Cerca de 600 uniformados participaron en esta operación contra las bandas que están acabando con las selvas del pacífico caucano.
Los hombres de la Armada, la Policía Nacional y el CTI fueron reunidos inicialmente en el coliseo de Buenaventura y después se dirigieron a los dos buques que dispuso la fuerza naval.
Varios uniformados se acomodaron bajo las carpas para navegar durante casi 14 horas del recorrido desde Valle del Cauca, hasta una zona rural en Guapi, Cauca.
Algunos militares y policías fueron trasladados en helicóptero hasta el punto de encuentro.
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“El estado está empezando a llegar con los programas importantes que les permitan a estos ciudadanos, que viven en esas condiciones alejadas extremas, no estar dependiendo de esas imposiciones de grupos armados”, indicó el almirante Evelio Ramírez, comandante de la Armada Nacional.
Mientras tanto el pequeño grupo de comandos que se quedó en tierra se encargó de entrar a la boca del lobo y, 12 horas antes del ataque, capturar a los guerrilleros que aparecían fuertemente armados en las fotos.
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Sin embargo, las condiciones climáticas retrasaron el operativo, por lo que aprovecharon para entrenar y concretar detalles.
Cada entrenamiento se planeó milimétricamente para evitar errores y se utilizaron estructuras similares a las viviendas o escondites de los guerrilleros del frente 29 de las FARC, que están detrás de la minería ilegal .
“Inicialmente enviamos hombres expertos en internarse en el territorio y la región. Logramos observar cerca de 30 máquinas amarillas, utilizada para explotar minería, que estaban perjudicando el río y la zona limítrofe , haciendo daño al medio ambiente de Colombia”, relató el director de la Policía Nacional, general Óscar Atehortúa.
Con la información que entregaron los hombres que llevaban varios meses internados en las cuatro zonas afectadas por las bandas delincuenciales, el CTI, la Armada y la Policía establecieron la hora cero para lanzar el operativo.
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