Juan Pedro Lares fue rociado con gasolina y amenazado con pistola antes del arresto. Desde Colombia, su padre Omar Lares pide ayuda de la Cancillería.
El pasado 30 de julio el alcalde del municipio Campo Elías, en el estado de Mérida, fue allanado por orden del régimen de Nicolás Maduro. Fueron unos 200 efectivos que hasta en helicóptero lo buscaban, sin embargo, Omar Lares y su esposa huyeron.
Llegaron a Colombia y más allá de dejar su vida y sus enseres, tuvieron que dejar atrás a su hijo de 23 años, quien quedó en manos de la Sebín. "A él lo atrapan junto con el vigilante del estacionamiento. Los esposan, los arrodillan, les rociaron gasolina, los presionan para que den información, le ponen una pistola en la cabeza", narra su madre Ramona Rangel.
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Solo después de un mes lograron tener noticias de su hijo. El 15 de agosto, por mediación de la Cancillería colombiana, Ramona logró ver a su hijo. Estaba "muy triste, ya delgado, algo pálido, tembloroso", relata ella.
Esta familia cuenta que Juan Pedro, de nacionalidad colombiana, no aparece como detenido en los registros de las autoridades venezolanas, ni ha sido puesto a disposición de la Fiscalía y que un recurso de habeas corpus que se interpuso hace más de un mes, tampoco ha sido respondido por la justicia.
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Ellos confían en que la intervención de la Cancillería colombiana les traerá de regreso su hijo a la libertad.
Updated: septiembre 12, 2017 07:59 p. m.