En medio de los múltiples ataques con ácido que se presentan en Colombia cada año, especialistas ofrecen un camino. Gracias a su trabajo, que parece de película, vuelven realidad el sueño de recuperarse de esta vil agresión.
¿Cómo ponerle rostro a una persona atacada con ácido? ¿Cómo sacarlo de la muerte en vida que lo deja su agresor? El milagro del nacimiento de un bebé es la respuesta a estas preguntas, pues en la placenta, que generalmente se desecha tras el parto, médicos ven una oportunidad para las víctimas.
Mientras doctores atienden el parto, una operaría del banco de tejidos y piel se prepara para recibir la placenta. Ella se encargará de empacarla en un tarro con glicerol, bactericida que sirve para conservarla antes de llegar a su destino final: unidad de quemados del Hospital Simón Bolívar.
“Es un tejido maravilloso, como un plástico que se adapta a las diferentes formas de la cara. Al solo colocarlo sobre la piel, como por arte de magia, desaparece el dolor de la persona. Como es transparente puedo mirar día a día cómo está evolucionando”, asegura el doctor Jorge Luis Gaviria.
Desde la ciencia, Colombia le hace frente a la absurda y cobarde guerra de los ataques con ácido.
Updated: diciembre 22, 2016 12:37 a. m.