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Protestas violentas en Bogotá: ¿qué está haciendo el Distrito para contener los desmanes?

Algunos concejales aseguran que la administración de Claudia López perdió el control. A esto se suma que la Policía pierde hombres para controlar inseguridad en otras zonas.

¿Qué está haciendo la administración de Claudia López para contener los desmanes, el vandalismo y los graves hechos de orden público que se repiten casi todas las semanas desde hace tres meses en Bogotá?

Para concejales y expertos la administración perdió el control y ha sido permisiva.

Es una situación que se repite todas las semanas. Noches enteras de caos y en ocasiones la escala de violencia pareciera no tener límites.

Para algunos concejales, la situación cada vez empeora más.

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“Seguimos viendo una anarquía en Bogotá, una falta de gobierno realmente, no hay autoridad por parte de la administración, hemos visto desmanes que ya se han convertido en terrorismo urbano”, dice Humberto Amín, concejal de la ciudad por el Centro Democrático.

“Yo a veces veo con desdén cómo la institucionalidad en las cámaras del C4, y el comando de la Policía, dicen: ‘van a atacar, van a atacar, atacaron un Transmilenio’, pero no están protegiendo ni la infraestructura ni los vecinos. Hombres y mujeres que no han podido dormir hace 90 días, que se le están desvalorizando sus predios, que están mamados”, explica por su parte Lucía Bastidas, concejal de la Alianza Verde.

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Pese a que la administración ha sostenido reuniones con las llamadas primeras líneas, la última el lunes pasado, para buscar soluciones a las demandas sociales de los jóvenes, los resultados no se reflejan en las calles.

“Usted tiene que darles una alternativa de concertación, pero si no tiene que haber un uso de la fuerza legítimo, proporcional, en la medida en que los que están en ese sector tengan la paz y la tranquilidad que hoy están padeciendo”, expresa Nelson Cubides, concejal por el Partido Conservador.

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Para analistas en temas de seguridad, en la ciudad se necesita concertación pero también acciones policivas.

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“El Distrito no solo debe culminar y concretar los diálogos con los líderes de las llamadas primeras líneas, sino que también tiene que trabajar mancomunadamente y contundentemente con la Policía para neutralizar y judicializar”, señala Daniel Gómez, experto en seguridad de la Universidad Manuela Beltrán.

Desde el Concejo de Bogotá le pidieron a la alcaldesa Claudia López que evalúe medidas como toques de queda, patrullajes nocturnos e incluso la utilización del Ejército en las zonas donde tradicionalmente se registran los desmanes.

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Inseguridad en el resto de la ciudad

Ayer durante los disturbios en el sector de Yomasa, en Usme, había un buen número de policías, entre fuerza disponible y miembros del Esmad.

Para controlar a los manifestantes que lanzaban piedras contra las tanquetas, también se vieron varias patrullas, personal de la Sijín y hasta agentes encubiertos.

Este miércoles, el comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá reconoció en Blu Radio que alguna parte del personal de uniformados está apoyando los operativos para desbloquear las vías durante las protestas y se ha dejado de brindar servicio en algunos sectores.

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"Por estas protestas violentas, que lógicamente tienen que apoyarnos en esas actividades y que por eso alcanzamos a disminuir esa clase de apoyos”, indicó el general Eliécer Camacho, comandante de la Policía de Bogotá.

Aunque el general aseguró que en los cuadrantes permanecen los agentes de vigilancia, se han presentado varios hechos de inseguridad: el del joven odontólogo, asesinado en un atraco o el de unas mujeres que buscaron ayuda para detener a unas ladronas de celulares, pero no la encontraron.

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“Fue imposible encontrar un policía cerca. Nosotras estábamos seguras de que estas mujeres estaban dentro del centro comercial aún o en los alrededores, pero nunca encontramos un policía que nos auxiliara”, dice la víctima.

También habitantes de los alrededores de varios barrios donde se han demolido casas para la primera línea del metro, aseguraron que la inseguridad está a la orden del día.

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