Bogotá vivió una nueva jornada de protestas y vandalismo. Tres policías y diez civiles resultaron lesionados tras los enfrentamientos que se presentaron en el noroccidente y sur de la ciudad.
Una vez más la avenida Ciudad de Cali con avenida Suba fue el escenario de enfrentamientos y vandalismo. El portal de Transmilenio fue cerrado, se suspendió el transporte público por actos vandálicos de encapuchados y los ciudadanos que regresaban del trabajo pagaron los platos rotos.
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“Hay una policial que estaba cumpliendo una actividad de regulación, llegaron los vándalos hasta este sitio, la agreden solamente por portar el uniforme policial”, indicó el general Eliécer Camacho, comandante de Policía Metropolitana de Bogotá.
En Bosa, la situación fue similar. Allí el Esmad fue atacado con bombas molotov. El enfrentamiento terminó en las calles del barrio Bosa Brasilia y, según las autoridades, los policías del CAI Brasilia iban a ser quemados.
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“Lo más gravoso es las afectaciones a las comunidades, las afectaciones que sufren los comerciantes, los residentes en la localidad de Bosa, la localidad de Suba, la ciudadanía está cansada de estos escenarios”, manifestó Julián Pinilla Malagón, personero de Bogotá.
El panorama este jueves en Bosa Brasilia era calles llenas de piedras y los vidrios del CAI averiados.
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“Está bien protestar, pero no hay que destruir todo lo que está hecho, el pueblo es el que paga”, señaló Jorge Enrique Nocua, habitante del sur de Bogotá.
En Las Margaritas, límites entre las localidades de Kennedy y Bosa, los vándalos destruyeron ocho semáforos.
“A medida que caía la noche comenzaron a vandalizar, a dañar los semáforos, a tumbarlos, llamamos varias veces a la Policía la cual nunca llegó, que sí, que su ayuda está en gestión, pero aquí nunca llegaron”, comentó Alejandro Pinto, residente del sector.
La angustia de los ciudadanos aumenta con el paso de las horas por cuenta de las concentraciones y marchas que se darán nuevamente este jueves en varios puntos de la ciudad.
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