Eran 23 los integrantes de esta banda, acusada de homicidio, desaparición forzada, tráfico de estupefacientes y desplazamiento. Operaba en San Cristóbal, sur de Bogotá.
La Policía intenta ubicar en el sector, conocido como Olla del Quindío, una supuesta fosa común donde Los Profetas, como se les conocía, habrían enterrado a algunas de sus víctimas.
Uno de los detenidos estuvo colgado de una teja durante media hora intentando evadir a las autoridades.
Durante el operativo, las autoridades recuperaron 3 carros, 4 motocicletas, 12 panelas de marihuana, 1.500 cigarrillos y 1.000 papeletas de bazuco.
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