Esta zona, considerada el centro de control del narcotráfico en Colombia, es disputada por el ELN, EPL y grupos residuales.
Desde la cima de una montaña, en la base militar de Hacarí, cientos de uniformados ponen en riesgo sus vidas para defender los intereses y la seguridad de Colombia.
Allí, las amenazas son tan extremas que la ciudadanía evita tener contacto con los policías y militares para no ser declarados objetivo por parte de algún grupo al margen de la ley.
"Hay que tener mucho cuidado con donde uno pisa, cuando uno va patrullando, ir asegurado. Hay que tener mucho cuidado con nuestra seguridad", explica el patrullero de la Policía, Óscar Pinzón.
En medio de esa compleja labor, la Consejería Presidencial para la Seguridad Nacional decidió llevarles un mensaje de esperanza y respaldo a los uniformados.
Un desayuno especial y regalos transformaron el día a día de los centinelas que arriesgan su vida en el lugar de gran importancia estratégica.
"Para nosotros es un lugar importante porque desde aquí lanzamos operaciones. Es una base militar. Llegan helicópteros, salen helicópteros, entra personal, sale personal. Desde aquí tenemos toda la parte militar de concentración para realizar las operaciones militares", detalló el mayor Robinson Gelves Soto, integrante del grupo Fudra 3 el Ejército.
Y es que, debido a los problemas que enfrenta, la región es una prioridad del Gobierno Nacional.
"Es una zona de frontera con Venezuela, estratégica. Se ha convertido en el centro de la actividad del narcotráfico. Más de 30 mil hectáreas de cultivos de coca; la presencia de varios grupos armados organizados como el ELN, Los Pelusos, los GAO, también las disidencias de las FARC en las zonas de frontera; amenazas contra líderes sociales; confrontación por el control de las economías ilícitas, y altos niveles de criminalidad”, manifestó Rafael Guarín, consejero presidencial para la seguridad nacional.
La base se encuentra a 800 metros del municipio donde hace presencia la Policía.
"Trabajamos en conjunto con la Policía Nacional y hemos hecho un trabajo de consolidación de acción integral y hemos mejorado la seguridad", aseguró el coronel Andrés Tobo, comandante de la base militar de Hacarí, Norte de Santander.
La zona del Catatumbo cuenta con más de 10 mil uniformados entre militares y policías.