Una bonita sorpresa recibieron al menos 100 familias afectadas por un voraz incendio que acabó con sus viviendas y sus pertenencias en el barrio Ramírez, Bogotá, la semana pasada. Hasta las mascotas recibieron la ayuda de la Policía Comunitaria.
Con un choque de puños como gesto de gratitud, los afectados por el grave incendio que arrasó una veintena de humildes casas en el barrio Ramírez, de la localidad de Santa Fe, agradecieron la ayuda que les llegó este miércoles, 13 de marzo.
La tragedia de estas familias que quedaron en la calle tras la explosión de una pipeta de gas tocó el corazón de un grupo especial de la Policía que adelantó toda una campaña de recolección de ayudas humanitarias.
“La Policía Metropolitana de Bogotá con su grupo de Policía Comunitaria, solidarizándose con la situación que vivieron estas personas, toma contacto con la Fundación Amigos Misión Colombia, quienes de inmediato se vinculan con nosotros y efectivamente pudimos apoyarlos a ellos con algunas ayudas, llevándoles abrigo, ropa y elementos de primera necesidad”, señaló la coronel Bibiana Valencia, jefe del grupo de la Policía comunitaria de la capital.
Muy temprano, cargados con comida, ropa y mucha esperanza llegaron al sitio del desastre los policías comunitarios junto con integrantes de la fundación. La sorpresa la iniciaron con un desayuno especial para estas personas que viven hoy uno de los momentos más difíciles de su vida: no tener un hogar.
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Estas personas también recibieron ropa.
Sin duda, un momento que inspira a seguir adelante, advirtió Álvaro Clavijo, líder del barrio: “Aquí estamos tratando de levantarnos de las cenizas en nuestro barrio. Nos beneficiaron con los alimentos que nos trajeron que fueron, sobre todo, para los adultos mayores y los niños. Es una ayuda muy grande para nosotros”.
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El ciudadano también precisó que “quedamos con la medio ropita que teníamos puesta. No hubo niños heridos, solo el trauma psicológico. Los animalitos no tenemos el registro de cuántos perecieron en el incendio, pero sí hubo mascotas heridas”.
Don Álvaro, las demás familias afectadas y la Policía confían en que en los próximos días llegarán más ayudas para estas personas que seguirán luchando para levantarse, literalmente, de entre las cenizas.