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Además de toda Colombia, a Wilson lo esperan Oliver y Hachiko, perros rescatistas del Ejército

La Operación Esperanza no terminó con el hallazgo de los hermanitos en la selva del Yarí, continúa con la búsqueda de Wilson, el valeroso perro que fue pieza clave en el rescate.

Además de todo un país, a Wilson lo esperan Oliver y Hachiko, perros rescatistas del Ejército

Luego del éxito en la Operación Esperanza, que permitió el rescate con vida de los cuatro hermanitos perdidos en la selva del Yarí, los comandos ahora tienen otra misión: encontrar a Wilson, el perro que fue pieza clave en las labores de búsqueda.

Un comando no deja solo a otro y jamás se abandona a un compañero: esta es la premisa de los soldados que, en medio de sus batallas, mantienen intacta la lealtad. Cuando se habla de comando no solo se refieren a sus lanzas, también a los perros rescatistas.

Oliver y Hachiko son dos perros que hacen parte del Ejército Nacional y encarnan lo que significa Wilson, el canino que sigue perdido en la selva del Yarí.

La conexión que uno tiene con su ejemplar canino es más que ser perro y humano, uno se convierte en el papá de ellos”, aseguró Guerra Lizcano, soldado profesional del Ejército Nacional.

“A parte de ser mi compañero, ha estado conmigo en las buenas y en las malas”, complementó Wilson Herreño, otro militar.

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Cuando se habla de un binomio y su can se hace referencia a que son uno solo y más durante las operaciones complejas. Estos perros también se convierten en héroes de la patria, en un complemento clave gracias a las capacidades que desarrollan con el entrenamiento.

“Las células olfativas de él son 5 mil. Funcionan a una distancia de 12 kilómetros. Gracias al olor, ellos pueden volver a los puntos de partida”, agregó Herreño.

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Pero los perros, como Wilson, también viven situaciones adversas en medio de las operaciones especiales. Oliver, por ejemplo, fue mordido por una serpiente.

Me tocó tratarlo todo el día con suero, cariño, consintiéndolo, diciéndole que no me deje solo”, recordó Lizcano.

Aunque Wilson no estaba con los niños cuando fueron encontrados, los rastreó por varios días y dejó una huella imborrable que fue clave para el rescate.

Hoy está extraviado y desorientado en la selva, pero sus entrenamientos podrían garantizar que retorne al lugar de partida con sus compañeros.

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