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Cabezote sección BOGOTÁ Noticias Caracol 2025 DK

Lo que decidió María Claudia Tarazona tras muerte de abuela de Miguel Uribe Turbay: entrevista

En entrevista con Los Informantes, la esposa del senador habló también de otro golpe mortal para la familia: la muerte de doña Nydia Quintero y las decisiones tomadas al respecto.

María Claudia Tarazona habla de doña Nydia Quintero
María Claudia Tarazona habló de la muerte de doña Nydia Quintero, abuela de Miguel Uribe Turbay y quien hizo las veces de su mamá cuando asesinaron a Diana.
Los Informantes

En el último parte médico de Miguel Uribe Turbay la Fundación Santa Fe señaló que el senador y precandidato presidencial “ha mostrado una respuesta clínica favorable y estable” luego de varios procedimientos quirúrgicos a los que ha sido sometido, lo que ha mantenido con fe a su familia, tal como lo reveló su esposa, María Claudia Tarazona, en una entrevista con Los Informantes.

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Y es que desde el día en que Miguel Uribe Turbay resultó herido de bala mientras se encontraba en un acto político en el occidente de Bogotá sus seres queridos han asegurado que “micromilagros” son los que lo mantienen con vida, de hecho, María Claudia reveló que los 15 minutos que demoró el traslado de la clínica de Fontibón en la que lo atendieron inicialmente hasta la Fundación Santa Fe fueron “los más largos de mi vida” y, luego de la primera cirugía que le hicieron, hubo esperanza hasta que algunos médicos le dijeron que había entrado en muerte cerebral.

Con ese diagnóstico trágico y devastador, María Claudia se fue a hablar con sus hijas y les dijo “Miguel no lo logró y Miguel se va a morir”, con el fin de que le enviaran un mensaje de despedida. Así mismo lo hizo con su hijo menor, Alejandro, el consentido del senador: “Lo abracé y le dije ‘te tengo que contar una cosa, ¿te acuerdas las reuniones que vamos con papá, en las que tú saludas mucha gente?’. ‘Sí, mamá, sí me acuerdo’. ¿Qué pasó? Y le dije ‘mira, papá, estaba en una de esas reuniones y un joven, muy joven, tomó un arma y le disparó a papá en la cabeza y papá está muy malito’”. La reacción del pequeño, según el relato, " type="text/html" data-cms-ai="0">fue sobrecogedora: "Entonces él se me tiró encima y me abrazó y me dijo, "¿Por qué, mamá? ¿Por qué a mi papá?".

La muerte de doña Nydia Quintero

Sin embargo, el panorama se aclaró cuando regresó a la clínica y, como si se tratara de un milagro, el doctor Hakim le dijo: ‘es otro paciente, otro cerebro y Miguel se está recuperando”. Y así, dice María Claudia, la fe, la esperanza y la oración los mantienen en pie y con la certeza de que él también está luchando por su vida, pero no ha sido fácil y, sumado a la situación de salud del senador, la familia tuvo que enfrentar otro golpe mortal: la muerte de doña Nydia Quintero, abuela de Miguel Uribe Turbay y quien hizo las veces de su mamá cuando asesinaron a Diana Turbay.

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Doña Nydia falleció el pasado 30 de junio a los 93 años en la misma clínica en la que su nieto batalla por sobrevivir y, en medio del doble dolor, María Claudia Tarazona decidió no hablar del tema en la habitación de Miguel.

“Yo creo que, si Dios me da la oportunidad y si está en manos de Dios, después hablaré con él de eso. Pero yo creo que él en este momento la batalla que está dando es lo suficientemente difícil. No quise ponerle ninguna carga adicional, no sé qué tanto oye, no sé nada. Yo me conecto desde aquí, desde mi corazón. No es porque yo vaya a la clínica y le hable al oído. Y ha pasado momentos muy críticos y muy difíciles. Y pues si Dios nos da la oportunidad, ya habrá tiempo para hablar de ese tipo de cosas”, dijo en diálogo con Los Informantes.

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Los ‘ángeles’ que cuidan a Miguel

Con una confianza ciega en el equipo que atiende y vela por Miguel Uribe Turbay, su esposa no ahorra calificativos para decir que “está en las mejores manos” y se refiere también al neurocirujano Fernando Hakim como “un ser humano impresionante; tiene la bondad en sus ojos, la firmeza en sus manos y el corazón para que esto haya sido el proceso más amable dentro del caos más absurdo que puede vivir una familia.

Ella reparte sus días entre las clases que toma Alejandro, intentan recuperar algo de las rutinas con las niñas, pero sobre todo está en el hospital ahí al lado siempre de la cama de Miguel: “Yo estoy allá todo el tiempo y ahí hago oración, escribo, le estoy haciendo un diario con todo lo que ha pasado le canto canciones divinas de Iglesia que es una forma de orar (...) Yo me arrodillo al pie de su cama y canto y le canto mucho. Escribo al lado de él”.

Y reconoce que “es durísimo irme de la clínica, siento la angustia de que algo va a pasar y no voy a alcanzar a llegar, pero yo tengo que honrar mi palabra de estar con Alejandro y sé que si Miguel estaría acá, me estaría diciendo, ‘María Claudia, gracias por estar conmigo, pero necesito que estés con Alejandro’. Así transcurren sus días esperando por mejores noticias.

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