Camilo Ojeda estaba extraviado desde el sábado pasado. Investigadores se llevaron varias sorpresas tras analizar llamadas y cámaras de seguridad.
El subteniente de la Dipol terminó de trabajar el pasado viernes 6 de abril y fue a su casa. Al otro día, en la mañana, salió con rumbo desconocido. Desde ese momento no se volvió a saber de él.
Autoridades iniciaron la investigación y advirtieron, ese sábado por la noche, que el oficial habría sido visto saliendo de un centro comercial en Bogotá.
“Según lo que me comentaron, estaba con una amiga nariñense, que se despidieron más o menos a las 11:00 p.m.”, había contado el papá de la víctima.
Sin embargo, solo hasta el domingo comenzaron a buscarlo en Medicina Legal, terminales de transporte y hospitales. No apareció.
Investigadores, entonces, acudieron a revisar cámaras de seguridad y armaron un rompecabezas que resultaría fatal.
En una casa del sector El Parejo, en la parte alta del barrio Egipto, encontraron en bolsas de basura y enterrado al policía Camilo Ojeda.
El agente, según las autoridades, habría sido víctima de fleteros que lo interceptaron para robarle cuatro millones de pesos.
Al darse cuenta de que era un policía, decidieron llevarlo a esa zona de Bogotá para ponerlo cuatro metros bajo tierra.
Un carro rojo, donde habría sido transportado el subteniente, fue clave para encontrarlo.
Uno de los sospechosos del crimen fue capturado en el barrio Santa Fe. Policía busca a otras cuatro personas que estarían involucradas.
Camilo Ojeda, de 29 años y oriundo de Nariño, era uno de los oficiales más condecorados en inteligencia. Se destacó por hacer operativos contra bandas de microtráfico, contaron sus superiores.
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Updated: abril 12, 2018 12:56 p. m.