario deportivo y a otros en el país e imponerles multas, como lo determina la Ley de Seguridad Ciudadana en su artículo 97: “Incurrirá en multa de cinco (5) a diez (10) salarios mínimos legales mensuales vigentes y prohibición de acudir a escenarios deportivos por un periodo entre seis (6) meses a tres (3) años”.
En ese mismo sentido se pronunció luego del partido el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez: “Quienes trataron de dañar una fiesta como esta, de una vez una noticia muy clara: individualización, judicialización y a este estadio no vuelven a entrar”.
¿Pero, qué fue lo que pasó?
Después de semanas de una campaña en pro de la convivencia en la que participaron autoridades, jugadores de los dos clubes, líderes de las barras y de que se dispuso un esquema de seguridad que incluía sobrevuelos con un helicóptero la Unidad Deportiva Atanasio Girardot, seguidores de Atlético Nacional y de Independiente Medellín estuvieron implicados en hechos violentos dentro y fuera del escenario.

En un primer episodio, un grupo de seguidores verdes rompió la barrera de seguridad que separaba a los asistentes a la tribuna sur del escenario deportivo de los del sector oriental y atacó a varios hinchas; luego intentó robarse dos banderas.

Tras lo sucedido, la Policía movilizó a un centenar de uniformados, entre ellos miembros del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad), para evitar los enfrentamientos.
La agresión, dijo la barra Los del Sur en un comunicado publicado en las redes sociales (no quisieron hacer otros pronunciamientos, aduciendo problemas de seguridad), fue una respuesta de algunos de sus integrantes por la sufrida  por ellos a manos de otros fanáticos.

La barra verde también dijo: “Hacemos un mea culpa respecto a los errores el día de ayer (domingo) de algunos de nuestros integrantes que pudieron haber trastornado el orden normal del partido por unos minutos y pedimos excusas públicas en nombre de ellos”.
Además, esa barra manifestó que otros barristas que se apartaron de ellos hace algunos años también hicieron parte de los enfrentamientos.
“Hace casi 3 años fueron expulsados de nuestra barra un grupo de hinchas desadaptados, quienes nunca estuvieron de acuerdo con nuestro trabajo social, cultural y pedagógico (sic)”, escribió el grupo que se ubica en la tribuna sur. Y denunció que las agresiones siguieron fuera del estadio, en el corregimiento San Antonio de Prado.
“Al final del partido y como represalia por su expulsión del estadio por parte de las autoridades, agredieron buses de nuestra barra del sector de San Antonio de Prado, dejando daños materiales y 5 apuñalados (sic)”.
En un segundo hecho de violencia, algunos seguidores de Independiente Medellín se vieron involucrados en choques con la Policía. Hubo estallidos y gases lacrimógenos, pero se desconocen los móviles y los líderes de esa hinchada no se han pronunciado al respecto. 
El alcalde de Medellín había tomado la decisión de permitirles el ingreso a las hinchadas de Medellín y Nacional luego de 245 días.
Ambas fanaticadas habían sido sancionadas, al no permitírseles compartir escenario deportivo durante un clásico, el 19 de julio de 2014.
Por ahora, Federico Gutiérrez mantiene su intención de llevar a las dos parcialidades a las tribunas durante un partido de sus equipos, por considerar que es un esfuerzo para demostrar que la convivencia es posible. Y pidió a los hinchas mesurar su lenguaje en las redes sociales.

Tras los incidentes, unas 30 personas fueron conducidas por las autoridades. Se desconoce si entre ellas están quienes serán judicializados.